El Prado devuelve ‘El Coloso’ a Goya
TEXTO: Fernando Rayón
Los responsables del Museo del Prado han aprovechado la presentación de las nuevas salas del siglo XIX para volver a atribuir a Goya El Coloso, durante décadas obra maestra del pintor y que Manuela Mena, conservadora de la pinacoteca hasta 2018, eliminó de su catálogo en 2008 en una polémica decisión que el museo hizo suya al año siguiente.
“Para mí, esta obra no es de Goya […] corresponde a otra mano distinta […] y la figura del gigante, muy clasicista, no corresponde a su forma de hacer» decía entonces la especialista.
Aquellos primeros planteamientos tuvieron un desarrollo mayor en un informe publicado al año siguiente en la página web del Prado. En ese estudio, titulado El Coloso y su atribución a Goya, insistía Mena, jefa de Conservación de Pintura del siglo XVIII y Goya, y reconocía una “extensa investigación” que no se había hecho cuando llegó al Prado en 1931, para concluir que la obra maestra no había sido pintada por el maestro aragonés sino por otro autor. Incluso se atrevía a formular una hipótesis sobre su autoría y proponía que las iniciales ‘AJ’, lo acercaban al pintor valenciano Asensio Juliá, conocido durante de los últimos años del siglo XVIII como amigo y colaborador de Goya. A partir de aquel informe, las dudas se dispararon al atribuir otros especialistas estas supuestas iniciales a números de inventario mal leídos por la conservadora.
Pues bien, aquella polémica que nunca desapareció es retomada ahora por el actual conservador de pintura española del museo, Javier Portús, para modificar la atribución en la nueva cartela que ya cuelga junto al Coloso: “Aunque catalogada hasta fechas recientes como original de Goya, y con frecuencia considerada una de sus obras más singulares, esta pintura ha suscitado en los últimos años un intenso debate crítico. En el mismo, que no ha concluido, han participado los más importantes especialistas sobre el pintor, que discrepan entre sí acerca de su autoría. El fecundo uso que hizo Goya de este tipo de temas, la originalidad de su planteamiento narrativo, los altos valores estéticos que muchos reconocen en él o la presencia de una pintura de tema similar en el inventario de los bienes que tenía el artista en 1812 son datos que sitúan a este cuadro en su órbita más cercana”.
Por todo ello, concluye el Prado que se trata de una obra “Atribuida a Goya”. La sitúa “después de 1808” y anuncia la próxima publicación, por parte del conservador Javier Portús, de un trabajo exhaustivo sobre la obra. El Coloso vuelve a Goya.