Destacaron, además, los óleos de Lucas Velázquez, Rodríguez de Losada y Frans Franken II.
Como comentamos en nuestro artículo de previos de la sala (leer), era de esperar que subiesen estas piezas mexicanas. Ya hemos hablado, y reseñado en varias ocasiones, la potencia de este mercado que encuentra en nuestro país obras de mucha calidad con precios muy atractivos, y se lanza vertiginosamente a por ellas, como el grabado que pasó de 400 a 9.500 euros en Alcalá Subastas en marzo pasado (leer) o la planificación de la Jerusalem ciudad de Dios, que voló de 12.000 a 75.000 euros en Abalarte en mayo de 2014 (leer), por citar sólo dos ejemplos.
Pues bien, las piezas esta vez eran más modestas pero todo hacía prever unas fuertes subidas. Y así, la Santa María de Occotlán y sus apariciones milagrosas (O/L, 55 x 39 cm; 36) de Antonio Betancurt, escuela mexicana del siglo XVIII pasó de 600 a 8.000 euros, en una puja magnífica, con varios teléfonos incluidos. Y la Virgen de Guadalupe (55 x 41 cm; 38), un cobre de tamaño medio y buena calidad, firmado por el reconocido pintor mexicano José de Páez, subió también, esta vez de los 5.000 euros de la salida hasta unos ya importantes 13.000 euros. Y así, volvemos a comprobar que en aquel país allende los mares hay grandes coleccionistas dispuestos a luchar por sus intereses… Siguiendo esta línea internacional, sorprendió muy gratamente la subida de la pareja de Retratos de niños (O/L, 56 x 43 cm; 63) de Escuela venezolana S. XIX, que pasó de 550 a 2.000 euros.
La otra gran venta de la tarde se produjo poco después. Se trataba de la Escena de carnaval (O/metal, 31 x 24,5 cm; 51) de Eugenio Lucas Velázquez, por la que había bastante expectación; tras pujarse repetidamente desde los 3.000, quedó definitivamente fijada en los 5.000 euros finales; buena compra, sin duda. Su mucho más suelto y simple La cautiva (O/metal, 34 x 23,5 cm; 52), que se ofrecía desde 2.500 euros, quedó en cambio sin interesados.
En el siglo XIX destacó la venta de la Inmaculada Concepción (O/L, 165 x 125 cm; 47) del sevillano José María Rodríguez de Losada; calidad y tamaño con la huella innegable del maestro Murillo, hicieron que pasase de 1.500 a 3.000 euros, que sin ser una cantidad excesiva es aún, sin duda, una buena compra.
En pintura antigua, dos ventas importantes. El cobre con Salomón y la reina de Saba (86 x 112 cm; 34) de Frans Franken II, por el que se pagaron 4.750 euros, unas pujas por encima de los 3.500 de la salida. Y la tabla de la Sagrada Familia con un tríptico con santos (92 x 100 cm; 29), anónimo castellano del siglo XV, de 2.000 a 4.500 euros.
Y acabamos con otros dos apuntes. La acuarela del burgalés José Vela Zanetti, Gallo (57 x 45 cm; 76A) subió, como era de esperar, de 900 a 1.100 euros. No deja de sorprender también a veces la fuerza de lo local; lo digo porque los 2.000 euros pagados por un lienzo de Cayetano Pérez (S. XVIII) fechado en 1767 y titulado Virgen del Carmen con san Francisco de Paula, santa Gertrudis magna, san Juan de la Cruz y santa Teresa de Jesús con inscripción (O/L, 55 x 40 cm; 269), se quedan muy lejos de los mucho más lógicos 600 euros de la salida. Daniel Díaz @Invertirenarte