EL PERIPLO DEL BUSTO DE ANTONINO PÍO COMPRADO POR LA JUNTA DE ANDALUCÍA

EL PERIPLO DEL BUSTO DE ANTONINO PÍO COMPRADO POR LA JUNTA DE ANDALUCÍA

EL PERIPLO DEL BUSTO DE ANTONINO PÍO COMPRADO POR LA JUNTA DE ANDALUCÍA

La obra, que pronto será expuesta en el Museo de Málaga, fue adquirida por la Consejería de Cultura por 80.000 euros, tras haber vivido una historia de olvido, robos y reencuentros en televisión. Pertenecía a la colección de Vicente Jimenez Ifergán y el pasado noviembre se expuso en FERIARTE.

Esta escultura de Antonino Pío destaca por ser la única que encarna a un emperador romano hallada en Málaga; además, es una de las ocho que se han encontrado en España y de las que se puede rastrear su procedencia. Solo dos de ellas representan al mismo emperador: la que encontraron en Puente Genil (Córdoba) y otra conservada en Caparra (Cáceres).

La pieza recién comprada por la Junta fue realizada en un taller de la Bética, data del siglo II y comienza su andadura decorando una villa de recreo situada entre Gades y Malaca. Allí, el busto quedaría enterrado hasta el siglo pasado, cuando fue descubierto –hacia 1912–, mientras se llevaban a cabo unas labores de jardinería en lo que actualmente es el barrio de Huelin (Málaga). Desde ese momento pasó a pertenecer a la familia Bolín, que en la década de los sesenta lo presentó públicamente en el VIII Congreso Nacional de Arqueología. Sin embargo, en 2004, fue sustraído del domicilio mientras los dueños reformaban su casa del Paseo de Reding.

No se supo nada de la efigie hasta 2011, año en el que Michelle Obama visitó la Costa del Sol. Con motivo de este viaje se entrevistó a Ricardo Arranz, director del hotel de lujo Villa Padierna de Marbella, una aparición televisiva que supuso el redescubrimiento del busto (pues tras Arranz se pudo ver en pantalla la escultura robada de Antonio Pío). Adolfo Martos, abogado ligado a los Bolín, se encontraba viendo el telediario en aquel momento y reconoció la obra de inmediato.

Entonces la familia habló con el empresario hotelero, que había comprado el busto a un anticuario de Sevilla, quien le había entregado además la factura y el certificado correspondientes. Al enterarse de que era una obra robada, Arranz no dudó en devolverla a los Bolín. Apenas un año después, la familia decidió venderla al coleccionista Vicente Ifergán por 80.000 euros, quien la expuso en su galería situada en el centro de Málaga, Ifergán Collection.

Perfil del busto de Antonino Pío. Fotografía de la Junta de Andalucía.
Busto de Antonino Pío encontrado en Puente Genil (Córdoba). Fotografía perteneciente al Museo Arqueológico Nacional.
Juan Manuel Moreno Bonilla en la presentación del busto en el Museo de Málaga. Fotografía de la Junta de Andalucía.

Desde entonces el busto se ha presentado en varias ocasiones en la feria madrileña FERIARTE; la última vez este año pasado, cuando Ifergán recibió numerosas y astronómicas ofertas, según explica. Como la pieza había sido catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), no podía venderse fuera de España, además su futuro comprador debería garantizar su exposición al público, al menos durante determinados días al año.

Tal vez por eso el anticuario prefirió ofrecer el busto a la Junta de Andalucía por el mismo precio que él había pagado, y esta aceptó tras poco más de un mes de conversaciones. A principios de enero, la efigie de Antonio Pío se presentó en el Patio de la Aduana del Museo de Málaga —donde podrá contemplarse próximamente— en un acto que contó con el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla. «La compra de esta pieza responde a la necesidad de profundizar en el arraigo de nuestra tierra», manifestó.

El busto está esculpido en mármol blanco, posiblemente procedente de Roma, y su estado de conservación es bueno, a pesar de que presenta golpes en nariz, orejas y le falta una parte de los hombros, tal y como describe el conservador del Museo de Málaga Eduardo García Alfonso (encargado del expediente gracias al cual la pieza fue declarada BIC).

Se trata de una representación de madurez del emperador, al igual que ocurre con los bustos anteriormente mencionados de Caparra y Puente Genil. Este último, que también data del siglo II, se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional. En él el emperador luce barba y pelo ensortijado como en la imagen malagueña, pero tratado con mayor nivel de detalle. Además, conserva una parte de la armadura, en la que podemos ver esculpida una cabeza de Medusa. Sofía Guardiola