Arroyo grabador, en el Bellas Artes de Bilbao
La exposición Eduardo Arroyo grabador, inaugurada ayer en el Museo de Bellas Artes de Bilbao con el patrocinio del Festival Internacional de Grabado y Arte sobre Papel FIG Bilbao, tiene como objetivo la difusión de la obra gráfica del autor. A la muestra se suma la publicación de un catálogo que abarca todos los grabados de Arroyo desde 1997. Fabrienne di Rocco ha sido la responsable de ambas iniciativas. El 18 de diciembre se publicará en YouTube una conferencia de Di Rocco donde reflexiona sobre la exposición.
Desde 2012 la colaboración del Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Festival Internacional de Grabado y Arte sobre Papel FIG Bilbao ha propiciado la mayor visibilidad de las obras de arte creadas sobre papel. A esta difusión, apoyada por FIG, se ha sumado el músculo investigador y catalogador de la pinacoteca. El museo ha sido la sede en cada una de las ediciones, y este 2020 llena sus salas 32 y 33 con la obra de Eduardo Arroyo.
Bajo el título Eduardo Arroyo grabador, la exposición recorre la obra gráfica de uno de los artistas más relevantes de la escena contemporánea de nuestro país. Le acompaña la publicación Eduardo Arroyo. Obra gráfica IV [1997-2018], un volumen en el que se recoge toda su producción de piezas sobre papel en los últimos 20 años de su vida. Ambos proyectos han estado bajo la dirección de Fabienne di Rocco, historiadora del arte experta en su producción, quien colaboró estrechamente con el artista en multitud de iniciativas.
A Eduardo Arroyo (Madrid, 1937-2018) se le considera uno de los principales representantes de la figuración crítica y comenzó a experimentar con el grabado a principios de la década de 1960. Desde entonces, experimentó y cultivó una gran variedad de técnicas: litografía, aguafuerte, punta seca, aguatinta, pochoir, linograbado y xilografía. A partir de 1989 el IVAM empezó a catalogar su producción de obra gráfica. Al poco tiempo, publicaron un volumen con los 159 grabados que había terminado hasta el momento. El proyecto lo continuó el Museo de Bellas Artes de Bilbao en 1996, cuando publicó otros dos volúmenes (uno de ellos con los nuevos 148 grabados que Arroyo había concluido desde 1989 y otro una monografía titulada Suite Senefelder & Co. con 102 litografías con las que conmemoraba el segundo bicentenario de la creación de la técnica). Eduardo Arroyo. Obra gráfica IV [1997-2018] concluye el trabajo de los anteriores 3 volúmenes, con las 106 estampas producidas por el artista desde 1997, además de otras 15 previas que no habían sido incluidas en los trabajos anteriores.
La última gran antológica dedicada a Arroyo la celebró el Bellas Artes de Bilbao en 2017 bajo el título Eduardo Arroyo. Le retour des croisades. Ese mismo año donó a la pinacoteca diez obras sobre papel y dos esculturas. En septiembre de 2018, poco antes de su fallecimiento, añadió un centenar de grabados a la donación inicial. Ese excelente conjunto, ahora custodiado por la institución bilbaína, recorre los temas que más interesaban al artista, como el retrato, los tipos populares, las referencias literarias y a los personajes más señalados de la historia cultural, como Cervantes, Manuel de Falla, Montaigne o Luis Buñuel.
Para completar el programa expositivo, el 18 de diciembre se publicará en el canal de YouTube del museo la conferencia El color y la línea. La pasión de Eduardo Arroyo por la estampa impartida por Fabienne di Rocco. La exposición podrá ser visitada hasta el 7 de marzo. Héctor San José.