Jim Dine en el Centre Pompidou de Málaga
Jim Dine (1965, Cincinnati, Ohio, Estados Unidos) es pintor, escultor, grabador y poeta. Comienza su práctica artística en Nueva York en 1958 creando happenings y environnements, pasando por el Neodadá, de sumerge en la práctica del dibujo y grabado donde redescubrirá el mundo de la figuración. Su estilo inspirado en los iconos artísticos del pasado, con un toque de expresionismo abstracto, logra una experimentación pictórica muy personal. El Centre Pompidou de Málaga acoge una retrospectiva a raíz de una donación del artista al Musée National d’Art Moderne. La colección regalada son un perfecto resumen de su exploración autobiográfica. Además de esta muestra, el artista ha intervenido en el Centre con una obra site specific que ha consistido en escribir con carboncillo fragmentos de poemas en las paredes de la sala.
«Sí, objetos. No consigo apartarme de ellos. […] Los objetos me importan porque me permiten sentirme en este mundo. Arraigado. Trato de hacerlos míos». Declaraba Dine en 2019. Con una clara influencia del Dadaísmo, el artista elige para sus composiciones prendas de ropa (trajes, corbatas, zapatos, guantes…). Unos accesorios con mucha connotación que se convierten en presencias metafóricas por la forma en que se exponen. El resultado de la acumulación de objetos o herramientas, es el de una escultura independiente a la que le da una trascendencia casi sagrada. Esta ascensión del objeto encuentra, por ejemplo, en la forma del corazón un motivo emblemático del artista a lo largo de su carrera. Es monumental en Nancy and I at Ithaca (Straw Heart), una obra que formaba parte de un environnement (ambiente) compuesto por ocho esculturas. Por otro lado está la figura del albornoz, otra de sus obsesiones. Empieza a representarlos en 1964. Dibujados esquemáticamente, son planos, frontales y siempre muestran la misma postura, con los puños en las caderas, evocando una presencia amistosa pero indolente. En Stephen Hands Path asocia este motivo a un tronco cortado, oponiendo así ausencia corporal y cualidades físicas y dramatizando la inercia del albornoz. Este atuendo ocupa gran parte de su creación pictórica.
Del albornoz pasa a la figura de Venus a partir de 1983. Dine personaliza la icónica Venus de Milo decapitándola y realizando en su estudio una moldura ampliada de yeso para representarla en distintos materiales. Se centra en el estudio minucioso de la naturaleza y de su propio cuerpo y profundiza en el conocimiento de la historia del arte. Extraída de este contexto, simboliza esta etapa de investigación y, como los corazones, incluye a veces herramientas y objetos especiales para el artista.
Aleatoriamente, Pinocho será el siguiente protagonista en su trayectoria. Se identifica con este niño solo en el mundo y lo usa como una metáfora de la creación y como símbolo de la escultura.
Aunque parezca que la obra de Dine no siga un orden o naturaleza homogénea, en verdad todo sigue la línea de su investigación autobiográfica. Todo son metáforas que varían en su forma de representación. La evolución técnica es oscilante, pero se encamina al colorismo y a la abstracción. En su obra más temprana están los Concrete paintings, pinturas de gran formato que son testigos claros de la influencia expresionista. En ellas arroja todo lo que encuentra en el suelo de su estudio, mezclando así su presente, su experiencia y su actividad artística, como en sus poemas.