La hija de Gargallo dona cinco esculturas al Reina Sofía
Las obras son piezas únicas hechas con chapa de plomo, material muy frágil, y se exponen desde el pasado viernes en la sala 208. Completan la colección del museo, que ya conservaba las versiones seriadas en bronce de tres de ellas.
Pierrette Gargallo ha regalado cinco esculturas de su padre al Museo Reina Sofía. La donación se hizo oficial el pasado viernes en la segunda planta del edificio Sabatini, donde pueden verse incorporadas a la colección permanente. La sala 208 ya exhibía ocho piezas en bronce del escultor aragonés, pero a partir de ahora podrá mostrar también cinco de las siete esculturas que realizó entre 1920 y 1923 con la novedosa técnica del plomo martilleado.
El hecho de que todas las obras donadas estén fabricadas con chapa de plomo –material dúctil y frágil– convierte este regalo en un tesoro más preciado aún, ya que resulta una excepción en la trayectoria de Gargallo. Pero la relevancia de esta donación familiar no solo radica en el material, también cabe destacar la calidad y la técnica de las piezas.
La main à la pipe (1920), Portrait d’Angel Fernández de Soto (1920), Jeune fille espagnole (1921), Main de l’elegante (1921) y Lévrier (Galgo) (1921) son piezas únicas. La primera se integraba originalmente en el retrato de Fernández de Soto, lo mismo que la mano procedía a su vez de La elegante (también llamada Parisienne élégante) de 1921. Esto demuestra la tendencia del autor a reconsiderar sus trabajos, llegando incluso a separar el conjunto inicial en varias obras.
Estas cinco piezas únicas que se acaban de incorporar a la colección permanente vienen a completar el conjunto de obras que atesora el Reina Sofía de Gargallo. Especialmente en lo que se refiere a las versiones seriadas en bronce que reproducen precisamente tres de las obras ahora donadas. Jeune fille espagnole, Portrait d’Angel Fernández de Soto y La main à la pipe fueron adquiridas en 2004 por la institución a Pierrette Gargallo. De esta forma, los originales en plomo y sus respectivas versiones de bronce podrán contemplarse en su conjunto.
Actualmente, el museo posee 29 obras del autor aragonés. Fechadas entre 1908 y 1933, se trata en su mayoría de esculturas, a excepción de tres dibujos que datan de 1927. Gracias a la donación, la sala 208 ofrece una visión más completa del particular universo creativo de Pablo Gargallo.
GEORGE HERRIMAN, AUTOR DEL CÓMIC
En el edificio Sabatini también, pero en la tercera planta, se puede visitar la primera exposición monográfica que dedica el MNCARS al mundo del cómic. Bajo el título Krazy Kat es Krazy Kat es Krazy Kat, esta retrospectiva aborda la figura de George Herriman (Nueva Orleans, 1880-Los Ángeles, 1944), considerado como uno de los más importantes creadores del cómic estadounidense. No se trata de un asunto baladí, ya que la inclusión de una exposición como esta en la programación de un gran museo como el Reina, eleva al género a un nuevo nivel nunca antes considerado. Así lo recalcaron en la rueda de prensa el pasado martes el propio director del museo, Manuel Borja-Villel y Rafael García, uno de los comisarios de la muestra. Cuenta con 160 obras, de las que buena parte son dibujos preparatorios para las tiras, hoy en manos de coleccionistas particulares. Este es, sin duda, otro de los atractivos a tener en cuenta para quien la visite.
La exposición se estructura en tres secciones en las que se aborda la trayectoria profesional de Herriman. La primera analiza sus primeras aportaciones al cómic, creadas entre 1900 y 1910, especialmente aquellas creadas a partir de 1902, cuando entró en plantilla como humorista gráfico en el New York World, donde creó la historieta The Two Jolly Jackies. El espacio central está dedicado a su creación más famosa, Krazy Kat (1913-1944), un complejo cómic en el que se despliega un juego de tensiones discursivas y metafóricas en torno a sus tres protagonistas, que tan bien caracterizó el escritor E.E. Cummings: «el perro odia al ratón y venera al gato; el ratón desprecia al gato y odia al perro; el gato no odia a nadie y ama al ratón». Más allá del recurso cómico, Krazy Kat se presta a numerosas lecturas e interpretaciones que tienen mucho que ver con su autor, un afroamericano que siempre ocultó su origen en una América donde este dato hubiese truncado su trayectoria profesional. La muestra culmina con la exhibición de otras tiras contemporáneas y con su etapa final, donde se ven las creaciones de Herriman desarrolladas en paralelo a Krazy Kat.
Krazy Kat es Krazy Kat es Krazy Kat podrá verse hasta el 28 de febrero de 2018.