Los lienzos de Guerrero, Zóbel y Haring, Sorolla, Galofre o Lucas y los de pintura antigua, lo más destacados en una licitación que vuelve a superar con creces los 500.000 euros
Hacía mucho tiempo que no se veía en España una venta tan sonada de José Guerrero como la del Litoral rojo, 1987 (A/L, 182 x 130 cm; 882). La salida por 90.000 no fue obstáculo para los pujadores en sala y en teléfono que llegaron, finalmente, a los 140.000 euros (168.238 euros con comisiones e impuestos incluidos). Sólo se recuerdan precios así en octubre de 2007, en Christie’s Madrid: Comienzo, 1982 (O/L, 184 x 134 cm), que de los 120.000 llegó a los 190.00 euros (228.250 euros con comisiones e impuestos incluidos), y Aparición y sombras, 1966 (O/L, 96,5 x 146 cm), vendido por 140.000 euros (168.250 euros, con comisiones e impuestos incluidos).
Expuesta en la XVI Bienal de Alejandría en 1987 y en el Centro José Guerrero en 2004, entre otras, la pieza respiraba calidad por los cuatro costados, con una pintura pura gracias a sus amplios campos de color, liberándolos de sus previos estudios durante su etapa neoyorquina.
De Fernando Zóbel fue otra de las grandes ventas de la velada: 50.000 euros, la salida, por Los Hocinos XXI, 1980 (O/L, 69,5 x 92 cm; 881), que quizá saben a poco aunque tampoco sea una pieza que emocione al primer golpe de vista; en ese sentido, podía más el tamaño que la forma presentada. Sorprendentemente, pero reflejando quizá un cierto agotamiento del coleccionismo filipino y de Hong Kong por este autor –o, al menos, en un afán de ajustar mucho más los precios-, no hubo interesados por el lote anterior: El patio, 1980 (O/L/cartón, 66 x 80 cm; 880), por el que se pedían unos aparentemente razonables 30.000 euros.
Y ya que estamos en el coleccionismo extranjero, dos referencias: el S/T, 1981 (Tm/papel, 97 x 127 cm; 903), de Keith Haring, se vendió por la salida de 45.000 euros, no así los otros dos importantes que salían de Jason Martin, Raj (25.000 euros; 901), y de Penck, Schwarz-Blauer Doppeladler, 1995 (28.000 euros; 902). Pero sí se vendió, por 20.000 euros, la salida, y no era una pieza nada fácil, el magnífico Estudio anatómico, 1964 (Tm/T, 130 x 130 cm; 841), del chileno Claudio Bravo.
Volvamos a nuestro país, esta vez de la mano del otro gran triunfador de la tarde: Joaquín Sorolla. Su esperado Chispero, 1883 (O/L, 169 x 72,4 cm; 273), se vendió a un teléfono por 95.000 euros, una puja por encima de la dada previamente a la mesa que cubría la salida de 90.000 euros; una obra de calidad, pero de etapa poco buscada por la mayor parte de los coleccionistas… Como su Retrato de dama, c. 1889-90 (O/T, 40 x 35 cm; 271); un rostro pintado con menos de treinta años, que subió también, esta vez de 10.000 a 17.000 euros.
Similar por técnica y aires mediterráneos, era la pequeña pero muy fina tabla En la playa (O/T, 18 x 25,3 cm; 272) de Baldomero Galofre, que partiendo de los 7.000 subió hasta los 11.000 euros. Otra tabla, esta vez de Tomás Moragas y con un carácter mucho más historicista, En la fuente (O/T, 59 x 88,5 cm; 278), se adjudicó por los 9.000 euros de la salida. Y otra sorpresa, de la mano del gaditano José Cruz Herrera: La favorita (O/L, 56 x 63 cm; 282) se disparó desde los 10.000 hasta los 19.000 euros.
Con un lenguaje más moderno ya, el pequeño pero buen Paisaje, c. 1950/55 (O/L, 33 x 41 cm; 835), del jienense Rafael Zabaleta también subió, esta vez de 6.000 a 8.000 euros. A medio camino hacia la abstracción, merece la pena citar la magnífica compra de un San Francisco, 1975 (PE de 7, 46,5 x 19 x 22 cm; 818), de Venancio Blanco por apenas 1.600 euros. En pleno lenguaje abstracto ya, destacó la compra del gouache Y III, 1973/5 (35,5 x 29,5 cm; 874) de Pablo Palazuelo, por 13.000 euros; no está nada mal dadas las circunstancias.
