Casi 25.000 euros por los dos óleos de Cecilio Plá de la colección Armiñán en Durán
El otro destacado en la cita del 26 de abril fue el lienzo de José Villegas, adjudicado por los 12.000 euros pedidos
En nuestro artículo de previos (ver), comentamos con cierta extensión las piezas más interesantes para el mercado de la colección del escritor, dramaturgo, guionista y director de cine Jaime de Armiñán (1927), que ofrecía Durán. Su venta transcurrió por los cauces previstos, sin grandes sorpresas.
Las ventas más destacadas fueron los óleos de Cecilio Plá (18690-1934), como era de esperar. De su mano se ofrecían dos óleos típicos: un cartón con Figuras en la playa (O/cartón, 14,5 x 23,5 cm; 125) y una cartulina con Dos hermanos en la playa (O/cartulina, 9 x 13 cm; 126), por 10.000 y 8.000 euros, respectivamente. La respuesta fue reducida, pero suficiente, pues un coleccionista dejó cubiertos por escrito cada uno de los lotes, por su mínimo, y un segundo los subió a 11.000 y a 9.000 euros, respectivamente. Buenas ventas, a día de hoy, por esas piezas, todo sea dicho. En cambio, por lienzo Barcos en el puerto, Portugal, 1912 (O/L, 22 x 29 cm; 124), que se ofrecía por 10.000 euros, y no hubo interesados.
Despertó bastante interés, como parecía lógico, uno de los dibujos de Eduardo Rosales, antepasado de Armiñán por vía materna. Me refiero, en concreto, al retrato a lápiz de Joaquina Blanco Grandmenster (16 x 14,5 cm; 109), fechado el 10 de agosto de 1857, que había estado expuesto en dos muestras de Rosales, la del Prado de 1973 y la del Museo Camón Aznar en 2000, y fue catalogado por José Luis Díez en su monografía de dibujos de la Fundación Marcelino Botín (nº 403). Se ofrecía por apenas 650 euros, y no fue extraño, como decíamos, que terminara adjudicándose por 2.000 euros. Menores eran, pero suyos son también, la Vista de la fachada exterior de Porta Romana en Siena, c. 1861 (lápiz, 10,5 x 13,2 cm; 111), y el Puente Allegrazie sobre el Arno, en Florencia, c. 1861 (10,5 x 13,2 cm; 112), del cuaderno en el que dibujó “durante su estancia en Roma en 1857”; los 750 euros, en que se ofrecía cada uno, fueron también superados por las pujas hasta adjudicarse por 1.300 y 1.200 euros, respectivamente.
Fuera ya del a colección, la pieza más valorada fue la esperada, la del sevillano José Villegas, cuyo atractivo lienzo con Los pequeños Adán y Eva, 1905 (O/L, 70 x 100 cm; 67), procedente de la colección del pintor José Pinelo Llul, se ofrecía por 12.000 euros; y en esa cifra se adjudicó al único coleccionista que se interesó y que los ofreció vía online. Pintura preciosista, con calidad más que evidente, el gusto por este tipo de obras ha pasado y sus precios -no su calidad- han disminuido; el improbable interesado puede ver en el artículo de previos (ver) algunos remates de obras de su mano de antes de la crisis de 2008…
De poco antes, perteneciente a un regionalismo retardatario, se ofrecía Gitanas vendiendo higos en Granada (O/L, 98,5 x 126,5 cm; 76), del granadino Isidoro Marín Gares; un único coleccionista los 8.000 euros pedidos, y en esa cifra se adjudicó.
Del siglo XX, mencionemos brevemente la subida de 6.000 a 8.500 euros del Paddock Deauville, 1960 (O/L, 35 x 55 cm; 549), de Emilio Grau Sala; procedente de la galería Gavar de Madrid, este tipo de obras tardías, muy abocetadas ya, conservan en encanto del colorido, pero tampoco son lo que eran hace año, en lo que a los precios se refiere. Por último, el Florero con rosas (O/L, 55 x 38,5 cm; 577), de Benjamín Palencia, subió de 3.500 a 4.000 euros, lo mismo que el lienzo Bañistas (O/L, 58,5 x 88 cm; 624), de Ginés Parra, mientras el Bodegón con mandolina, 1962 (O/L, 45 x 57 cm; 651), de Pancho Cossío, subió de 1.000 a 3.000 euros. Reconozco que esperaba unas subidas un poco mayores de estas obras, así que muy probablemente sus nuevos dueños estarán contentos por haber podido conseguir esas obras de calidad por unos precios tan asequibles. Enhorabuena. Daniel Díaz @Invertirenarte
