Las visiones orientales de Fortuny en Castres
A partir del 6 de diciembre, y con motivo del 150 aniversario de la muerte de Mariano Fortuny y Marsal (1838-1874), el Museo Goya de Castres exhibirá una selección de su rica colección. El conjunto incluirá más de 80 obras, la mayoría procedentes de los fondos de la institución, que se han completado con préstamos del Museo de Orsay, del Museo Nacional de Arte de Cataluña y del Museo de Reus.
El Museo Goya de Castres honrará la figura de Mariano Fortuny en una exposición monográfica que se inaugurará el 6 de diciembre. En concreto, Visiones de oriente se centrará en las obras creadas por el artista durante su estancia en Marruecos entre 1860 y 1862, y en particular en su gusto por los paisajes, la arquitectura, las escenas populares y las batallas.
A través de las más de 80 obras reunidas por los comisarios Joëlle Arches, directora del Museo Goya de Castres y Francesc Quílez, jefe del departamento de dibujos y grabados del Museo Nacional de Arte de Cataluña, se podrá hacer un recorrido por el orientalismo visto a través de los ojos del artista español de mayor prestigio internacional del siglo XIX.
En ese momento, Oriente –o la idea que se tenía de él en Europa– fue una fuente de inspiración que atravesó todos los estilos y escuelas, en la literatura, la pintura, la música y las artes decorativas. Cuando Fortuny lo descubrió, esta cultura ya había atraído a numerosos artistas que viajaron a Oriente Medio, Turquía y el norte de África.
Contrariamente a una visión idealizada, los pintores realistas como él continuaron en este mismo período relatando su experiencia vivida y describiendo de manera sensible sus visiones de los países visitados o habitados durante períodos más o menos largos.
En 1951, su nuera, Henriette Fortuny, legó al Museo Goya más de sesenta obras, que la institución ha completado con adquisiciones periódicas. La colección la componen hoy 87 obras sobre papel –dibujos, grabados y acuarelas–, lo que constituye uno de los principales conjuntos del creador.
Originario de Reus, Fortuny se formó en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. Becado en 1857, partió hacia Roma antes de que el gobierno le encargara un informe sobre la expedición militar española a Marruecos en 1860. No obstante, Fortuny también viajó a París para realizar un viaje de estudios antes de cruzar el estrecho.
Su misión al sur del Mediterráneo tenía el objetivo de representar las batallas de la Guerra Africana. Fue entonces cuando se enamoró de la región y creó un gran número de pinturas, dibujos y acuarelas. Unas imágenes que navegan entre la idealización y la realidad.
Tras su segundo viaje a Marruecos en 1862, ejecutó la famosa Batalla de Tetuán (Barcelona, Museo Nacional de Arte de Cataluña), obra monumental que quedó inacabada.
Comprador entusiasta de estampas y antigüedades moriscas, fue un gran acuarelista y grabador. Esta carrera se vio interrumpida prematuramente por una enfermedad pulmonar: murió en Roma en 1874 con apenas treinta y seis años.
Ahora, siglo y medio después, el público podrá acercarse a su figura y obra. La exposición Visiones de oriente se inaugurará el 6 de diciembre y permanecerá abierta hasta el 9 de marzo de 2025.