La pintura antigua también obtuvo unas más que interesantes ventas. Calentando motores, como quien dice respecto a los primeros lotes, se pagaron 6.000 euros, la salida, por el Bodegón atribuido a Baldassare de Caro (O/L, 94 x 134 cm; 200); una segunda edición de la Plancha séptima de las Carceri d’Invenzioni (aguafuerte, 54,5 x 40,5 cm; II/III; 217) de Piranesi, pasó de 1.500 a 3.250 euros; y las dos piezas atribuidas a Paolo Anesi subieron notablemente: Vista de una ciudad costera con figuras (O/L, 21,5 x 30,5 cm; 234), de 1.500 a 2.500 euros, y Vista del puerto de Gaeta (O/L, 20 x 27,5 cm; 237), de 1.500 nada menos que a 5.000 euros.
De Italia saltamos a los Países Bajos. De David Teniers II, su pequeña tabla con Alegoría del Otoño (20 x 14 cm; 794), firmada con sus iniciales, y a pesar de su evidente craquelado, subió de 7.000 a 12.000 euros. San Sebastián asistido por santa Irene (O/L, 104 x 147 cm; 797), firmado por Cornelius de Beer en 161?, también subió unas pujas hasta adjudicarse por 12.000 euros. En esta línea, del que fuera director de la Academia de Bellas Artes de Sevilla, Cornelio Schut -y verdaderamente del círculo de Bartolomé Esteban Murillo pues como de la mano de alguien de ese círculo aparece en el catálogo-, el Retrato del Conde de Ávalos, en un óvalo fingido (O/L, 126,5 x 98,5 cm; 803), que procedía de Lady Harriet Daly hasta 1820/7, y luego al Earl of Caledon hasta 1939, subió de 9.000 a 11.000 euros. Y ya que hemos vuelto a nuestro país, el Anónimo velazqueño del S. XVII, Retrato de enana, de medio cuerpo, con un bergenal (O/L, 71 x 56,5 cm; 807), que en su día estuvo atribuido a Juan Bautista del Mazo, se adjudicó por los 12.000 euros de la salida.
Como venimos diciendo desde hace tiempo en estas páginas, lo mexicano está siendo especialmente buscado por los coleccionistas de más allá del Atlántico. Pues bien, del mexicano José de Páez se ofrecían dos piezas, firmadas ambas en México, y una vez más se vendieron bien. Santa Victoria con la ciudad de Córdoba al fondo (O/L, 102 x 79 cm; 758) se remató finalmente por 4.500 euros, lejos de los 2.000 euros de la salida; y el cobre de la Virgen del Pilar con Santiago el Mayor y San Pedro de Arbués; al fondo vista de Zaragoza (66,5 x 52 cm; 769), que llegó a los 9.500 euros tras una salida desde los 6.000.
Y el siglo XIX. Como era de esperar, el remate del dibujo a tinta y aguada de Eugenio Lucas, Paisaje, mancha de apenas 26 x 25 cm (241) fue espectacular: de 1.800 a 5.000 euros, que justifican plenamente la visión ya casi abstracta de la misma naturaleza. También encontró comprador, por los 25.000 euros de la salida esta vez, la Capea, h. 1861 (O/L, 91,5 x 120 cm; 242) de Eugenio Lucas; publicada ya por José Manuel Arnáiz en su Eugenio Lucas. Su vida y su obra (Madrid, 1981, nº 508, pág. 578), mostraba su clásica pincelada empastada de raíz goyesca que tanto entusiasmó en su época, y que en sus mejores piezas sigue interesando a los coleccionistas. Por la salida, 5.000 euros, se adjudicó también la buena pareja de Retratos de dama y caballero (O/L, 97,5 x 72 cm; 749), catalogados como de Escuela españolas del finales del S. XVIII. En esta línea, de Escuela española o colonia, de hacia 1800, la Joven dama con mantilla y abanico (O/L, 60 x 47 cm; 755) respiraba también calidad (y repintes), y subió de 2.000 a 6.000 euros.
Gran licitación, y muy buenas ventas. Alcalá está en otro nivel; enhorabuena. Felices fiestas y esperamos con ilusión las sorpresas de la próxima subasta. Daniel Díaz @Invertirenarte