Durán: grandes piezas a precios de verdadera ocasión

Durán: grandes piezas a precios de verdadera ocasión

La oferta para el próximo día 25 es no sólo muy atractiva por las obras presentadas sino sobre todo por los asombrosos precios en que se ofrecen muchas de ellas.

Dejando claro desde el inicio que son piezas buenas, pero no magníficas, comencemos.

Una de las más llamativas es, sin duda, la Tauromaquia (O/L, 100 x 81 cm; lote 181) de Juan Barjola; quizá por ello habrá sido la elegida para la portada del catálogo. En un juego de blancos, negros y grises, de alguna forma, evoca Barjola como en una pesadilla las plazas de toros y las epopeyas de los toreros que tan bien nos presentó Francisco de Goya; aquí, sin embargo, el dolor irracional del siglo XX está más presente gracias a su estilo deshecho, duro y expresionista, de clara ascendencia baconiana. Obra ya tardía, se ofrece por unos regalados 4.000 euros muy lejos de los 50.000/75.000 euros en que se ofrecían hace no demasiado tiempo…

Exactamente lo mismo sucede con el atractivo, luminoso y casi majestuoso paisaje de Rafael Zabaleta, Paisaje de La Iruela (O/L, 80 x 100 cm; 106), que sale a pujas por 6.000 euros. Estamos de acuerdo en que no es lo más buscado de su  mano (sus labradores y quizá también sus bodegones entrarían por derecho propio en esta categoría), y quizá ni siquiera un profano lo reconocería sin dudar como de su mano, pero este castillo de Tiscar -como también es conocido- tiene tamaño y calidad más que suficientes como para subir muchas pujas. Y aunque no sea lo mismo, El pastor Félix (O/L, 65 x 81 cm) se adjudicó en Christie’s Madrid, allá por octubre de 2007 los 80.000 euros (96.250 euros, comisiones e impuestos ya incluidos)…

En esta línea, sobresale también la maqueta de la coberta del llibre La Clau del Foc (pintura y collage/L/cartón, 34 x 53 cm; lote 72) de Antoni Tàpies por 16.000 euros; comprada ese precio en Fernando Durán en octubre de 2012, podría subir alguna puja.

Una segunda línea sería la de las piezas figurativas de autores de calidad pero con precios más bajos: me refiero sobre todo a Cossío, Bonifacio, Quirós, Cristino de Vera o Redondela.

Aunque sea telegráficamente, de Pacho Cossío, un muy buen Bodegón de peces (O/L, 66 x 82 cm; 112) casi abstracto ya, por unos increíbles 5.000 euros. De Bonifacio, los lienzos Colonia, 1985 (50 x 65 cm; 140) y Dehesa, 2001 (46 x 55 cm; 141) por 1.000 y 1.300 euros, respectivamente. De Antonio Quirós, una Figura (táblex, 93 x 34 cm; 148) por 3.000 euros, y un Payaso (65 x 54 cm; 149) soberbio por 2.000 euros. Del canario Cristino de Vera, Naturaleza muerta, 1980 (38 x 46,5 cm; 150) y Bodegón de la calavera, 1972 (57 x 46 cm; 151) por 900 euros cada uno. Y de Agustín Redondela, Mercado en Chinchón, 1999 (65 x 54 cm; 108) por 3.500 euros.

Y las piezas de los abstractos como Lucio Muñoz, Gerardo Rueda, Eusebio Sempere. Del primero, Composición, 1966 (1410 x 90 cm; 182) por 6.000 euros; no es lo típico suyo, pero ya aparece ese juego de texturas y colores que será definitorio de su estilo… De Rueda, La tarde, 1982 (100 x 81 cm; 175) por 4.250 euros. Y de Sempere, un magnífico sin paliativos La Alhambra, 1978 (58 x 60 cm; 176) por 4.000 euros; un regalo que debería superar con creces los 15.000 euros del Movimiento del cuadrado y del círculo, 1972 (gouache/T, 50 x 52 cm) que se adjudicó en Segre en mayo pasado.

La colección cubana, con piezas de Servando Cabrera Moreno (92 a 97), Raúl Milián (91) y Portocarrero (88 a 90) es otra ocasión verdaderamente única.

Y los grabados entre otros de Miquel Barceló (79 a 81), Eduardo Chillida (83), Lucio Muñoz (86), Palazuelo (82), o sobre todo de Lichtenstein (218 y 218), más de lo mismo: precios de no creerlos.

No hay espacio para mucho más.

Advertencia: reserve ya la fecha y haga sus deberes para esta cita porque merece la pena. Estudie bien las obras, y apunte su posible precio de compra a día de hoy, no partiendo del que se ofrece sino del más probable de venta pues muchas subirán bastantes pujas. Una vez realizado ese trabajo, déjelo descansar unos días, pasados los cuales, repiense su precio, por si acaso. Y una vez fijado, no lo cambie en la subasta, y puje, por si hay suerte. Es la recomendación lógica que hacemos con frecuencia porque puede ayudar al que se plantee seriamente comprar una pieza. Porque se ofrecen muchas buenas, y con unos precios muy, muy atractivos. Y hay que saber seleccionar.

Por último, enhorabuena a Durán por la oferta; no hace falta desear buenas ventas porque, sin duda, las habrá. Daniel Díaz @Invertirenarte