El Museo del Prado concluye la búsqueda de obras incautadas

El Museo del Prado concluye la búsqueda de obras incautadas

La institución ha hecho público el informe dirigido por el catedrático y profesor emérito Arturo Colorado Castellary que ha concluido que un total de 70 obras de sus fondos proceden de incautaciones realizadas durante o después de la Guerra Civil.

El Museo del Prado ha hecho públicos los resultados del informe elaborado por el profesor Arturo Colorado Castellary –con la participación de Alberto García Alberti e Ignacio González Panicello–, que estudiaba la presencia de obras incautadas durante y después de la Guerra Civil en sus fondos.

En septiembre del año pasado, el estudio preliminar contaba 62 obras –de las cuales 25 procedían de la Comisaría General del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional–, cifra que ahora ha ascendido a 70.

Tal y como detalla el documento, el nuevo total «implica la eliminación de algunas obras, el aumento del total y, sobre todo, la reorganización y clarificación de las procedencias de todas ellas».

Lo más relevante de este estudio, cuya publicación estaba prevista para primeros de año, son las procedencias originales. Algunas de ellas ya se conocían con anterioridad y habían sido recogidas por Colorado en su publicación, Arte, botín de guerra, en el informe preliminar de septiembre o en la investigación publicada en ARS Magazine número 57. Pero también hay algunas nuevas.

Los nombres propios mencionados son: el alcalde de Madrid Pedro Rico –cuyos herederos están inmersos en el proceso de restitución de la colección–, Gonzalo Rodríguez –residente en el 1º derecha del número 100 de la calle Serrano–, la Colección Lázaro Galdiano y el marqués de Villalonga (del que se menciona su dirección como el número 12 de la calle Olózaga).

Además, aparecen dos iglesias, la de Yebes y una parroquia en Pareja (ambas en la provincia de Guadalajara) y el puebo de Cuerva en Toledo. Además, figuran dos direcciones de Madrid sin nombres: la calle Espalter número 2 y la calle Andrés Mellado número 51 (a esta última se hacía referencia en la fotografía presente en los fondos del el IPCE de La huída a Egipto de Manuel de Castro).

Joaquín Sorolla. Cabeza de mujer con mantilla blanca. Hacia 1882. Óleo sobre lienzo, 48 x 33 cm. Colección José Lázaro Galdiano.
Negativo fotográfico que menciona la procedencia de la calle «Andrés Mellado 51» sobre 'La huida a Egipto' de Manuel de Castro. Fotografía: Archivo Moreno, IPCE. Ministerio de Cultura y Deporte.

En total, son 12 obras para las que ha sido posible rastrear su procedencia: Cristo ante Pilatos del Maestro de Lupiana –Iglesia de Yebes–, San Francisco en oración copia de El Greco –Cuerva, quizá el Convento de las Carmelitas Descalzas de la Encarnación–, La Anunciación, anónimo del siglo XVI –Iglesia parroquial de Pareja–, Señora sentada de P. Lucas –Colección Lázaro Galdiano–, La huida a Egipto –Calle Andrés Mellado, 51–, Natividad y Adoración de los Reyes Magos de los hermanos Osona –Gonzalo Rodríguez, calle Serrano, 100, 1º derecha–, Escena de majos y celestina y Asalto a la diligencia atribuidos a Eugenio Lucas Villaamil –Pedro Rico–, Cabeza de mujer con mantilla blanca de Joaquín Sorolla –Marqués de Villalonga, calle Olózoga, 12–, Retrato de señora de José Morillo y Ferradas –Calle Esparter, 2– y Retrato de una dama de Jean-Louis-Ernest Meissonier (Colección José Lázaro Galdiano).

De especial importancia para el equipo de investigadores es la identificación del organismo que se encargó de la incautación a sus propietarios y posterior depósito: «Cuando es la Junta del Tesoro Artístico la que incauta, los orígenes de las obras aparecen en muchos casos marcados en los expedientes, pero no ocurre lo mismo con las incautaciones de otros organismos. Esta desinformación se acentuó en la posguerra, debido a la gran cantidad de obras que el Servicio franquista debía gestionar y a la decisión de no investigar esos orígenes sino sencillamente entregarlas a otros destinatario, afectando esta diáspora a las colecciones de los exiliados republicanos, de una colección privada –hoy museo–, de la nobleza, de particulares o de la iglesia».

El recuento final es de 32 piezas procedentes de la Junta del Tesoro Artísitico republicana –de las cuales 29 se entregaron directamente al Prado y 3 llegaron a través de los fondos del Museo de Arte Moderno– y 38 entregadas por el Sdpan franquista –Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional– (con 19 obras recibidas por el Prado sin intermediarios y otras 19 que primero fueron a parar al Museo de Arte Moderno).

La publicación por parte del Museo del Prado de la investigación de todas sus obras incautadas cierra un capítulo para la institución, que se erige como ejemplo de conducta institucional. Conjuntamente al informe, también se ha creado un sitio web específico para la consulta de la información relacionada.