El jardín como lugar para Alejandra Riera
Mañana se abre al público en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía la exposición Alejandra Riera <Jardín de las mixturas. Tentativas de hacer lugar, 1995-…>, en la que la creadora argentina retoma parte del trabajo que realizó en el mismo museo hace nueve años. El recorrido transcurre por el jardín, las bóvedas y las salas de la tercera planta del edificio Sabatini y se podrá disfrutar hasta el 5 de septiembre.
En esta propuesta de Alejandra Riera (Buenos Aires, 1965) no existe un sendero lineal programado, ni con un principio ni final definido, sino a través de varios lugares singulares que se vinculan a un relato abierto, donde se entrecruzan ideas, imágenes y textos hasta vertebrar atmósferas sugerentes que implican al espectador.
Las salas de bóvedas constituye el nexo de unión con lo que ya hizo Alejandra Riera en el Reina Sofía, donde abrió un hueco en uno de los muros por el que ahora penetra el paso del aire y la luz, desde el exterior hasta el subsuelo. Continúa en la planta baja con ese concepto de apertura hasta llegar al jardín del antiguo hospital, en el que el colectivo Jardín de las mixturas, en el que han colaborado personas de dentro y fuera del museo, está ensayando desde hace cinco años formas de convivencia en una reflexión sobre las presencias humanas y no humanas.
En ese periplo entra parte del título de la muestra, las «tentativas de hacer lugar», que alude a la importancia de construir un espacio que siempre es nuestro y también de los demás, a la búsqueda de superar el individualismo y la segregación de cualquier tipo, no solo de raza y género sino también de los roles sociales asignados. Por ello en este jardín de las mixturas ha habido aportación tanto de conservadores, vigilantes, artistas o ciudadanos del barrio.
En ese espacio la vegetación tiene una presencia relevante como pensamiento en movimiento, que le hace reflexionar a Alejandra Riera: «qué aprendemos de la atención al lugar en el que estamos?, ¿cómo se transforma y transformamos?».
En la tercera planta del edificio Sabatini se disponen un conjunto de obras que parten de trabajos previos, donde convergen piezas de otros artistas y no artistas en algo colectivo. Por ejemplo casi al final del recorrido Alejandra Riera reúne textos e imágenes en torno a la población francesa de Valence, en ese continuo tejer y destejer que toma de su forma de repensar las formas cinematográficas.