El Museo Bellas Artes de Bilbao recibe la donación de una obra de Serra
La escultura, cedida en memoria de Martín García-Urtiaga y Mercedes Torrontegui –ex suegros de Plácido Arango– por sus nietos, consta de dos bloques de acero de más de 9 y 7 toneladas, respectivamente. Se titula Bilbao (1983) y fue realizada in situ para este museo, que ahora vuelve a recuperar la pieza y exponerla en su hall de entrada.
La obra concebida por Richard Serra para participar en la exposición Correspondencias. 5 arquitectos, 5 escultores vuelve al Museo de Bellas Artes de Bilbao para quedarse. Hace ahora 35 años que el escultor norteamericano presentó la pieza en la muestra comisariada por Carmen Giménez y Juan Muñoz, que pretendía mostrar la relación entre arquitectura y arte. Entonces, los dos bloques de acero que componen Bilbao (1983) se expusieron junto a otras obras de Frank Gehry, Emilio Ambasz y Eduardo Chillida.
Tras la clausura de la muestra, permaneció dos años más en el exterior del museo bilbaíno, hasta que fue adquirida por Plácido Arango, que trasladó la obra a su casa madrileña. De hecho, en la entrevista que concedió el coleccionista y empresario a Fernando Rayón en el número 28 de ARS Magazine, se fotografió en su jardín junto a la escultura de Serra.
Esta mañana el museo ha anunciado la donación, hecha en memoria de Martín García-Urtiaga y Mercedes Torrontegui por sus nietos (e hijos de Plácido Arango con su primera mujer, Teresa García-Urtiaga). De este modo, concluye el itinerario histórico de una escultura que nació en Bilbao y que ahora regresa a la ciudad vizcaína.
Al acto asistieron Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao y presidente de la Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao; Carmen Giménez, comisaria de la muestra en la que participó la obra; Miriam Alzuri, conservadora del Museo de Bellas Artes de Bilbao; y Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Martín García-Urtiaga (1905-1997) nació en Getxo (Bizkaia) en el seno de una familia de pequeños comerciantes y empresarios. Se exilió a México, ciudad a la que llegó en 1939 y donde tuvo una destacada presencia dentro de la vida social, ya que fue presidente del Centro Vasco de México. A comienzos de los años cuarenta, fundó la Compañía Mexicana de Comercio Exterior (COMEX), una de las muchas empresas que llegó a presidir. Aficionado al arte, en especial de la pintura vasca, reunió una interesante colección con obras de Ucelay, los hermanos Zubiaurre o Aurelio Arteta.
Sus nietos, Plácido, Francisco y Maite Arango García-Urtiaga, han querido rendir tributo a su memoria mediante este regalo al Museo de Bellas Artes de Bilbao. Un homenaje personal y familiar del que se beneficiará todo aquel que, a partir de ahora, visite el museo. Sol G. Moreno