Fiasco en Goya con su filón filipino
Vendido un lienzo de Menchu Gal por 55.000 euros, las reducidas ventas para el mercado asiático han mostrado, sin embargo, que no es oro todo lo que reluce
Para bien o para mal, según se vea. Lógicamente, las escasas ventas son malas para el propietario, que a juzgar por los precios de inicio esperaba demasiado de sus piezas, y para la sala de subastas Goya, que no ha encontrado compradores interesados para unos cuantos dibujos y acuarelas de reconocidos pintores filipinos. Pero esos datos son buenos para el mercado en general pues, de alguna manera, fijan los precios máximos para sencillos dibujos que los coleccionistas no están dispuestos a pagar. Veamos y analicemos con algún detalle.
El vencedor de la cita de los días 2 y 3 de junio, de la que hablamos largo y tendido en nuestro artículo de previos (ver), sin duda ninguna, ha sido el filipino Juan Luna (1857-1899) pues de diez dibujos de su mano que se ofrecían, seis de ellos han encontrado nuevos propietarios, facturando un total de 34.000 euros más la comisión de la sala y los impuestos. El más interesante fue el titulado Academia, desnudo masculino (con sello «Juan Luna y Novicio: Pensionado», 50 x 40 cm; 433), que subió de 4.000 a 9.000 euros. De cerca le siguió otro Desnudo masculino a sanguina (con sello «Juan Luna y Novicio: Pensionado», 50 x 40 cm; 434), que hizo lo propio de 5.000 a 7.500 euros mientras su Anciano orando (50 x 30 cm; 440) pasó de 6.000 a 7.000 euros, y su Paisaje, firmado en Roma (40 x 30 cm; 437) se adjudicó por 4.500 euros. Menores fueron ya Academia, pie (con sello «Juan Luna y Novicio: Pensionado», 25 x 38 cm; 429), que se adjudicó por los 3.000 euros pedidos, exactamente igual que su Academia, mano (con sello «Juan Luna y Novicio: Pensionado», 25 x 38 cm; 430).
De Félix Resurrección Hidalgo sólo se adjudicó un sencillo dibujo, titulado Marina (20 x 15 cm; 425), por los 2.000 euros pedidos, y no hubo interesados por las acuarelas Res pastando en Luzón (419; 3.000 euros) ni Puerto de Manila (420; 3.500 euros) ni por otros dibujos suyos: Paisajes y figuras populares (423; 8.000 euros), Joven filipina (426; 4.000 euros) ni Joven sentada con el torso desnudo (427; 6.000 euros). Y, para terminar con estas calamidades, tampoco hubo interesados por la acuarela de Fabián de la Rosa, Paisaje de la isla de Jolo (421; 3.000 euros), ni por Alguacil de Provincia (418) de Félix Martínez Lorenzo, por la que se pedían nada menos que 12.000 euros.
Avancemos, mencionando la venta en pintura antigua, por los 15.000 euros pedidos, de la Sanación de un príncipe o La presentación de una reliquia al Infante Don Carlos de Austria, hijo de Felipe III (O/L, 140 x 251 cm; 56), lienzo atribuido al portugués Bartolomé de Cárdenas (1547-1606).
Como decíamos al inicio, la venta más destacada llegó con el siglo XX. Y debo reconocer mi sorpresa al escuchar en la sala adjudicar el sencillo Paisaje (O/L, 80 x 100 cm; 522) de Menchu Gal por los 55.0000 euros de inicio, pues hacía tiempo que no se oían esas cantidades para obras de esas características de la de Irún.
Más allá de ello, nuestra enhorabuena desde aquí por la venta de la obra que se completó con los 3.5000 euros pagados por el atractivo e interesante Retrato de don Manuel Sánchez Camargo (O/L, 71 x 53 cm; 509) de Oswaldo Guayasamín y por los 500 de la pequeña tablita temprana, de 1965, de Eduardo Úrculo, antes de su estilo definitivo: Espantapájaros (O/T, 31 x 25 cm; 588). Daniel Díaz @Invertirenarte