Investigando a Leonardo
El trabajo comenzado hace 10 años en el Prado con la restauración de la copia de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci supuso un antes y un después en las investigaciones que el museo ha llevado a cabo sobre la técnica y el taller del maestro italiano. Unos avances que ahora presenta en la sala D del edificio Jerónimos en forma de exposición. TEXTO: Fernando Rayón
La recuperación del paisaje del fondo de la Mona Lisa del Prado confirmó que la obra había sido pintada simultáneamente al original del Louvre en el taller del maestro por un discípulo desconocido, que iba introduciendo en la copia las variaciones y correcciones que el maestro decidía en el retrato más famoso de todos los tiempos.
Una década después, Ana González Mozo y el equipo de restauración e investigación del museo, con medios técnicos renovados y con los datos de otros cuadros y exposiciones, han organizado una pequeña exposición para dar una vuelta de tuerca más a aquellos hallazgos: Leonardo y la copia de la Mona Lisa. Nuevos plantemientos sobre la práctica del taller vinciano.
Las conclusiones no solo permiten conocer más datos sobre el taller del maestro sino también sobre su forma de trabajar y producir copias a partir de los modelos y dibujos de Leonardo; incluso sobre la intervención del propio maestro en algunos de ellos. Una cosa es que la documentación de la época ya señalara que estas obras se producían en el taller bajo su supervisión y otra que se compruebe, gracias a los medios técnicos actuales, cómo se desarrolló aquella labor y hasta qué punto Leonardo delegó en sus discípulos la producción de otros trabajos.
El Prado, que no posee ningún original de Leonardo, se ha permitido sin embargo llevar adelante una tarea de referencia que completa los trabajos que el Louvre llevó a cabo tras la restauración de la Santa Ana, la Virgen y el Niño en 2012, o la reciente exposición sobre el maestro en 2019. Conclusiones: que la Mona Lisa del Prado fue pintada por el mismo discípulo que pintó la Santa Ana con la Virgen y el Niño del Hammer Museum de Los Ángeles, y el Salvator Mundi Ganay.
La muestra incluye siete obras, la mayoría procedentes de la bottega vinciana junto a otras obras que se inspiran o proceden de la invención de Leonardo. Entre otras, La Virgen del huso de Fernando Llanos, depositada por el Prado en Murcia; el interesante Niño Jesús abrazado a un cordero de la Fundación Casa de Alba; el Salvador adolescente del Lázaro Galdiano; el Salvator Mundi llamado Ganay –que podría aportar mucha luz sobre el supuesto original–; y la preciosa Leda de la Galería Borghese.
No ha viajado la Santa Ana con la Virgen y el Niño de Los Ángeles ni se exhiben las dos copias que el Prado posee del mismo tema. Una pequeña muestra –que se puede visitar hasta el 23 de enero–, pero que incluye un magnífico trabajo de investigación.
La Mona Lisa del Prado fue pintada por el mismo discípulo que hizo la Santa Ana del Hammer Museum de Los Ángeles y el Salvator Mundi Ganay.