Dorotheum vende un ‘Salvator Mundi’ atribuido a Fernando Llanos cuando estuvo en el taller de Leonardo
La casa de subastas adjudicó ayer por 650.000 euros esta tabla con dibujo preparatorio que estaba estimada entre 100.000 y 150.000 euros. El estudio que adscribe la obra a Llanos está firmado por Cristina Geddo.
No es ninguna sorpresa que todo lo que toca a Leonardo se convierte –casi– inmediatamente en oro. Pero si además se trata de una obra que lleva por título Salvator Mundi, el éxito está asegurado.
Así ocurrió ayer en Dorotheum, donde se ofrecía una obra inacabada –solo con el dibujo preparatorio esbozado sobre la capa de preparación– con la mencionada iconografía y atribuida al taller de Leonardo, pero no de forma anónima, sino con un nombre: Fernando Llanos.
La casa de subastas ha respaldado esta atribución con un estudio firmado por Cristina Geddo, una historiadora del arte e investigadora independiente afincada en Milán.
La versión completa de este paper se publicará en el futuro próximo, pero lo esencial se puede leer en la web de Dorotheum.
Según este estudio, ha sido la inscripción de la trasera la que ha dado la pista sobre la autoría. Tradicionalmente, esos trazos se habían leído como ‘L. da. V. 1504’ e interpretado ‘Leonardo da Vinci 1504’.
Así figura en la ficha que Christie’s publicó cuando adjudicó la obra por 5.736 libras el 17 de septiembre de 2004 (estaba estimada entre 800 y 1.200 libras). Entonces estaba considerada como una creación “a la manera” de Leonardo (y la inscripción, como un añadido posterior).
Geddo, sin embargo, da otra interpretación a las siglas, donde ve ‘LA DA V / 1504’ en lo que sería una abreviatura de ‘LA[NOS] DA V[ALENCIA]’.
Aunque reconoce que existe “cierto grado de ambigüedad, que pudo ser intencionado [debido al] irónico sentido del humor de Leonardo y su afición por las bromas y los dobles sentidos, así como su práctica de confiar la ejecución de sus composiciones a sus alumnos, antes de reelaborarlas y revisarlas él mismo, desdibujando así a menudo los papeles del taller. El monograma y la fecha pueden haber sido añadidos por el propio Llanos o por otro miembro del taller”.
El análisis de la caligrafía y el pigmento ha revelado que “las letras de la inscripción, y en particular la forma curvada de la V y la ligadura LA, son coherentes con una letra de principios del siglo XVI, sin embargo, las dos A pueden haber sido reforzadas, o añadidas, por una segunda mano. La primera A está muy difuminada en la ligadura con la L”.
La ficha continúa desgranando la influencia que el maestro tuvo sobre el alumno “particularmente evidente en tres elementos, que también se encuentran en el celebrado Salvator Mundi del maestro, vendido en subasta en Nueva York en 2017”.
Estos son: “La mirada penetrante, que es el foco de la composición; el sombreado de las cavidades oculares, que les aporta más intensidad, y el tratamiento de la cabellera suelta, que serpentea como una corriente de agua, una comparación que el mismo Leonardo plasmó en sus escritos”.
En cambio, no se menciona la inscripción que se encontraba en la parte baja del orbe cristalino en 2004 –‘L da V’, tal y como recogía Christie’s– y de la que hoy apenas quedan unos restos de pigmento rojizo del todo ilegibles.
Dada la importancia atribuida a la pieza, esta se estimó entre 100.000 y 150.000 euros, cifras que fueron pulverizadas por el entusiasmo de los pujadores. El ganador pagará por este Salvator Mundi 650.000 euros.