Goya supera la barrera de los diez millones de dólares
Por fin Goya supera en el extranjero una cifra tan elevada –16,4 millones de dólares– por dos pinturas. Podrían haber sido adquiridas por uno de los clientes de Andrew Fletcher, jefe del departamento de Old Masters de Christie´s. Más allá de este record, los resultados de la subasta pueden considerarse tibios si tenemos en cuenta que los remates de los principales lotes han estado, por lo general, próximos a sus estimaciones de salida. Con todo, se aprecia el interés de algunos propietarios por vender sus cuadros fuera de nuestro país, como ha sucedido con San Jerónimo en su estudio de Marinus, que ha duplicado lo que pagó su hasta ahora dueño cuando fue subastado en 2015 en Madrid. Murillo, Rubens, Canaletto, Brueghel o Watteau han acaparado también el interés de los coleccionistas.
Anoche, todas las miradas estaban puestas en la subasta neoyorquina de Christie`s. De los 49 lotes que se ofrecían, el 138 era gran protagonista: dos retratos de Francisco de Goya cuyo precio de salida superaba por primera vez la cifra de los diez millones de dólares. Doña María Vicenta Barruso Valdés, sentada en un sofá con un perro y Doña Leonora Antonia Valdés de Barruso, sentada y sosteniendo un abanico, dos retratos pintados por el aragonés en 1805, partían con una estimación entre 15 y 20 millones.
Las expectativas, como anunciábamos, se cumplieron y las pinturas se remataron en 16.410.000 $. Las razones esgrimidas para esta altísima cotización también las explicaba, pues se trataba de dos de los últimos retratos de Goya que quedaban en manos de particulares fuera de nuestro país. Cuando se exhibieron en Madrid en 2008 con motivo de la exposición Goya en tiempos de guerra (pp. 210-212, nº cat. 39-40) figuraban como propiedad de una colección particular londinense.
La correspondiente ficha de catálogo explicaba además que nunca habían sido expuestas públicamente hasta ese momento y que podían considerarse los primeros retratos de Goya de mujeres de la burguesía.
Respecto al comprador, podrían haber sido adquiridas por uno de los clientes del jefe del departamento de Old Masters de Christie`s, Andrew Fletcher. Tendremos que esperar a que vuelvan a exponerse en una muestra para saber a qué continente han ido a parar.
Además de los goya, la casa de subastas ofrecía pinturas de gran importancia, algunas vinculadas a nuestro país. Entre ellas estaba San Jerónimo en su estudio de Marinus van Reymerswale (lote 111), una tabla ofrecida con anterioridad por Fernando Durán el 28 de diciembre de 2015 (lote 358). Si entonces su propietario pagó por ella 650.000 euros, su salida al mercado internacional ha duplicado su valor al rematarse en 1.260.000 dólares.
Caso similar es el de los dos pequeños bocetos de las santas Justa y Rufina de Bartolomé Esteban Murillo (lote 128) rematados en 302.000 $. Las pinturas tienen el aliciente de haber formado parte de la colección del marqués de las Marismas a mediados del siglo XIX. Se conocían a través de sendas fotografías incluidas en el volumen de Diego Angulo (1981, vol. II, nº cat. 349 y 350) –imágenes que después utilizó Valdivieso en su monografía de 2010– tomadas cuando comparecieron en el mercado suizo en 1980.
En otro orden de cosas, Christie’s ofrecía dos pinturas de Pedro Pablo Rubens, una pequeña tabla con el posible retrato de su esposa, Isabel Brandt (lote 129) y los Desposorios místicos de santa Catalina (lote 137) que en su día pasaron por The Sarah Campbell Blaffer Foundation (Houston). A pesar de ser obras con una amplia bibliografía y de reconocida calidad, solo se vendió la primera por 1.197.000 dólares, cifra ligeramente superior a su estimación de salida.
Con todo lo ya dicho, la casa de subastas ha puesto el foco de atención en su nota de prensa sobre los resultados de anoche en tres piezas, a saber: Vista del puente de Rialto de Venecia de Canaletto (lote 144) por el que se han pagado 2.700.000 dólares (más costas). Se trata de una de las últimas obras que quedaban por vender de la colección de Paul Allen, buena parte de la cual se subastó el año pasado también en Nueva York (ver aquí). La cifra supera los 3,7 millones (más costas) pagados recientemente en Sotheby’s en Londres por otra vista veneciana que perteneció a la colección Grasset.
Meritorios son también los casi tres millones de dólares pagados por el pequeño Paisaje de verano con carros de Jan Brueghel I (lote 123). Además de su calidad, su pedigrí –perteneció primero a los electores palatinos y reyes de Bavaria e incluso pasó por la Alte Pinakothek de Múnich– sumó al precio que se pagó por él por más que este, como en el resto de los lotes vendidos anoche –incluida la preciosa Peregrinación a la isla de Cythera de Antoine Watteau (lote 141), que ni siquiera llegó a los 2,5 millones estimados–, no superase las expectativas de salida.