Carolina Miguel: “Estamos intentando adquirir obra de Teresa Nicolau Parody y Rosario Weiss”
Directora desde 2021 del Museo del Romanticismo, este año celebra el primer centenario de la institución, que llega acompañado de un ascenso de visitantes, una adquisición millonaria y un mes de julio gratuito. Tras más de una década trabajando en el museo, Carolina Miguel dice sentirse encantada de liderar el proyecto, cuyo futuro pasa –según dice– por dos pilares fundamentales: el incremento de la colección y el estudio de autores olvidados.
Llegó a la institución en 2010 para formar parte del departamento de Documentación, tras una breve estancia en el ARQVA de Cartagena. De modo que ya se había producido el gran cambio, ese que ha sido mucho más que un lavado de cara del centro, convertido hoy en Museo Nacional y en referente del Romanticismo español. Ahora Carolina Miguel está inmersa en la celebración del primer centenario del museo, un cumpleaños que el Ministerio de Cultura ya festejó hace unos meses con un regalo millonario: la Piedad de Goya. Desde entonces, el equipo está “redoblando esfuerzos” para ofrecer una programación más ambiciosa que nunca.
*Enhorabuena por el aniversario, que han celebrado con la muestra Cien años contigo. ¿En qué consiste?
*Es un un homenaje a la historia del museo que muestra cómo ha cambiado el edificio, sus colecciones y la forma de trabajar. También echa una mirada al público y a quienes damos vida al centro a través de 98 imágenes donde encontramos desde estancias que han desaparecido –la sala de peluche o la filipina–, hasta el salón de baile cerrado por obras o un jardinero de los años 40. Y como valoramos mucho la participación del público, hemos dejado dos huecos para añadir en septiembre dos nuevas imágenes. Haremos un concurso para seleccionarlas y completar así esas 100 miradas.
*Supongo que desde su apertura en 1924, el museo ha evolucionado. ¿Qué ha cambiado?
*¡Todo, hasta el nombre! Nació como Museo Romántico pero desde 2009 es Museo del Romanticismo. También se ha modificado la museografía y la perspectiva con la que se exhiben los bienes. Si antes se centraba en personajes como la sala de Isabel II, la de Prim o la de Larra, ahora posee una ambientación más de casa museo; y esas 12 estancias iniciales se han convertido en 26 salas visitables que ocupan toda la primera planta.
*¿Y cómo ha crecido la colección?
*El pasado siglo abrió con unos fondos iniciales de 86 piezas procedentes de Benigno de la Vega-Inclán, más depósitos que hicieron el Prado y particulares. Ahora posee cerca de 18.000 obras, de las cuales se exponen unas 1.500.
*Claro, porque la historia del centro está muy ligada al Marqués de la Vega-Inclán
*Fue él quien comenzó en 1920 a donar piezas al Estado. Ya tenía en la cabeza que fuesen a un futuro museo, por eso presentó el proyecto en 1921 a través de la exposición Tres salas para un museo romántico para testar al público madrileño. Tres años después inauguró el centro en su sede actual, que es el palacio Matallana.
El Museo del Romanticismo posee cerca de 18.000 obras, de las cuales se exponen en sala unas 1.500″
En 2022 batimos récord absoluto de público con 140.000 visitantes y el año pasado hemos vuelto a subir según nuestros cálculos a unos 160.000″
*Pero esa no fue su primera opción, él quería alojarlo en el Antiguo Hospicio.
*Así es, porque entendía que el proyecto estaba muy ligado a la sociedad madrileña y consideraba que ese edificio [actual sede del Museo de Historia de Madrid] mantenía ese fuerte carácter local.
*A principios del milenio cerraron para reformar el edificio y aprovecharon para cambiar el nombre: de “romántico” a “romanticismo”. ¿Por qué?
*Se habían dado confusiones, ya que algunos pensaban que era un museo dedicado al amor romántico. Por ejemplo, en una entrevista con Julio Iglesias en el centro el cantante dice: ‘Yo soy un romántico’. Además, la historiografía había avanzado lo suficiente como para haber establecido ya el término Romanticismo.
