EXPOSICIÓN EXCEPCIONAL DE REMBRANDT EN TORNO A TRES OBRAS MAESTRAS

EXPOSICIÓN EXCEPCIONAL DE REMBRANDT EN TORNO A TRES OBRAS MAESTRAS

Rembrandt van Rijn. «Parábola del hombre rico».

EXPOSICIÓN EXCEPCIONAL DE REMBRANDT EN TORNO A TRES OBRAS MAESTRAS

La generosidad de seis grandes museos europeos ha permitido organizar al Jacquemart-André de París una muy buena exposición sobre Rembrandt. El MET de Nueva York, el Hermitage de San Petersburgo, la National Gallery de Londres, el Rijksmuseum de Ámsterdam, el Louvre de París y el Kunsthistoriches de Viena han prestado algunas obras para presentar esta muestra, concebida en torno a tres pinturas maestras: Los Peregrinos de Emaús (1629), el Retrato de la Princesa Amalia von Solms (1732) y el del Doctor Arnold Tholinx (1656). Cada una de ellas ilustra una época diferente y fundamental de su creación. Desde sus comienzos en Leiden, a sus primeros años de fulgurante éxito en Ámsterdam y a los de madurez artística.

Rembrandt van Rijn. “Huida a Egipto”.

La idea nació al querer confrontar sus cuadros con los de otros contemporáneos suyos –a través de pinturas, grabados y dibujos–, con el fin de comprender mejor su genialidad y amplitud. La cuidadosa selección de los dibujos y grabados permite al visitante descubrir todas las facetas de su inmenso talento.

“Maestro indiscutible del arte holandés del XVII dominó en su época tres campos: el de la pintura, el grabado y el dibujo”, así lo afirman los organizadores de la muestra, quienes añaden: “Ha experimentado, sin cesar, diferentes técnicas para traducir su visión del hombre y del mundo al tiempo que se afanó en representar a las personas de su círculo íntimo. Su mujer Saskia, su última compañera Hendrickje Stoffels o su hijo Titus son objeto de numerosos de sus estudios. Se representó a sí mismo varias veces a lo largo de su vida, de modo que llevó el género del autorretrato a su cenit.

La exposición ocupa ocho salas del museo francés. En las dos primeras, junto a los Peregrinos de Emaús, figura La parábola del hombre rico (Gemäldegalerie de Berlín), con la que se pueden descubrir diversas similitudes; una de ellas el origen de la luz disimulada, esta vez, por la mano del hombre sentado a una mesa, rodeada de libros de cuentas. También se exhibe San Pablo en su mesa de trabajo, más cercana aún a la cena, aunque aquí, de nuevo, el rostro del santo en meditación esté a pleno sol.

En las siguientes salas se muestra una selección de dibujos, entre los que destaca un Ecce Homo prestado por la National Gallery de Londres. Es preparatorio de un grabado monumental, que permite comprender mejor la originalidad de Rembrandt y su excepcional maestría en la técnica del aguafuerte. Sus grabados se convierten en auténticas obras de arte, al firmarlos.

La exposición se cierra con una sala consagrada a sus últimos años de creación en los que el arte alcanza un raro equilibrio, al unir maestría técnica, finura de la percepción psicológica y libertad estilística. Libertad que despoja a sus retratos de toda puesta en escena para concentrarse mejor en la verdad de los seres. Su estilo se hace cada vez más libre y más rápido.

Abierta hasta el 23 de enero de 2017. MPR

Rembrandt van Rijn. “Anciano con vestido oriental”.