La innovación constante de José Luis Alexanco en Alcalá 31

La innovación constante de José Luis Alexanco en Alcalá 31


La Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid en su espacio de Alcalá 31 dedica una amplia retrospectiva a José Luis Alexanco (Madrid, 1942), un artista muy singular y poliédrico, cuya obra en las más de cinco décadas que reúne la muestra resulta muy difícil de clasificar. Desde muy joven Alexanco inició una singladura en la que se aúnan la soledad del creador en su estudio con un carácter de artista activista como demostró su implicación en la puesta en marcha de los «Encuentros» de Pamplona (1972), que aglutinaron a un elenco de intelectuales y creadores de numerosas disciplinas artísticas en los últimos años del franquismo, sin olvidar sus realizaciones fílmicas o la creación Soledad Interrumpida (1971-1980) junto a Luis de Pablo o su dedicación a la Edición Príncipe de la Constitución Española (1978). Desde esa década de los años 60 se alejó del arte español que se hacía en esa década y se acercó a nuevas corrientes abiertas para su representación.

Retrato de José Luis Alexanco. C Guillermo Gumiel
José Luis Alexanco. Estudio de hombre corriendo. 1964. Dibujo a tinta sobre papel. Cortesía Galería Maisterravalbuena y José Luis Alexanco

Ejercicio temporal [1964-2020], comisariada por Alfonso de la Torre, reúne cerca de 260 piezas de más de 56 años de periplo creativo. Ese modo de trabajo tan prolífico se estructura en siete capítulos, donde se analizan las diferentes etapas artísticas de José Luis Alexanco: Movimientos, 1964-1969; Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid- Seminario Generación Automática de Formas Plásticas, 1968-1973 [Infinitud y procesos]; Soledad Interrumpida [ Y sonora], 1971-1980; Ejercicios, 1970-2019 [A la búsqueda de nuevos signos]; Décimos, 1998-2018 [Otra vez el tiempo]; Constitución, 1978 [Alfabeto Alexanco: el imperio de los signos] y Lecturas al azar, 1977-2019 [Destruir-construir].

Como escribe Alfonso de la Torre: «A través de esos capítulos puede contemplarse cómo su quehacer está imbuido en un cierto vislumbrar misterioso, enfrentado Alexanco a un mundo de investigación permanente, un universo presidido por la presencia de una constante tensión, comprendiéndose algo escrito por él definiendo el término movimiento, lugar de origen de sus búsquedas: alteración, inquietud, conmoción”.

El recorrido de la retrospectiva arranca con unas pequeñas piezas fílmicas, que ya suponen el germen de su magna obra Percursum (1964-2020), una tarea que sintetiza en gran medida su obra durante más de cinco décadas, con música de José Tejera Osuna. Alexanco se ha caracterizado por ser un artista de extrema complejidad, lo que hace difícil que sea clasificado en la taxonomía artística al uso.

José Luis Alexanco. Beli, 1996. Técnica mixta sobre lienzo. Cortesía Galería Maisterravalbuena y José Luis Alexanco
José Luis Alexanco. Demo del programa MOUVNT en c++, 2010. Vídeo. Cortesía Galería Maisterravalbuena y José Luis Alexanco
José Luis Alexanco. Ié, 2003. Técnica mixta sobre lienzo. Cortesía Galería Maisterravalbuena y José Luis Alexanco
Vista de una de las salas de la retrospectiva de José Luis Alexanco. Foto C Guillermo Gumiel

Algo que influyó en su singularidad dentro del panorama artístico de esos años en España fue su trabajo en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid (1968-1973) donde entró en contacto con el ordenador IBM 360. Allí comenzó a relacionar el trabajo con los inflables y las posibilidades para la creación  que le ofrecía una herramienta como el ordenador, debate candente en esa década, lo que revela cierto aire visionario.

Y otro hito quizá fuera su colaboración con el músico Luis de Pablo para poner en marcha Soledad Interrumpida, una creación ‘plástico-sonora’, que como muchas de sus piezas está abierta a múltiples interpretaciones, incluido el propio azar. Como sostiene Alfonso de la Torre refiriéndose a Alexanco: «parece quedar tentado por el temblor erigido por una misteriosa voz propia alterada o levemente transformada. Mas también por la palabra jamás pronunciada».