La naturaleza en la Antigua Grecia: metamorfosis, extinciones y paisaje mediterráneo

La naturaleza en la Antigua Grecia: metamorfosis, extinciones y paisaje mediterráneo

La nueva exposición del Museo Arqueológico Nacional, que podrá visitarse hasta el próximo 30 de marzo, aborda la relación de esta civilización con su entorno, desde sus implicaciones mágicas hasta los paralelismos con la forma que tenemos hoy de entender el medio natural.

Cada año, con la llegada del verano, las redes sociales se llenan de imágenes aspiracionales sobre las vacaciones de ensueño. Sin embargo, desde hace unos años y triunfando especialmente en Tiktok, entre las fotografías de islas paradisiacas del Pacífico, exóticos templos budistas y pirámides aztecas, se han colado multitud de imágenes de marcada inspiración mediterránea.

En ellas se reconoce el especial paisaje de nuestra costa levantina plagado de encinas y arbustos como el romero o la lavanda, la luz propia de estas zonas, la arquitectura mediterránea –en la que abundan las casas blancas con paredes encaladas y terrazas y patios de gran importancia para aprovechar el sol y favorecer la ventilación– e incluso las mesas llenas de los alimentos que compone la dieta local, sin poder faltar el aceite y el vino.

En esa fascinación por la naturaleza mediterránea en la que es protagonista la vid, el olivo y los cereales, se traza el primer paralelismo de Entre Caos y Cosmos.

En esta exposición, el Museo Arqueológico Nacional analiza la relación de la Antigua Grecia con la naturaleza, pues esta civilización ya concedía gran importancia a lo que conocemos como tríada mediterránea.

Prueba de ello son, por ejemplo, las cráteras y los cíatos que se incluyen en esta muestra, destinados a servir y beber vino.

Copa con escena de caza. ©Museo Arqueológico Nacional
Didracma de Cirene Plata. Cirene, Libia. 308-277 a. C. Foto: Museo Arqueológico Nacional. Alberto Rivas Rodríguez.

Sin embargo, esta no es la única similitud que se pone de manifiesto, ya que también se abordan cuestiones como la preocupación por la conservación del entorno y por las catástrofes naturales y sus consecuencias, por desgracia tan de actualidad en estos días.

También se hace referencia a la extinción de especies y la sobreexplotación de los recursos a los que se enfrentaron los griegos clásicos (como por ejemplo,  lo que ocurrió con el silfio).

Esta planta desapareció debido a que sus propiedades medicinales hicieron que se consumiera por encima de su capacidad para propagarse.

En la exposición aparece representada en un moneda procedente de Cirene datada de entre el 308 y el 277 a.C.

Estos temas de actualidad se mezclan, como no podía ser de otro modo, con otros como la magia o la mitología, íntimamente ligados con el medio natural para esta cultura.

Desde el caos primigenio del que emerge la naturaleza –creada incluso antes que el Panteón divino– hasta el viaje al Más Allá, que en ocasiones aparecía representado en compañía de delfines por su calidad de animal protector.

Así, se abordan algunas de las metamorfosis y seres híbridos con los que contaba su mitología –puede verse, por ejemplo, una copia de escayola de una escultura de Leda y el Cisne traída del Museo Nacional de Escultura de Valladolid–, y también las relaciones de los dioses con el entorno, utilizando como excusa, entre otras, a la diosa cazadora Artemisa.

Por otro lado, se aborda la cuestión de las propiedades mágicas otorgadas a algunas plantas para crear brebajes con cualidades excepcionales, normalmente elaborados por mujeres.

La muestra reúne más de un centenar de obras, muchas procedentes de las colecciones del propio museo, pero no se muestran al público habitualmente.

Otras son préstamos de otros museos nacionales –como el del Traje o el ya mencionado de Escultura de Valladolid– o internaciones, entre los que destaca el Louvre.

Para completar la visión que la Antigua Grecia tiene de la naturaleza y ofrecer un mayor contexto de las piezas, la muestra se apoya en textos clásicos, con los que se pretende también invitar al espectador a reflexionar acerca del vínculo que tenemos hoy el día con el medio natural. Sofía Guardiola

Fauno del cabrito (réplica). ©Museo Nacional de Escultura.