Con 156.000 euros, Francisco Pradilla reina en Fernando Durán
Buenas ventas de nuevo en la licitación de los días 29 y 30, y dos records de contemporáneo
Con motivo de la cita de octubre de 2020 publicamos nuestro artículo de previos con el título de Test al mercado español (ver), pues se ofrecían unas cuantas obras de calidad incuestionable que se habían comprado en el extranjero unos años antes, en la época de bonanza y alegría.
Allí escribimos sobre el cuadro de Francisco Pradilla “una pieza especial, para grandes coleccionistas del aragonés o para museo: Bajo el árbol consagrado a Ceres. Ofrenda (O/L, 77 x 111 cm; 796), fechada en 1903 y procedente de la colección del Conde del Valle. Con diez figuras imponentes y toda una decoración decadente es pieza donde queda patente su maestría, aunque con un cierto regusto barroco ya excesivo para algunos. Publicada en La Ilustración artística el 25 de enero de 1904, recogida en el libro de referencia de Wifredo Rincón (Francisco Pradilla, Zaragoza, 1999, nº 231, págs. 365-366) y comprada por 84,000 GBP en Sotheby’s Londres en noviembre de 2005 (ver) se ofrece ahora por 140.000 euros”. Pues bien, subastado ahora por 128.000 euros, en ese precio se adjudicó; sumado el 22% de comisión de la sala y de los impuestos, el comprador deberá abonar los 156.160 euros finales.
Algo similar sucedió con José Gallegos, uno de los representantes conocidos de la pintura preciosista del siglo XIX. Su relamido Bautizo (O/L, 73,5 x 120 cm; 814), firmado en 1888 en Roma al modo fortunyesco, con su técnica pero sin su gracia, se ofreció el junio pasado por 75.000 euros; en aquella cita, los 65.000 euros fueron ya aceptados por un comprador que ofreció la suma inicial y se lo llevará tras pagar los correspondientes 79.300 euros. También su Esperando a su eminencia (O/L, 43,5 x 61 cm; 819), firmado en Roma en 1907, se vendió, subiendo esta vez de 15.000 a 19.000 euros. No es fácil encontrar clientes que paguen estas cifras hoy día, todo sea dicho.
Del pleno siglo XIX, destacaron dos ventas españolas y una francesa, comentadas ampliamente en nuestro artículo de previos (ver). De Antonio María Esquivel, se adjudicó por los 25.000 euros pedidos el buen retrato de La marquesa de Hermosilla (O/L, 113 x 85 cm; 802); de Federico de Madrazo, La muerte de Cleopatra (O/L, 121 x 103 cm; 828), fechado en 1841, se remató también por la cifra inicial, 22.000 euros en este caso. Del paisajista africano Emilio Ocón, se adjudicaron por la salida los dos lienzos que se ofrecían: Puerto, 1881 (O/L, 58 x 108), firmado en Málaga, por 21.000, y Barcos en la bahía de Málaga. Regata, 1895 (O/L, 47 x 79 cm; 1081) por 13.500 euros.
Menor ya y, siguiendo esa línea paisajista, destacó la subida de 14.000 a 16.000 euros de la pareja de tondos con escenas orientalistas (O/L, 72 x 56 cm; 967), del jerezano José Cala. Y por 12.000 euros, la cifra pedida, se adjudicó también La modelo (O/L, 79 x 115 cm; 941) de Eugenio Lucas.
La buena venta del boceto del francés Theódore Chassériau: San Francisco Javier bautizando a los indios, realizado a base de lápiz, tiza negra y óleo sobre cartón pegado a lienzo (81,5 x 54 cm; 829), llegó como se esperaba. Boceto bastante avanzado de la decoración que finalmente pintó en 1854 en un muro de la Chapelle des Fonts Baptismaux de la iglesia de saint Roch, en París (ver), pasó de 30.000 a 37.500 euros (42.000 finales).
Si avanzamos en el siglo XX, sobresalió la venta del Retrato de don Fernando Garay (O/L, 100 x 82 cm; 1073), de Ignacio Zuloaga; aunque había ya salido a pujas en anteriores ocasiones, esta vez fue pujado varias veces y pasó de 37.000 a 40.000 euros. Lo mismo sucedió con el Baco (O/L, 103 x 111 cm; 850), de Gabriel Morcillo, de 15.000 a 19.000 euros.
La pintura contemporánea trajo dos récords, dos buenas ventas para Miquel Barceló, y el interés por parte de los coleccionistas por obras de calidad de autores conocidos, no especialmente llamativas ni de su época más buscada, sino ligeramente anteriores.
Así, debemos mencionar el récord de José María Yturralde, con su Estructura, 1970 (pintura sintética sobre estructura de madera, 117 x 102 x 5 cm; ver); expuesta en la mítica galería René Metrás, Yturralde. Estructuras (Barcelona 6-30 noviembre 1970), y quizá su primera o una de sus primeras figuras imposibles, se disparó de 5.500 a nada menos que 35.000 euros (42.700 euros, premium incl.). El otro récord fue el de una obra de José Antonio Sistiaga, cuyo lienzo 5, 1971 (O/L, 201 x 169 cm; 64), firmado en Fuenterrabía en 1971 y expuesto en la galería Grises & Galería Décar (Bilbao, 29 septiembre – 14 octubre, 1972), en la Udal-Kultur Aretoak (14 julio – 15 septiembre, 1981) y en la retrospectiva de la Sala Rekalde (Bilbao, 1996), se adjudicó por los 13.500 pedidos (16.500 euros finales).
Hubo también dos buenas e inesperadas subidas de papeles de Miquel Barceló: Le fleuve Niger III, 1988 (gouache sobre papel, 50,5 x 66 cm; 43), expuesta en la galería Bruno Bischofberger, Miquel Barceló. New Paintings, Zurich, Suiza 1989 (cat. p. 15, nº 13), subió de 18.000 a 22.500 euros. Y Pirogue, Mali, 1988 (acuarela, tinta e incisiones sobre papel, firmada y fechada el 24 de noviembre de 1988, 48,5 x 68 cm; 49), expuesta en la misma muestra que la anterior, de 18.000 a 33.500 euros.
La obra de Equipo Crónica sigue siendo un valor seguro. Cuatro hombres, tres mujeres y tres nenes hacen una familia, 1969 (pintura sobre cartón piedra, 8/50, 53 x 70 x 25 cm; 70), una versión más de la Familia de Carlos IV, de Goya, se adjudicó por 18.000 euros pedidos.
Con otro lenguaje ya, sobresalieron las tres últimas ventas. De Darío Urzay, su Observador distante-Croma, 2002 (pintura y resina de barniz brillante sobre inyección fotográfica en soporte de aluminio y madera, 244 x 210 cm; 61), expuesta en la galería Maior (Pollença, Mallorca, 2002), subió de 12.000 a 13.500 euros. Como era de esperar, la portada del catálogo de Juan Antonio Aguirre se vendió por los 9.000 euros de la salida e irá a una importante colección; se trata de interesante Cabezas, 1967-1968 (díptico de O/L, 55 x 92 cm; ver), expuesta en el Ateneo de Madrid de 1968 NUEVA GENERACIÓN… y publicada en el catálogo (p. 5).
Cada vez hay un interés mayor del coleccionismo español por la figura y la producción de Elena Asins, y una pieza temprana y hasta cierto punto reveladora de su interés futuro por la geometría como Sin título (O/T, 49 x 68,8 cm; 102), se disparó de los 3.500 euros de inicio a nada menos que 6.500 euros finales. Feliz 2022. Daniel Díaz @Invertirenarte
