El que se lo encuentra se lo queda: Artur Silva en la galería Lullo Pampoulides
La galería londinense dirigida por Andrea Lullo y Andreas Pampoulides presenta Finders Keepers, la primera exposición individual en Europa de Artur Silva, comisariada por Mercè Valderrey.
Es 1816 y un busto de siete toneladas yace medio enterrado en el desierto. Concretamente en un lugar destinado a la desesperación de los poderosos. No es un retrato cualquiera, es Ramsés II. Ha sobrevivido a las primeras campañas del naciente colonialismo obsesionado por los artefactos culturales de los lugares que conquista. Pero el reposo de Ozymandias ha llegado a su fin gracias a Giovanni Belzoni.
Nacido en Italia, y con una breve trayectoria circense, Belzoni llevaba un tiempo trabajando para el mandatario de la región por sus conocimientos avanzados en ingeniería. Un saber que le permitió despertar al coloso que reside ahora en el British Museum.
En 1822, unos años después de aquella expedición que apuntaló su fama como el mejor extractor de reliquias, Belzoni fue retratado con las vestimentas apropiadas de un habitante del desierto.
Fue esa pintura, atribuida a Horace Vernet y bajo la custodia de la galería Lullo Pampoulides, la que sembró el germen de la exposición Finders Keepers [El que lo encuentra se lo queda] del artista Artur Silva y comisariada por Mercè Valderrey en la sede londinense de la galería.
La muestra se inauguró el pasado 16 de noviembre y permanecerá abierta hasta el 7 de diciembre (fecha en la que la capital británica estará inmersa en la semana de subastas más importante de la temporada).
Silva acompaña al retrato de Belzoni con siete fotografías-objeto y dos proyecciones, además del letrero del nombre de una calle con un revelador juego de palabras: Imperial Way.
Su traducción literal sería Calle del Imperio, una denominación que recibieron durante el siglo XIX muchas vías de Reino Unido (y que algunas aún mantienen). El nombre también puede significar «a la manera del imperio». Un doble sentido que deja poco espacio para la oposición al poder de la metrópolis sobre las colonias.
Son esos juegos semánticos los que interesan más a Silva, que ha creado una serie en la que retrata a trabajadores anónimos del barrio en el que reside en Brasil: Sahara. Se trata de un gran centro comercial al aire libre que recibe mercancías de todo el mundo acarreadas por inmigrantes sirios y libaneses. Anónimos peones de un sistema global mucho más grande que ellos, igual que aquellos que ayudaron a Belzoni hace más de 200 años.
Las fotografías que ilustran esta situación están acompañadas de objetos relacionados con la actividad comercial y el transporte de mercancías: cadenas, cordones, cinchas… El único material que rompe la uniformidad son unas plumas del único ave que migra hasta Sudamérica desde Asia.
En las imágenes, los protagonistas están enfocados delante de un fondo sin definir. En una de ellas, una lupa rodeada de cordones con los colores de la bandera brasileña solo permite ver a un hombre tirando de una carretilla.
Se respeta una simetría relativamente estricta en la mayor parte de los casos. «Me gusta trabajar con simetrías porque quiero centrarme en la profundidad de los significados. Por ello es necesario que no distraiga demasiado la complejidad de las formas» explica Silva.
El artista vio el retrato de Belzoni atribuido a Horace Vernet por primera vez en 2021 en TEFAF Maastricht y eso inició el proceso de creación en su mente (aunque el conjunto no comenzó a tomar forma hasta hace seis meses).
Para contextualizar todo este alegato sobre las similitudes entre el mundo colonial y el poscolonial, también se proyecta el documental Finders Keepers, dirigido por Artur Silva y producido por Mercè Valderrey. En él intervienen Lewis McNaught, ex conservador de las colecciones egipcias del British Museum; Barnaby Phillips, autor del libro Loot, James Ratchliffe y Olivia Whitting, del Art Loss Register, y Joao Pacheco, conservador de las colecciones etnológicas del Museo Nacional de Brasil. Todos ellos discuten la situación actual en el tema de las restituciones, el gran reto de los museos contemporáneos.