El Museo del Prado reorganiza su pintura gótica

El Museo del Prado reorganiza su pintura gótica

La pinacoteca ha inaugurado hoy la nueva reordenación de su colección tardomedieval en las salas 51 A y 51 B. Este es el resultado de una profunda investigación por parte del departamento que ahora dirige Joan Molina y de la restauración llevada a cabo por el taller del museo.

Sala 51A. Foto © Museo Nacional del Prado.

La pintura gótica se reorganiza en el Museo del Prado. Son apenas dos salas: las 51 A y 51 B de la planta edificio Villanueva. Poco espacio para una colección importante y que, además, se empieza a mostrar con nuevos estudios, atribuciones y propuestas.

Aunque quizá, lo que más llame la atención al visitante sea el color azul de las paredes. Un acierto que no podrán admirar en las imágenes facilitadas por el museo.

Este luminoso azul pretende intensificar el fuerte cromatismo de las pinturas que fueron pensadas y elaboradas para reforzar un mensaje en la penumbra de las iglesias o de la devoción particular.

Pero la parte mollar de la nueva exhibición ha sido el trabajo de investigación y restauración llevado a cabo por el nuevo responsable de esta colección, Joan Molina, y por el taller del propio museo.

Salas góticas del Museo del Prado (Sala 51B).
Salas góticas del Museo del Prado (Sala 51A).

La limpieza de algunas de estas obras no solo permite reconocer la calidad de las piezas, sino también ajustar las antiguas atribuciones.

Entre estas restauraciones destaca la del Santiago Peregrino de Juan de Flandes, depositado en el Museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela y que permanecerá de momento en el Prado.

No menos importante ha sido la limpieza de La Virgen con el Niño atribuida ahora a Pere Nicolau. Otras piezas que han cambiado de autor son las cuatro tablas de la Historia de santa Úrsula compradas hace unos años gracias al legado Villaescusa.

La atribución a Jaume Mateu refuerza la colección de pintura gótica valenciana, algo que no ocurre con las obras catalanas de la misma época.

La ausencia –por cuestión de tiempos en la restauración– de una de las piezas catalanas recuperadas –una Virgen de la leche de los Serra– será otra de las novedades que el nuevo conservador Joan Molina incorporará a estas salas azules. Fernando Rayón.