Dudoso récord y litigio con el Estado francés: los dibujos de Leonardo
Según los datos que se tengan en cuenta y la moneda en la que se relate la historia, Cabeza de oso, la traza del maestro italiano subastada en Christie’s Londres, es un nuevo récord o prueba de una devaluación. Por otro lado en Francia, el propietario de Estudio de san Sebastián en un paisaje, otro dibujo de Leonardo, se enzarza en una batalla legal con el Ministerio de Cultura, el Louvre y la casa de subastas Tajan. Desde que se convirtió en el artista más caro de la historia, a Da Vinci parece que no le abandona la polémica.
El récord que no lo fue
Ya contamos anteriormente cómo Christie’s Londres publicitó la venta de Cabeza de oso como algo que solo sucedía una vez en cada generación. El relato de la excepcionalidad volvió a salir a relucir, además de la exquisita provenance que debía despejar todas las dudas, esta vez no de su autoría, sino de su calidad (y las hubo, al menos en privado). El relato de superación de las casas de subastas internacionales, especialmente de los dos titanes dominantes, imponía que este pequeño apunte superase el resultado de Caballo y jinete, una pieza de mayor complejidad y dimensiones vendido por 13,4 millones de euros en 2001 también en Christie’s.
La venta tuvo lugar el 8 de julio y tras una sola puja de una joven pareja americana –que aparentemente actuaba en nombre de un trust familiar– se adjudicó por 10,2 millones de euros. Y aquí vienen los problemas. El primero de todos, la moneda en la que se da la noticia. El récord solo lo es si lo contamos en libras. De esa manera, Cabeza de oso se adjudicó por 8,8 millones de libras mientras que Caballo y jinete lo fue por 8,1 millones. Si hacemos la conversión a euros o a dólares, esa superación no solo no se produjo, sino que en la moneda americana se mantuvo (12,3 millones de dólares) y en la europea hubo una bajada de tres millones (13,4 frente a 10,3 millones de euros).
Además, con un resultado tan ajustado debería tenerse en cuenta la inflación. Esa importante variable suele estar completamente olvidada en los resultados de mercado. Si fuésemos optimistas y conservadores en nuestro análisis, y diésemos por válido solo el resultado en libras aún así habría un serio problema: 20 años de diferencia entre esas cifras. Un rápido cálculo nos dirá que, actualizado a día de hoy, el precio de Caballo y jinete sería de 13,7 millones de libras, muy superior al resultado de Cabeza de oso. Por lo tanto, el «récord» de los 8,8 millones de libras debería ser analizado como un resultado pasable por una obra que ha suscitado menor interés.
Litigio: todos contra todos
La otra noticia relevante con respecto a un dibujo de Leonardo viene de Francia. Allí el propietario de Estudio de san Sebastián en un paisaje se ha querellado con el Estado y la casa de subastas Tajan, a su vez, lo ha hecho contra el dueño. Esta pieza estuvo olvidada en el cajón del escritorio del coleccionista sin que supiese su valor hasta que en 2016 lo puso a la venta en Tajan con unas estimaciones de entre 20.000 y 30.000 euros.
La atribución a Leonardo vino después –junto con una valoración por 15 millones de euros– además de la declaración de «Tesoro Nacional», una categoría equivalente al Bien de Interés Cultural español que implica la obligación de compra por parte del Ministerio de Cultura en los siguientes 30 meses. En este caso, el último interesado era el Museo del Louvre, quien ofreció 10 millones que fueron rechazados.
Tras agotarse los tiempos, el propietario solicitó el permiso de exportación para poder ofrecer la obra en el mercado internacional pero el Estado francés paralizó su trámite, al existir la posibilidad de que se tratase de una pieza robada. Esa negativa motivó la denuncia por parte del coleccionista, al creer que sus derechos fueron vulnerados y que la Administración se aprovechaba de su posición para forzar la venta al Louvre.
Mientras tanto, la casa de subastas Tajan ha demandado al propietario por una supuesta pérdida de dos millones de euros causada por la retirada del San Sebastián de su sala.
Todo este ruido es lo que cabe esperar tras el mejor resultado de la historia en una subasta pública (Salvator Mundi). Las atribuciones más o menos apresuradas, los relatos triunfales y las comisiones millonarias; variables que complican un panorama ya de por sí complejo como es el mercado de maestros antiguos. Héctor San José.