¿LEY DE MECENAZGO? SÍ, PERO SOLO SI VA ACOMPAÑADA DE EDUCACIÓN SOCIAL
*El Círculo Fortuny organiza el Encuentro de Mecenazgo Cultural, una jornada de debate con los gerentes de los tres principales museos madrileños [Prado, Reina Sofía y Thyssen]
*Todas las instituciones aluden a la necesidad de concienciar a la sociedad para apoyar las iniciativas culturales antes de promulgar una nueva Ley
La palabra que más repitieron ayer los asistentes al Encuentro Círculo Fortuny & El Mecenazgo Cultural fue “educación”. Curiosamente el aspecto educativo fue el punto en el que más incidieron tanto Miguel Falomir, director del Museo del Prado, como Michaux Miranda, gerente del Museo Reina Sofía, y Evelio Acevedo, director gerente del Museo Thyssen-Bornemisza. Al margen de la añorada y prometida Ley de Mecenazgo, las instituciones reclaman más recursos para fomentar la conciencia cultural de los españoles, ese “give back” de los americanos que supone “dar para preservar y recibir algo a cambio”.
En el encuentro, que tuvo lugar el 4 de mayo en el Hotel Ritz, se habló de patrocinio y mecenazgo, así como de los esfuerzos que las instituciones y fundaciones han tenido que hacer para hacer frente a la crisis sin las ayudas estatales. Miguel Falomir, por ejemplo, recordó que desde que el Prado tiene su propia ley ha conseguido grandes avances. “En apenas 13 años se ha llegado al 72 % de autofinanciación”, explicó, un elevado porcentaje que procede a partes iguales de la venta de entradas, por un lado, y el merchandising /patrocinio por el otro. Falomir destacó que desde el principio el museo optó por pocos patrocinadores, una decisión que se vio acertada cuando, con la crisis, mantuvieron sus aportaciones. Según él, “una legislación más generosa nos beneficiaría, pero no se trata solo de una cuestión económica, también es una cuestión de actitud”.
Esa actitud, que tiene que ver con la forma en que el público valora el arte y está dispuesto a pagar por él, es la que destacó también Evelio Acevedo, del Thyssen. “Creo que el mecenazgo no es una cuestión de dinero sino de personas. Esa es la clave”. Acevedo se incorporó al Thyssen en 2012, un año especialmente difícil para la institución, tanto por los recortes gubernamentales como por la desaparición de su gran patrocinador: Caja Madrid. Esta “fundación pública estatal 100 %” [al margen de la colección Carmen Thysen], en 2016 ha conseguido cerrar sus cuentas con un 78 % de autofinanciación. Su principal fuente de ingresos reside en la venta de entradas, aunque reconoce que en los últimos tiempos se ha apostado muy fuerte por el merchandising y las nuevas tecnologías. La lección del patrocinador único la han aprendido, y ahora cuentan con 15 empresas que les apoyan (La Caixa será quien patrocine la futura instalación de luces Led en el museo).
El caso de Michaux Miranda es diferente, porque llegó al puesto de gerente del Reina Sofía cuando el museo estaba en una doble transición: la primera provocada por la crisis, la segunda como consecuencia del cambio de director en 2008. En el tiempo que ha ocupado el cargo, los recursos particulares han pasado del 5 al 30 %. También con la mirada puesta en Estados Unidos y sus ansionados donnors, puntualiza que “el modelo no puede ser el americano [preponderancia de lo privado] sino el equilibrio entre el apoyo estatal y los recursos particulares”. Al igual que Falomir y Acevedo, considera que no solo se necesitan incentivos fiscales para apoyar el mecenazgo, sino también un proceso de concienciación de la sociedad.
Por su parte Blanca Pons-Sorolla explicó cómo la fundación que preside no se constituyó hasta los años 90, como institución paralela al Museo Sorolla, compuesto por las obras donadas por su bisabuela, la viuda de Sorolla. En su caso se trata de una combinación entre lo público –el museo– y lo privado (la fundación que gestiona el legado que hizo Javier Sorolla a la propia fundación).
En el Encuentro Círculo Fortuny & El Mecenazgo Cultural también estuvo presente Julia Sánchez, directora general de la Fundación Albéniz-Escuela Superior de Música Reina Sofía; Rafael Ansón, Presidente de la Real Academia de Gastronomía; y Luis Hernando de Larramendi, de la Fundación Casa Ducal Medinaceli. Sol G. Moreno