Alfredo Alcain en Alcalá 31: Una vida dedicada al arte

Alfredo Alcain en Alcalá 31: Una vida dedicada al arte

La gran retrospectiva dedicada al artista madrileño aborda más de seis décadas de trayectoria. En ella se incluyen pintura, dibujo, escultura, obra gráfica y otros objetos, desde la figuración de sus primeros años a la abstracción geométrica de sus trabajos más actuales.

Alfredo Alcain en su estudio, 1995 Foto María Meseguer

Resulta abrumador entrar en la sala Alcalá 31 y encontrarse con la exposición Alfredo Alcaín. Una retrospectiva. A pesar de que el espacio está compartimentado y no se puede apreciar toda la muestra de un solo vistazo, la cantidad de obras que pueden contemplarse ya en las primeras salas dan testimonio de que el visitante se encuentra ante una exposición extensa y variada, en la que resulta difícil creer que sea un mismo artista el artífice de tan distintas obras.

Tampoco resulta sencillo imaginar todo lo que se esconde entre esas paredes: desde un retrato de juventud en el que Alcain posa de niño en la escuela, sentado en su pupitre y sosteniendo un lápiz, a una obra compuesta por varios lienzos unidos y surcados, en su parte superior, por la maqueta de un tren, pasando por figuritas que parecen asemejarse a las de un belén, o por un vídeo en el que aborda el concepto de altar.

En la parte inferior de la sala destacan sus bodegones, una de las composiciones que más ha realizado a lo largo de su carrera. Se pueden encontrar muchos de los primeros, más figurativos, y posteriormente aquellos en los que se van perdiendo los detalles y las frutas se adivinan mediante unos cuantos trazos esbozados sobre un fondo de color sólido. En el mismo ámbito, también hay esculturas, tanto en madera como en hierro, con las frutas como protagonistas.

Por su parte, la planta superior está en su mayoría,dedicada a las representaciones de escaparates de comercios, unas de sus composiciones más conocidas. Estas piezas son el mejor ejemplo de cómo Alcain se ha inspirado siempre en lo cotidiano a la hora de pintar, representando cuestiones sociales más profundas mediante lo que parece una escena mundana.

Por ello, su cuadro de una lechería o el de una tienda de hábitos no solo representan la apariencia de una fachada concreta, sino una imagen de la España del momento, del Madrid en el que se pintaron, y que por supuesto ya no existe.

Del mismo modo en el que Alcain retrata su ciudad natal a través de sus tiendas, se representa a sí mismo también de una forma curiosa. Esto puede apreciarse en un cuadro expuesto cerca de un autorretrato que sí pintó al uso –uno de los pocos– y que hemos mencionado anteriormente.

España no hay más que una, abril 1973 Escayola, 75,5 x 96,5 x 4 cm Foto María Meseguer © Alfredo Alcain, VEGAP, Madrid 2025

En el menos típico, la obra se compone de pequeñas celdas con colores al fondo, en las que encierra algunos de los objetos a través de los que se define: fotos, obras suyas, sobres de azúcar de ciertas cafeterías, carnets de bibliotecas… todo lo que a menudo desechamos, que ni siquiera retenemos en la memoria, y que él sin embargo atesora para convertir en un reflejo de sí mismo.

Vista de sala de la exposición. Fotografía: Jonás Bel.

Este enorme conjunto de obras que compone la exposición supone no solo un recorrido por la vida de Alcain, dedicada al arte desde su juventud, sino también un repaso por la historia del siglo pasado en nuestro país.

Pueden encontrarse, por ejemplo, referencias a la Guerra Civil —sobre la que ha pintado, pero que no llegó a vivir, porque nació en 1939— o la Segunda República (los colores de su bandera aparecen al fondo de uno de sus bodegones frutales).

Además, también son múltiples los guiños a otros artistas que le han inspirado y guiado en su trayectoria, tanto maestros admirados como directamente amigos. Así, encontramos entre sus primeros bodegones un Cézanne, o posteriores guiños al cubismo.

La muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 11 de enero, se trata de una incursión exhaustiva en su obra, sus gustos, sus intereses, sus ideas y su contexto, así como un testimonio de su habilidad para dominar múltiples disciplinas. En definitiva, la vista panorámica de toda una vida dedicada a la creación artística en sus más diversas facetas. Sofía Guardiola