DIEZ OBRAS MAESTRAS DE VELÁZQUEZ Y MURILLO YA ESTÁN EN FOCUS

DIEZ OBRAS MAESTRAS DE VELÁZQUEZ Y MURILLO YA ESTÁN EN FOCUS

La sala de exposiciones del Hospital de los Venerables de Sevilla ya acoge diez pinturas de las 19 obras maestras que formarán parte de Velázquez.Murillo.Sevillaque se abre el martes 8 de noviembre y que está organizada por  la Fundación Focus con motivo de su 25 aniversario en dicho Hospital. Será la primera gran exposición del Año Murillo y cuenta con la colaboración especial del Museo del Prado, que cede cinco pinturas, y del Ayuntamiento de Sevilla, que está impulsando el VI Centenario del nacimiento del pintor sevillano. Gabriele Finaldi, comisario de la exposición y director de la National Gallery, ha seleccionado este conjunto de obras de ambos pintores y propone una innovadora reflexión sobre la relación -ideal más que directa- entre los dos maestros con una serie de cruces y poniendo especial énfasis en los puntos de encuentro propiciados por Sevilla, una ciudad cosmopolita, culta y devota en la que la pintura era seña de identidad y motivo de orgullo cívico. La muestra cuenta con la colaboración de la Fundación Cajasol, ABC y la Fundación Cruzcampo.

Anabel Morillo, directora general de Focus, y Gabriele Finaldi, comisario y director de la National Gallery de Londres junto a Santa Ana enseñando a leer a la Virgen.

Anabel Morillo, directora general de la Fundación Focus, y Gabriele Finaldi, comisario de la exposición, han recibido anteayer un total de siete obras maestras, cinco procedentes del Museo del Prado, una pintura del Kunsthistorisches de Viena y una Inmaculada de Murillo, procedente del Nelson-Atkins Museum de Kansas City, que es la primera vez que se podrá contemplar en España. Junto a estas siete pinturas se exhiben las tres que habitualmente se exhiben en el Centro Velázquez de la Fundación Focus: Santa Rufina, La Inmaculada de Velázquez, que guarda algunas semejanzas y diferencias con la procedente de la National Gallery de Londres que también se podrá ver en Sevilla; y San Pedro penitente de los Venerables de Murillo, una composición recuperada en 2014 y restaurada en el Museo del Prado, cuyo protagonismo principal corresponde a la expresión de los ojos llorosos del Santo, que le permitieron al pintor mostrar el lado afligido pero redimido de San Pedro, iluminado por ese “torrente de luz divina” cómo lo describió Don Diego Ángulo, que viene de fuera de la composición.

Tres de las obras son de Diego Velázquez (1599-1660): La Infanta Margarita de blanco, pintada en 1656, procedente del Museo de Viena de Viena y que es la primera vez que se exhibe en Sevilla. Es una composición prototípica de la producción de Velázquez de la década de 1650, y no sólo por su modelo sino también por su escritura pictórica, caracterizada por una trama basada en el uso de pinceladas rápidas, extraordinariamente certeras. Y dos procedentes del Museo del Prado, Autorretrato juvenil y La Adoración de los Magos. La primera es un óleo pintado hacia 1623-1624 cuando Velázquez tenía 24 años y cuyas facciones recuerdan a algunos personajes que aparecen en sus obras sevillanas; y la segunda, es una pintura de gran monumentalidad, belleza y concentración expresiva, que resalta por la maestría para captar la expresividad del rostro de los personajes y que fue una obra cumbre de la juventud del pintor cuando sólo tenía 20 años.

De las cuatro obras que han llegado a Sevilla de Bartolomé E. Murillo (1617-1682) podemos destacar las tres procedentes del Museo del Prado: Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, 1655, una composición delicada en la que representó a la Virgen como una figura infantil verídica, comparable en muchos aspectos a los retratos de infantas que estaba realizando por aquel entonces Velázquez; Sagrada Familia del pajarito, 1650, en la que realizó una interpretación muy personal para fijar una escena llena de intimidad doméstica; y Santiago Apóstol, hacia 1655-1660, donde Murillo buscó un efecto monumental, gracias al manejo de la escala. Y La Inmaculada Concepción de Murillo, que podrá confrontarse con las Inmaculadas de Velázquez, procedentes de la National Gallery de Londres y de la Colección de Focus.

Desembalaje de La Infanta Margarita de blanco, del Kunsthistorisches de Viena.

A lo largo de los próximos días seguirán llegando otras nueve obras maestras –cinco de ellas nunca expuestas en Sevilla- procedentes de varios museos europeos, norteamericanos y colecciones privadas: Louvre, Orleans, National Gallery de Londres, Apsley House (The Wellington Collection), Dulwich Picture Gallery de Londres, Meadows Museum de Dallas, Frick Collection de Nueva York y Fondo Cultural Villar Mir, que se reunirán con las diez que ya están colgadas en la sala de exposiciones del Hospital de los Venerables.

En las 19 pinturas, seleccionadas por Gabriele Finaldi, que formarán parte de la exposición, nueve de Velázquez, fechadas entre 1617 y 1656, y diez de Murillo, datadas entre 1645 y 1680, los visitantes podrán admirar una luminosa inteligencia pictórica, un gran virtuosismo técnico, una natural habilidad de llegar a lo esencial de la experiencia humana y de comunicarse con el espectador de una manera directa. A través de una serie de parejas y tríos de obras soberbias se verán las nuevas iconografías de devoción, o innovadoras formas de fijar la vida cotidiana y la intimidad familiar, desarrolladas por Velázquez y Murillo.

Será la primera gran exposición del Año Murillo y la primera vez en la que se confronten y se reencuentren los dos genios de la pintura universal, gracias al esfuerzo organizativo de la Fundación Focus, que ha tenido al Barroco como centro de su actividad en las tres últimas décadas. La muestra, que permanecerá abierta hasta el 28 de febrero, ha sido posible también por la generosidad del Museo del Prado y de los museos y colecciones que han prestado las obras, además de las entidades colaboradoras.

Desembalaje de Santa Ana enseñando a leer la Virgen del Museo del Prado.