El retrato de récord de Lavinia Fontana acaba en Tokio
El rostro de Antonietta Gonsalvus rompió todas las barreras de la artista barroca italiana cuando se adjudicó en 2023 por 1,55 millones de euros en una casa francesa. Después se expuso en TEFAF Maastricht la pasada edición de la feria y ahora la obra acaba de ser adquirida por el Museo Nacional de Arte Occidental de Tokio (NMWA por sus siglas en inglés).
El Museo Nacional de Arte Occidental de Tokio fue creado en 1959 a partir de la Colección Kojiro Matsukata. Alberga importantes pinturas datadas entre los siglos XV y el XX de autores europeos como Ribera, Rubens o el Veronés. Pues bien, ahora su edificio principal –concebido por Le Corbusier y Patrimonio de la Humanidad–, aloja una nueva obra maestra: Retrato de Antonietta Gonsalvus, de Lavinia Fontana, recientemente adquirida por la institución nipona.
Este lienzo copó los titulares de los periódicos en junio de 2023, cuando salió a subasta en Rouillac con una estimación que oscilaba entre los 80.000 y los 120.000 euros. La casa francesa había rastreado su procedencia hasta el siglo XIX, cuando se sabe que formaba parte de la colección de Edgar Bérillion, psiquiatra que redactó numerosos escritos sobre la hipnosis, y que también escribió Estudio psicológico y sociológico sobre las mujeres con barba, interés que quizá le llevó a adquirir la pintura de Fontana.
Finalmente, el lote se remató en Francia por un valor diez veces superior a su precio de salida, alcanzando los 1,55 millones de euros. Eso lo convirtió en la pieza más cara de la artista y la primera en alcanzar una cifra millonaria. ¿Fue por la rareza del rostro representado o por la revalorización lógica de la pintora? Difícil saberlo.
La retratada, Antonietta Gonsalvus, padecía hipertricosis, una enfermedad que hace que el vello crezca de forma descontrolada. Junto a ella, su padre y sus hermanos también padecían esta dolencia. El caso de su familia, procedente de las islas Canarias, es uno de los primeros en Europa de los que existe documentación.
Su padre, Petrus Gonsalvus, fue llevado desde el archipiélago a la corte del rey francés Enrique II, donde fascinó por su extraña condición. Tras contraer matrimonio con una mujer parisina, Gonzalvus tuvo seis hijos, entre los que se encontraba Antonietta. Parte de esta historia sobre su procedencia es, de hecho, lo que narra el papel que la niña sostiene entre las manos en el cuadro de Fontana.
Menos de un año después de alcanzar el récord en subasta, el lienzo volvió a aparecer en el mercado europeo. Fue en la edición de 2024 de TEFAF Maastricht, cuando la galería ginebrina Rob Smeets lo expuso en su stand. Gracias a ello, la obra ha acabado en manos del NMWA, según la versión italiana del portal Exibart, por un precio superior a los cuatro millones de euros.
Actualmente, el retrato de Antonietta Gonsalvus se encuentra expuesto en la colección permanente de la pinacoteca japonesa que, con adquisiciones como esta, pretende llenar el vacío causado por la ausencia de presencia femenina en sus colecciones, más acusada aún en obras de épocas clásicas. Sofía Guardiola
