El Velázquez de Abalarte, vendido por 4.270.000€, nuevo récord en España de subasta
Dos coleccionistas al teléfono subieron las pujas un millón de euros, desde los 2.500.000 hasta los 3.500.000, en una jornada histórica para la sala
Corría el inicio del mes de octubre de 2006 cuando Hermenegildo Anglada-Camarasa pulverizó todos los records anteriores de venta en subasta en España. Estábamos en el Hotel Palace de Madrid, y su tabla de 52 x 82 cm pintada en París en 1900, El casino de París, lote 36 para mayor detalle, superó cualquier expectativa y, tras salir a pujas por 250.000 euros, se bajó el martillo en 2.600.000 euros, vendiéndose finalmente por nada menos que 2.924.000 euros, comisiones e impuestos ya incluidos (ver).
Dieciséis años después, Abalarte hace historia al adjudicar el pequeño pero buen Retrato de caballero, c. 1621/3 (O/L, 32 x 23,5 cm; lote 163), atribuido hace años a Diego Velázquez (1599-1660) por Alfonso E. Pérez Sánchez, por 3.500.000 euros. El lienzo salió como pujado ya en mesa por 2.500.000 euros, gracias a una puja previa por escrito; dos coleccionistas se alternaron entonces en directo al teléfono, comenzando por 2.750.000 euros y subiendo en cada puja 250.000 euros, hasta que el primero ofreció los 3.500.000 euros definitivos. Añadidos los 770.000 euros de comisión de la sala y de impuestos, el 22% sobre el precio de adjudicación, quedan los definitivos 4.270.000 euros. La cifra final, por cierto, queda lejos de las 2,953,250 GBP (3.544.637 euros) pagadas en diciembre de 2011 en Bonhams Londres por el Retrato de caballero (O/L, 47 x 39 cm; ver y ver) que Peter Cherry atribuyó al maestro sevillano desde las páginas de nuestra revista (ver).
Hablamos ya, en nuestro artículo de previos de la cita, largo y tendido del cuadro, de su identificación, atribución y procedencia de los vizcondes de Roda (ver). Pero quedaban pendientes varias ideas por resolver, que me parecen interesantes.
La primera y más evidente: si el coleccionismo general, y el español en particular, aceptaba o no tal atribución. La segunda: consecuentemente, si habría coleccionistas en nuestro país que quisieran comprarlo sabiendo que la estimación partía desde los dos millones y medio de euros y que el lienzo había sido declarado BIC, bien de interés cultural, por lo que no podría ser sacado de nuestro país, salvo temporalmente y con un permiso expreso por parte del Ministerio.
En buena lógica, la tercera cuestión, sobre el posible comprador final, quedaba más simplificada que en otras ocasiones pues casi todos los coleccionistas extranjeros quedaban excluídos por no poder exportar a su país el cuadro, y los de aquí, interesados y con ese poder adquisitivo, eran, son, pocos, y uno compró hace relativamente pocos años el Retrato de niña… Probablemente se trate entonces del otro; veremos.
La cuarta, sobre quién pudiera ser el retratado, queda aún en el aire, a la espera de nuevas investigaciones que arrojen luz sobre los personajes importantes alrededor de la corte madrileña en los inicios de la década de 1620.
Aprovechen y acérquense a contemplar de cerca y con detalle el lienzo, antes de que su flamante dueño lo recoja… No pierdan la oportunidad de dejarse atravesar por esos ojos. Velázquez es mucho Velázquez y sus miradas no se olvidan fácilmente. Que se lo digan al papa Inocencio. Daniel Díaz @Invertirenarte