La cara oculta de Cruz-Diez
El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía inaugura mañana la exposición El peso de la forma. El diseño gráfico de Carlos Cruz-Diez, que recorre la trayectoria menos conocida del artista. Las más de 100 obras incluidas fueron creadas desde 1930 hasta 2015, entre tiras cómicas, catálogos, libros, vídeos y carteles. La muestra, que se podrá ver hasta el 11 de junio, ha sido posible gracias a la colaboración del Archivo Fotografía Urbana y Cruz-Diez Art Foundation.
El Museo Reina Sofía inaugura mañana una exposición que recorre la trayectoria de Carlos Cruz-Diez como diseñador. Esta faceta, una de las menos conocidas del autor venezolano, fue una constante en su carrera, tanto en América como en Europa. El título de la muestra, El peso de la forma. El diseño gráfico de Carlos Cruz-Diez, es un guiño hacia uno de los conceptos que le obsesionaría durante toda su vida (el peso de la forma en su sentido «semántico y estructural, positivo y negativo, liberador y opresivo»).
Será la Biblioteca y Centro de Documentación del museo la que acogerá hasta el 11 de junio la exposición, que ha sido organizada por la propia institución en colaboración con el Archivo Fotografía Urbana y Cruz-Diez Art Foundation. Las piezas seleccionadas fueron producidas entre 1930 y 2015 en tres formatos: diseño editorial, afiches y catálogos de exposiciones. Son en total más de 100 obras entre cuadernos, tiras cómicas, catálogos, libros, vídeos y carteles.
Esta amplia selección ayudará al público a comprender otra faceta más de uno de los protagonistas más relevantes del arte óptico y cinético. Su trabajo como diseñador le acompañó durante toda su trayectoria, como pasó con numerosos artistas coetáneos de América Latina (como Hércules Barsotti y Tomás Maldonado, ambos dentro del movimiento del arte concreto). Se le atribuye un interés temprano en este campo de imprentas y reproducciones mecánicas de la imagen, que solo se acentuó con el paso del tiempo gracias al desarrollo del sector del diseño gráfico por la rápida expansión económica venezolana. Tanto fue el volumen de trabajo requerido que en 1946 Cruz-Diez abrió su propia agencia. Su actividad en este campo continúa tras su traslado a París en 1960, al principio por necesidad económica, y dese 1967 solo por voluntad propia y como complemento a su obra plástica.
La coexistencia ordenada de la forma, el color y el contenido fue el punto central de sus diseños y el que influiría de manera más importante en toda la industria editorial venezolana. Gracias a Cruz-Diez, entre otros, el sector pasó de ser uno de técnicos a otro de profesionales guiados por su sensibilidad formal y cromática. Con esa reivindicación los límites entre disciplinas se volvieron más borrosos y al igual que la plástica influyó en el diseño, también ocurrió al contrario. Su lenguaje cromático, con yuxtaposiciones y superposición de tramas, está inspirado directamente en el mundo de la imprenta.
La muestra ha sido organizada bajo la dirección de Ariel Jiménez, comisario independiente que comenzó su carrera como asistente en el taller del propio Cruz-Díez y que ha sido el conservador jefe de la Colección Patricia Phelps de Cisneros y director y conservador de la Fundación de Arte Moderno Jesús Soto en Ciudad Bolívar (Venezuela). Con él se ha organizado un encuentro titulado Estética y eficacia: el diseño gráfico de Carlos Cruz-Diez que se celebra hoy a las 18h en el Auditorio 200 del museo. Héctor San José.