La tabla de García de Benabarre se vende por 45.000 euros en La Suite
Declarada Bien de Interés Cultural (BIC) inexportable, las posibilidades de venta disminuyeron notablemente
La licitación del jueves 14 de diciembre en La Suite estuvo marcada, sin duda, por la imposibilidad de sacar fuera de nuestro país la tabla del oscense Pedro García de Benabarre (Benabarre, Huesca, documentado en 1455 y 1456), un San Antonio abad (temple, relieves de estuco y dorado con pan de oro/T, 66 x 58 cm; lote 62) de gran calidad, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver).
La situación política y social en Cataluña es especialmente compleja en estos días, probablemente agravada, en lo que a las artes se refiere, con la sentencia sobre las tablas de Sijena. Así las cosas, al magnífico ejemplar de García de Benabarre, procedente de la antigua colección Schäfer, de Barcelona, se le debieron caer algunos coleccionistas extranjeros interesados, y se adjudicó por los 45.000 euros pedidos inicialmente. Obviamente, es una manera de proteger el patrimonio nacional, pero el inexorable reverso de la moneda es la disminución de la demanda y con ella del posible precio final. En cualquier caso, se trata de una venta significativa dada su calidad, sobre todo si recordamos, por ejemplo, los 90.000 euros en que se adjudicaron el martes día 12 en Goya Subastas las cuatro tablas de la Corona de Aragón de hacia 1500 (ver) o las dos tablas de Alcalá Subastas el miércoles día 13 (ver).
Como habíamos comentado, al centrarse en piezas de Alta época, fundamentalmente esculturas y piezas de artes decorativas como los 57 lotes procedentes de una colección catalana de arte medieval hasta el renacimiento (ver), la licitación tenía pocas piezas de pintura. La venta de esas piezas fue muy bien, siguiendo las pautas esperadas.
En pintura, en cambio, sólo hubo dos remates más destacados. El primero, un carboncillo de Hermenegildo Anglada-Camarasa, menor pero interesante, de un estudio anatómico firmado y dedicado en 1904 (45,5 x 36 cm; 242); comprado en Balclis en diciembre de 2012 por 2.000 euros, tras subir desde los 1.200 iniciales, y que salía ahora con esa estimación baja, se adjudicó finalmente por 2.800 euros. El segundo fue una sencilla y abocetada aguada de Mariano Fortuny, Mazmorra (12 x 16 cm; 244); perteneciente a un álbum inédito del pintor, presentado en 1986 en la sala Nonell de Barcelona, pasó de los 1.800 euros iniciales hasta los 3.750 finales, que muestra el interés por la obra del de Reus, quizá aumentado en estos días con la magnífica exposición del Museo del Prado.
Enhorabuena a la sala por su gran año de ventas y ¡feliz 2018! Daniel Díaz @Invertirenarte