Lita Cabellut ‘entra’ en la Academia de San Fernando de la mano de Goya

Lita Cabellut ‘entra’ en la Academia de San Fernando de la mano de Goya

La Reina Letizia ha inaugurado hoy en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando una exposición muy singular: Goya x Lita Cabellut. Los disparates. «Mísera humanidad, la culpa es tuya»,  que incluye la última serie de grabados de Francisco de Goya (Fuendetodos, Zaragoza, 1746 – Burdeos, 1828) y la reinterpretación doscientos años después de Lita Cabellut (Sariñena, 1961), una de las artistas españolas con mayor proyección internacional. Comisariada por Eloy Martínez de la Pera la muestra, que cuenta con la colaboración de Telefónica, reúne más de una treintena de obras, entre pinturas y esculturas, junto a la segunda edición (1875-1877) de Los Disparates de Francisco de Goya, que hoy pertenecen a la colección particular de la creadora aragonesa, que los adquirió en la Librería Bardón hace cuatro años y que son la génesis de este proyecto. Las planchas originales de esta serie de grabados están en el Gabinete de Goya en Calcografía Nacional. La muestra estará abierta hasta el 26 de enero.

Francisco de Goya. Disparate, n 14, Disparate de carnaval (1815-1824). Madrid. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Calcografía Nacional

En la presentación Tomás Marco, director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, dijo que es importante presentar en la Academia el diálogo creativo entre Goya y Lita Cabellut, desde una mirada contemporánea.

El comisario Eloy Martínez de la Pera, verdadero apasionado por la obra de los dos artistas, ahondó en la misma idea y resaltó el simbolismo de que sea en un lugar que fue importante para Goya. Y añadió que Goya y Cabellut han observado lo que pasa en la calle para trasladarlo a sus obras, que a pesar de plasmar las imperfecciones de la sociedad, ellos creen en buscar la verdad y la bondad del ser humano con un punto de esperanza.

Lita Cabellut. Disparate de carnaval, 2024. Técnica mixta sobre lienzo, 200 x 250 cm.
Lita Cabellut junto a "Disparate volador", 2024. Escultura con técnica mixta 220 x 140 x 50 cm. Fotografía: John Tromp

Por su parte Lita Cabellut, visiblemente emocionada, confesó que Goya siempre ha sido un referente para ella, como también Rubens y Las Tres Gracias, que descubrió en el Prado a los 13 años y que marcó su vocación. Junto a Velázquez, Vermeer y Rothko, son muy probablemente los cinco artistas que más le han impresionado. «Este viaje me ha iluminado porque Goya te abre los ojos para no quedarnos en el primer plano de la vida y por eso se empeñó en transmitir lo que veía. Él creía en lo que observaba y eso para mí es ejemplar».

En este recorrido, dividido en tres salas, ambos artistas nos plantean una mirada crítica a la humanidad, con muchos rasgos similares de lo que ocurría hace dos siglos y ahora. Una exploración por los intersticios del alma humano, donde están presentes los miedos y anhelos, pero también la violencia, lo grotesco pero siempre con una atmósfera alegórica que reflexiona desde lo más profundo del ser humano.

La primera impresión al ver esos grabados de la serie Disparates, en formato pequeño, junto a las creaciones pictóricas y escultóricas en gran formato de Lita Cabellut,  apelan a nuestras emociones al escudriñar con intención un mundo de figuras deformes con cierto aire onírico en esa tensión social, donde hay algo de luz y esperanza en medio de la oscuridad.  El acierto del montaje es que se contemplan de un modo íntimo como si estuviéramos en una capilla en actitud ensimismada y de recogimiento.

Francisco de Goya ha sido uno de los grandes pintores de la historia y su faceta como grabador le sitúa junto a Rembrandt como uno de los mejores porque tanto en sus series Los Caprichos, Desastres de la Guerra, La Tauromaquia y en las 18 planchas de Disparates, que comenzó al parecer en 1815 y concluyó en 1824 probablemente, tienen un poso enigmático y hermético para los estudiosos de su obra como grabador.

En esa interacción la obra de Lita Cabellut, que trabaja con Opera Gallery y que ha alcanzado un prestigio internacional y reconocimiento con diferentes premios y doctora Honoris Causa por la Universidad de Barcelona, es muy visible lo que Goya le ha aportado como inspiración para hacerse y hacernos desde una mirada contemporánea las preguntas esenciales que también se hacía el genio aragonés en su tiempo: el egoísmo, el miedo, la barbarie, la deshumanización progresiva, la ignorancia, el dominio de un ser humano sobre otro, y eso ahora como entonces puede ayudarnos a replantearnos la búsqueda de la verdad, cuestionando las certezas pero también las inseguridades de nuestro tiempo.