*En ese momento también se le otorga la categoría de nacional. ¿Eso tiene algún beneficio económico o de algún tipo?
*No, no. Sirve para destacar a los museos que, siendo estatales, tienen una especial relevancia. Es una manera de poner en valor el centro, más que nada un reconocimiento de la importancia de la institución.
*Viendo la lista de museos nacionales de Madrid, me da la impresión de que el Romanticismo es uno de los hermanos pobres del Ministerio.
*Puede ser una percepción, pero nosotros no lo vemos así. Es verdad que hay una institución dentro de los 16 museos estatales que dependen del Ministerio de Cultura, que es el Museo Arqueológico Nacional, cuya dotación es mucho más sobresaliente que el resto, pero porque tiene una infraestructura mayor; su colección y el personal es más numeroso. Pero no nos sentimos el hermano pobre para nada, estamos junto a otros museos con proyección nacional e internacional como el Sorolla o el de Artes Decorativas.
*¿Qué presupuesto anual maneja?
*Es difícil concretarlo porque una parte se ejecuta directamente desde el Ministerio: desde los costes de personal de plantilla de cerca de 60 personas hasta los gastos del inmueble. Lo que yo manejo directamente está en torno a los 150.000-200.000 euros para organización de exposiciones, actividades, mantenimiento ordinario, préstamos, etc.
*Hablemos de cifras de visitantes, porque van creciendo cada año: 76.132 en 2021, 122.119 en 2022…
*En 2022 batimos récord absoluto de público con algo más de 140.000 visitantes y el año pasado hemos vuelto a subir, según nuestros cálculos, a unos 160.000. Por eso estamos revisando las cifras con el Ministerio, porque creo que no están del todo completas. Estamos muy contentos con la afluencia de público, sobre todo teniendo en cuenta que muchos museos no han recuperado el público prepandemia.
*El siglo XIX ha sufrido una fortuna critica desigual, pero en las últimas décadas se ha investigado mucho. ¿Que artista del museo han redescubierto recientemente?
*Jugamos con la ventaja y la desventaja de que el siglo XIX fue bastante opacado durante el siglo pasado y solo han perdurado los grandes nombres. Eso nos brinda la oportunidad de trabajar con autores que en su momento gozaron de reconocimiento pero que ahora no están visibilizados; quizá uno de los pintores que el Museo del Romanticismo ha contribuido a recuperar ha sido Rafael Tegeo.
*¿Supongo que en esa nómina de nuevos autores también habrá mujeres?
*Efectivamente, nombres como la miniaturista Teresa Nicolau Parody o Rosario Weiss, de las que estamos intentando adquirir obra. Uno de los problemas del siglo XIX es que las pintoras no tenían carta de naturaleza como tal, se las adjetivaba como aficionadas y eso hacía que no tuvieran tanta visibilidad. También encontramos artistas con obra firmada que ni siquiera están referenciadas, porque como no podían acceder a la enseñanza reglada, se quedaban siempre fuera del panorama artístico del momento.
*Paradójicamente, es curiosa la abundancia de directoras en el museo, que desde 1958 solo ha tenido responsables femeninas. ¿A qué cree que se debe?
*No lo sé, pero efectivamente es una excepción en la vida institucional del país. La primera directora fue María Elena Gómez-Moreno y, a partir de ahí, hemos llegado más mujeres. Desde luego para nosotras es una honra, porque nos ha permitido poner en valor el trabajo de la mujer en el siglo XIX.
*Mirando hacia adelante, ¿cómo ve el futuro?
*Una de las cosas primordiales es seguir incrementando la colección. Creo que también es importante la recuperación de autores que no tienen una tesis hecha o ninguna monográfica que revise su trayectoria. Quizá esas son las dos cuestiones más importantes para mí. Antes de acceder a la dirección, estaba estudiando a Víctor Manzano, un autor que ha caído en el olvido, pero casi cualquiera con el que nos queramos enfrentar va a ser un campo bastante vacío; con lo cual es un reto y una oportunidad. Sol G. Moreno