El esclavo negro que da nombre a la última adquisición del Met

Ocultado y ahora recuperado: el esclavo negro con nombre propio que da título a la última adquisición del Met

El museo norteamericano ha anunciado la compra de Bélizaire y los niños Frey, atribuido al artista neoclásico francés Jacques Amans. Su peculiaridad reside en la figura recientemente descubierta sobre la parte derecha del cuadro, un joven negro que durante años estuvo oculto por el paisaje.

La historia ha tratado de manera caprichosa a ciertas pinturas; a veces han sufrido añadidos, como los desnudos de Miguel Ángel de la Sixtina que tanto ofendían a los obispos, y otras veces eliminaciones, como el fondo de la Gioconda del Prado. Esto último es lo que ha pasado con el esclavo negro de la pintura que es la última adquisición del Met.

Bélizaire fue un esclavo que vivió en Nueva Orleans entre 1822 y 1860. Trabajó para Frederick Frey, un banquero y comerciante alemán que vivía junto a su esposa y sus tres hijos: Elizabeth, Léontine y Frederick Jr. Hacia 1837 encargó un retrato familiar a Jacques G. Lucien Amans, artista francés que trabajó en la ciudad americana durante las décadas de 1830 y 1850.

El cuadro original representaba a los hijos del mecenas en medio de un paisaje boscoso, posando tranquilamente bajo la atenta mirada del esclavo, que se apoya sobre un árbol en el extremo derecho de la composición (es el único que no mira al espectador).

Según explica Elizabeth Kornhauser, comisaria emérita del Metropolitan Museum, “el artista parisino habría recibido el encargo nada más llegar a Nueva Orleans, en 1836”, oportunidad que Amans habría aprovechado para captar la tensión racial de la época. Pintó en un paisaje típico de Luisiana a un solemne y bien vestido joven criollo de unos 15 años, situándole prácticamente al mismo nivel que los hijos de su dueño (dos de los cuales, por cierto, fallecerían ese mismo año).

Atribuido a Jacques Guillaume Lucien Amans. Bélizaire y los niños Frey. Hacia 1837. Óleo sobre lienzo. The Metropolitan Museum of Art, Nueva York.
Cuadro antes de la restauración, con la figura de la derecha eliminada.

La pintura fue mutilada –conscientemente– hacia finales del siglo XIX o principios del XX a instancias de un miembro de los Frey, que quiso eliminar de la escena al esclavo. Entonces, y como por arte de magia, su figura negra desapareció entre ramas, lagos y campo. Estuvo condenada al olvido durante más de 100 años, hasta que un restaurador levantó en época reciente el repinte y el personaje afloró de nuevo.

En 2021 se añadió la última pieza de este puzle que por fin está completo. Fue cuando el coleccionista Jeremy K. Simien adquirió el cuadro y lo estudió a fondo, cuentan en Artnet. Identificó al chico, su nombre y su historia, también la del resto de niños representados.

El lienzo del esclavo negro es la última adquisición del Metropolitan Museum de Nueva York, que lo ha comprado para mantener vivo el recuerdo de esa memoria borrada y más tarde recuperada. Bélizaire y los niños Frey podrá verse desde otoño en la galería 756 del museo, en el ala de arte americano (que en 2024 cumplirá su primer centenario). Sol G. Moreno