Ambos, Goya y Cabellut, tienen los ojos abiertos y son valientes hasta llegar a la profundidad de nuestros sentimientos más íntimos. En el caso de Lita Cabellut su energía desborda el límite de sus telas o de sus doce esculturas para situarnos ante nuevas realidades plásticas. Precisamente en esas esculturas: cabezas, caballos, aves o ensacados, Lita demuestra un dominio del modelado y con sus dedos confiere una expresividad en los rostros y figuras de personas y animales.

Francisco de Goya. Disparate 16. La Lealtad. 1864. Aguafuerte y aguatinta bruñida
Lita Cabellut. Disparate 17. La Lealtad. parte izquierda. 250 x 435 cm. Técnica mixta sobre lienzo. 2024
Lita Cabellut. Disparate 17. La Lealtad. Centro de la imagen. 250 x 435 cm. Técnica mixta sobre lienzo. 2024
Lita Cabellut. Disparate 17. La Lealtad. parte iderecha. 250 x 435 cm. Técnica mixta sobre lienzo. 2024

En las tres salas, unos versos de Lita Cabellut nos introducen de un modo dialogado en la serie de estampas de Goya, junto a las pinturas y esculturas de Lita Cabellut, y así junto a los disparates del pintor de Fuendetodos cómo visualiza desde la contemporaneidad Cabellut. Uno de los ejemplos más impactantes es contemplar una estampa como La Lealtad (Disparate 17), junto a ese tríptico de Lita en gran formato de esos seres deformes, y delante una escultura con texturas rugosas del personaje central sobre el que giran los demás personajes de la escena.

Otras dos estampas: Disparate volante (Disparate 5) y Modo de volar (Disparate 13) tienen su correlato en la visión que Lita nos aporta con esa escultura monumental en técnica mixta Disparate volador (2024) y Modo de Volar (2023), cuyas alas evocan el anhelo del hombre y el sueño de Ícaro. El miedo, el ridículo, el desorden o las exhortaciones son también otras sensaciones sobre las que reflexiona Lita Cabellut.

Y hay una obra, que como desprenden muchos de Los Disparates de Goya, que cautiva por lo que supone este diálogo de Lita Cabellut con el maestro: Paisaje lleno de caricias (2023), en técnica mixta, en la que usando la talaparta como homenaje a cómo trabajaba Goya limpiando las planchas. En esa tela Lita Cabellut consigue extraer infinitos matices claros en los que la figuración, rasgo distintivo de Lita, desaparece para alojarnos en una composición abstracta que me recuerda Perro semihundido, pintado por Goya en 1819, donde ya se preludiaba el impresionismo y el expresionismo abstracto norteamericano. Una composición sorprendente y de gran dominio técnico de Cabellut donde late la luz.

Francisco de Goya. Disparate desordenado. [1815-1824]. Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Calcografía Nacional.
Lita Cabellut. Disparate desordenado. Técnica mixta sobre lienzo. 2024.

En la segunda sala continúa la emoción y la visceralidad de Goya y Cabellut tanto en Disparate femenino con esa sensación de ingravidez como en Bobalicón, cuyos personajes parecen danzar, pero también en Disparate furioso (Goya) o Cruel (Lita) y la crítica mordaz de Los ensacados o esa línea pronunciada entre la pobreza y la alegría, sin dejar de mencionar Sus huellas, una escultura leve a base de papeles y lienzo hecha en 2024, que está suspendida de un garfio.

En la última sala, nuevamente introducida por varios versos de Lita Cabellut: «Tierra fangosa, troncos caídos,/el bosque oscuro me recoge/ y creo haberte perdido/…», la energía sigue latiendo en composiciones tan rotundas como El caballo raptor (2024); Disparate de carnaval (2024); y Disparate general (2024) o en esas esculturas tan expresivas como las cabezas de Disparate fúnebre o Disparate general o la parte superior del caballo que revelan con toda  crudeza las emociones que transitan por su corazón y su razón y que nos dejan a los que contemplamos sus obras al borde de un abismo porque muchas veces Cabellut intenta encontrar algo de generosidad en un mundo poco habitable. Como apostilló en la visita a la exposición: «La belleza salvará el mundo».

La exposición organizada por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Estudio Lita Cabellut cuenta con un magnífico catálogo bilingüe (español e inglés), editado por La Cama Sol ediciones. Profusamente ilustrado con los grabados de la serie Los Disparates, y las pinturas y esculturas de Lita Cabellut, junto a imágenes de la artista aragonesa en su estudio. En el libro se incluyen textos de Tomás Marco, Eloy Martínez de la Pera, Fernando Castro Flórez, Javier Blas, Ángeles González Sinde, Javier Santiso, Aloma Rodríguez, Virginia Villalobos, junto a algunos poemas de Lita Cabellut y un epílogo de la artista, titulado No hay tela que resista a la pasión de Goya, que ilumina la intención de la muestra.