Imágenes japonesas provocadoras en el Carmen Thyssen Málaga

Imágenes japonesas provocadoras en el Carmen Thyssen Málaga

El Museo Carmen Thyssen Málaga inauguró el viernes pasado una propuesta muy original: Material provocativo para pensar. Fotografía japonesa contemporánea. Colección José Luis Soler Vila, que se exhibe en dos espacios del Museo, la Sala Noble y el Espacio ArteSonado. La muestra, patrocinada por Coanfi, que permanecerá abierta hasta el 13 de octubre y se ha convertido en un homenaje póstumo al creador de la colección, fallecido en los últimos días de junio y que no ha podido ver por unas semanas esta exposición de su colección.

En la inauguración estuvieron presentes, entre otros, la vicepresidenta de la Fundació Per Amor a l’Art, que custodia la colección de José Luis Soler Vila, Susana Lloret; el director general de Coanfi, Sergio Angusto; y el gerente y la directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga, Javier Ferrer y Lourdes Moreno. respectivamente.

Material provocativo para pensar. Fotografía japonesa contemporánea. Colección José Luis Soler Vila reúne alrededor de 150 obras de 15 fotógrafos japoneses, todos ellos referentes internacionales de la fotografía contemporánea. La mayor parte de estos artistas estuvieron vinculados a dos movimientos nacidos en Japón y que son claves para la transformación radical del lenguaje fotográfico en todo el mundo: la agencia VIVO, activa de 1959 a 1961, y la revista Provoke, que editó tres números entre 1968 y 1970, con gran influencia posterior y cuyo subtítulo de la revista material provocativo para pensar es el título de la exposición en el Museo Carmen Thyssen Málaga.

Como subrayó la directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga, Lourdes Moreno, esta muestra supone “una aportación de singular importancia a la línea expositiva que el Museo Carmen Thyssen Málaga viene dedicando a la fotografía artística, con un ejemplo inédito en el panorama andaluz y escasamente visto en el nacional. La selección de artistas japoneses ofrece una mirada sorprendente, diferente y absolutamente cautivadora, de enorme influencia en el desarrollo de la fotografía contemporánea”.

De izquierda a derecha: Sergio Augusto, director general de Coanfi (patrocinador de la exposición); Susana lloret, vicepresidenta de la Fundació Per Amor a l'Art; Lourdes Moreno, directora artística del Museo Carmen Thyssen; y Javier Ferrer, director gerente del museo.
Takuma Nakahira. Sin título. Serie “Circulación: fecha, lugar, acontecimientos”, 1971 Fotografía a las sales de plata. Colección José Luis Soler Vila, Valencia © Gen Nakahira / Cortesía de Osiris y Taka Ishii Gallery

Sin la inestimable generosidad de la Fundació Per Amor a l’Art, fundada por el matrimonio Soler-Lloret y presidida hasta su reciente fallecimiento por el empresario valenciano José Luis Soler Vila, propietario junto a su mujer de la más valiosa colección de fotografía japonesa que se conserva fuera del país nipón hubiera sido difícil la puesta en marcha en Málaga de esta muestra.

En ese sentido, su viuda Susana Lloret señaló que “nunca pensé que esta exposición con la que colaboramos desde hace meses con tanto cariño fuera a convertirse en un homenaje póstumo a mi marido. Pero así es. Y pone de manifiesto algo que para él fue siempre esencial: que la colección aportara valor, y por lo tanto trascendiera al tiempo en que se construyó, al espacio en el que originalmente se mostró, y a la persona que la soñó y la hizo realidad. Por eso estoy aquí, para atestiguar que esto que está pasando es lo que él quería, es la razón por la que hicimos este esfuerzo y es el motivo por el que él, hoy, allá donde esté, estará inmensamente feliz”.

Tras el fallecimiento de José Luis Soler Vila el pasado 21 de junio de 2024, la exposición se convierte en un homenaje póstumo a su extraordinaria labor como coleccionista de arte y, especialmente en este caso, de fotografía contemporánea, española y sobre todo internacional, en la que el fondo de fotógrafos japoneses que ahora se muestra en el Museo Carmen Thyssen Málaga destaca por su calidad.

El casi centenar y medio de imágenes se disponen en dos espacios del Palacio Villalón. En la Sala Noble, alrededor de 50 de ellas de 15 fotógrafos de la generación de la posguerra mundial (décadas de 1950 a 1970), que abordaron temas de naturaleza, el cuerpo, el desnudo y una sexualidad desprejuiciada, la vida urbana, las agitaciones sociales y las protestas antiamericanas en el país del sol naciente, y el conflicto tradición-modernidad en un Japón cuya cultura ancestral pasó a convivir con un progreso arrollador.

Esta parte incluye evocadoras visiones de la naturaleza de Yoho Tsuda y Shigeru Onishi, una selección de retratos tomados por Hosoe y Tomatsu -fundadores de VIVO, Sato o la fotógrafa Tamiko Nishimura. En el conjunto de imágenes del cuerpo desnudo y cargado de una sexualidad totalmente liberada, destacan Araki y Moriyama, los creadores más provocadores de este panorama.

Además se exhiben dos series intimistas de Narahara, realizadas en un monasterio y una cárcel de mujeres, que dan paso a una galería de imágenes protagonizadas por  las revueltas y protestas estudiantiles antiamericanas tomadas por Hamaguchi y Hamaya, de las secuelas de las bombas atómicas, por Kawada, y un conjunto de imágenes callejeras, que muestran la vibrante modernización del país, de Moriyama (en color), Takanashi -pionero de Provoke-, Tomatsu y de otra fotógrafa, Miyako Ishiuchi.

En el Espacio ArteSonado, segunda parte de la muestra, el foco se centra en el líder más carismático de Provoke: Takuma Nakahira. Y más en concreto en un proyecto ambicioso que desarrolló en 1971, titulado Circulation: Date, Place, Events (Circulación: fecha, lugar, acontecimientos). Este trabajo fue presentado en la VII Bienal de París, donde realizó una instalación performativa conformada por instantáneas tomadas en la capital francesa durante las semanas de la bienal, a modo de diario callejero. Aunque quemó su archivo fotográfico en 1973, se pudo una buena parte de la serie.