Colnaghi inaugura en Bruselas una muestra de maestros antiguos
Con la muestra Menos es más: Redefiniendo la Cámara de Arte, la Galería Colnaghi, una de las más antiguas del mundo con sedes en Londres, Madrid y Nueva York, subraya su compromiso con Bruselas. En la exposición se reúnen un conjunto de obras de más de una decena de artistas flamencos, holandeses e italianos que resitúa el concepto de la Kunstkammer (Cámara de Arte) que contrasta con los cánones estéticos actuales.
La exposición Menos es más: redefiniendo la Cámara de Arte, organizada por Colnaghi en Bruselas, gracias al apoyo del Banco Transatlántico Belga, se ubica en la rue Américaine de la capital belga, enfrente del Museo Victor Horta, donde se podrá contemplar hasta el 30 de abril algunas piezas de maestros antiguos flamencos. El período que abarcan las pinturas expuestas permite observar la evolución de este género en más de tres siglos, desde el siglo XVII hasta el siglo XX.
Entre las obras se pueden destacar dos composiciones de los Gysbrechts, que son un perfecto ejemplo del trampantojo nórdico. Por un lado, un óleo sobre lienzo de Franciscus Gysbrechts (Amberes, 1649-después de 1676), un trompe l’oeil de un armario de pared con un violín, un cuerno de caza, utensilios de escritura, platos de plata dorada y grabada con la puerta de cristal entreabierta, que no deja de ser un bodegón en falsa perspectiva, siguiendo el ejemplo que le marcara su progenitor.
Y en ese sentido, una obra maestra de su padre, Cornelis Norbertus Gysbrechts (Amberes, 1630-1675), titulada Después de la caza del halcón (1671), que ilustra la rica iconografía de las Kunstkammer flamencas, y que ha cedido generosamente el Museo de Ixelles. En esa escena, el que fuera pintor de la corte en Copenhague, dispone en una mesa un ave que hace referencia a la fugacidad de la vida y a lo inevitable de la muerte. Cornelis fue un pintor muy activo en la segunda mitad del siglo XVII hasta su fallecimiento en 1675 como un especialista en naturalezas muertas y en trampantojos, algunas veces en falsa perspectiva.
Otro ejemplo de la pintura barroca de Flandes es la composición de Frans Francken (Amberes, 1581-1642), El rapto de las sabinas, una escena mitológica donde el artista demostró su dominio plástico para representar el secuestro de mujeres de los sabinos por parte de los fundadores de Roma y lo hizo con soltura y un colorido elegante.
También cabe mencionar una acuarela posterior de Georgius Jacobus Johannes van Os (La Haya, 1782- París, 1861), Bodegón con conchas y coral (1813), de gran pericia técnica; y ya del siglo XX El escultor de máscaras, 1907, una aguada del simbolista belga León Spilliaert (Ostende, 1881-Bruselas, 1946), que refleja simplicidad en las formas y una tendencia a reflejar el misterio.
De la escuela italiana varias piezas de artistas como Bartolomeo Cavarozzi (Viterbo, c 1590- Roma, 1625) pintor barroco, cercano al caravaggismo; un dibujo italiano de autor desconocido datado a mediados del siglo XVI que representa un dromedario y una pieza de Massimo Stanzione (Reino de Nápoles, 1585-1658), un pintor ecléctico que encontró ideas en Guido Reni, Orazio y Artemisia Gentileschi, Carraci o Vouet, que se inserta en la pintura napolitana del Settecento.
Se trata de una apuesta de Colnaghi por la capital belga, en la que mantiene fuertes lazos con la comunidad de coleccionistas y museos de arte antiguo en Bélgica, para cuestionar la interacción con el arte y la arquitectura y su evolución a lo largo del tiempo.