Ansorena cierra la temporada con los 100.000 euros del Rusiñol
Muy interesante fue también, en la cita del 23 de julio, la subida del tapado miguelangelesco
Pienso que tenemos que estar de enhorabuena. Vale, es cierto que la venta en Ansorena del atractivo lienzo Brollador del Parc Badés, Arbúcies (O/L, 104,1 x 123,2 cm; lote 226), de Santiago Rusiñol (1861-1931), pintado en 1930, apenas un año antes de fallecer, por 100.000 euros se queda lejos de las grandes ventas de piezas de su mano obtenidas, como bien puede suponer cualquier lector un poco avispado, antes de la crisis.
Han pasado casi trece años desde aquel remate espectacular, en noviembre de 2006 en Sotheby’s Londres, por nada menos que 500,000 GBP (568,000 GBP, 842.116 euros, premium ya incl.) de su Jardì de Muntanya, Sa Coma, IV, 1904 (O/L, 98,5 x 124 cm; ver), y desde la crisis ni siquiera Londres ha obtenido precios parecidos pues su importante Pati de Játiva, 1919 (O/L, 83 x 104 cm) se remató por apenas 253,250 GBP (295.669 euros; ver). No digamos ya en nuestras salas españolas: la gran venta, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver), habían sido los 100.000 euros ofrecidos en Balclis en mayo de 2011, cuando Balclis era lo que ya no es, por La glorieta de los Cipreses, del Jardín del Príncipe, 1930 (O/L, 108,5 x 137,5 cm), lejos de los 80.000 euros ofrecidos en Fernando Durán en abril de 2013 por Atardecer en el Castillo de Sant Pere en Begur, Gerona (O/L, 80 x 126 cm).
Sí, es cierto todo lo anterior, pero precisamente por eso tiene más mérito aún la venta ayer del lienzo de Rusiñol por 100.000 euros, una puja más de los 95.000 euros pedidos. Y es de justicia reconocerlo.
La otra venta importante de la tarde fue la de un tapado; bueno, más bien la de una tabla que, aunque se ofrecía como Anónimo del siglo XVI-XVII, pintaba muy bien. El sueño de la vida humana (O/T, 41 x 30 cm; ver) seguía, como bien señalaba la propia sala, muy de cerca el dibujo original de Michelangelo Buonarroti, The Dream of a Human Life, c. 1533, de la Courtauld Gallery de Londres (ver), y se conocía además una versión sobre pizarra, ligeramente posterior, que está en la National Gallery de Londres (ver). Más allá de posibles interpretaciones e incluso de atribuciones personales, el caso es que los 1.400 euros de su salida pronto se demostraron muy escasos pues las pujas llovieron hasta terminar rematándose por 9.000 euros, una cifra que probablemente en poco tiempo veamos notablemente aumentada, como hace apenas unos días sucedió con el lienzo de Waterhouse (ver), vendido también en esta sala…
Dicho lo cual, ya sólo queda avanzar por terrenos más conocidos y hasta cierto punto al menos esperados. Doy tres datos. El primero, del cada vez más buscado y cotizado Carlos Nadal, su interesante Terrasse Ville Spa, 1979 (O/L, 65 x 81 cm; 420), con personajes, edificios y una especie de escena callejera en un café con sus típicas sombrillas, se adjudicó por los mismos 20.000 euros pedidos; la pena fue que no hubiese interesados por su sencillo y colorista La casa, 1964 (O/táblex, 65 x 81 cm; 421), con etiqueta de la sala Parés de Barcelona, ofrecido por los mismos 20.000 euros. El segundo: del madrileño Eduardo Arroyo, San Bernard Tomelet, 1965 (O/L, 80 x 100 cm; 282), con su típico lenguaje deconstruido y colorista, se vendió a un coleccionista al teléfono por los 12.000 euros de inicio. Y el tercero: de Antonio Saura, Sin título, 1978 (38 x 37 cm; 285), una abigarrada y clásica composición de su mano, con personajes sin rostro a base de tintas de colores negro, gris y blanco sobre cartulina pegada a tabla, subió de 10.000 a 12.000 euros.
Y, para terminar, dos gratas sorpresas que, sinceramente, me sorprendieron. La primera, del catalán Baldomero Galofre, cuyo buen lienzo de Marina con veleros, 1887 (O/L, 101 x 70 cm; 369) subió de 15.000 a 16.000 euros. Y la segunda del santanderino Antonio Quirós, cuyo lienzo con tres figuras Sin título (91 x 132 cm; 284) subió también de 6.000 a 7.000 euros. ¡Buen verano! Daniel Díaz @Invertirenarte