El Prado mira con esperanza y cautela a 2021
Miguel Falomir, director de la institución, ha presentado esta mañana la programación de este nuevo año. Desde Pasiones mitológicas, pasando por Marinus, hasta la apertura al arte colonial con Tornaviaje, el Prado continúa con las exposiciones pospuestas a causa de la pandemia y apuesta por otras que amplían su foco de atención. Además, anuncia que los primeros frutos de la reordenación de la colección, siguiendo un criterio historiográfico moderno, se podrán ver antes de verano. También se espera que las obras del Salón de Reinos comiencen a finales de 2021.
Tras un año de cierres, limitaciones y retrasos causados por la COVID-19, el Museo Nacional del Prado presenta su programación y planes para la reordenación de los espacios y la colección no sin cierta cautela. Que la incertidumbre es un concepto que ya acompaña al papel de todos los gestores culturales es algo que Miguel Falomir, director de la institución, tiene muy claro. Por eso toda la planificación viene con la evidente letra pequeña: es susceptible a cambios que están fuera del control del museo.
No obstante, y esperando el mejor de los escenarios El Prado retoma el calendario de exposiciones que tuvo que interrumpir y posponer en 2020. Pero no será hasta marzo cuando se de el relevo, hasta entonces Invitadas seguirá siendo su gran propuesta. Tal y como contamos en nuestra agenda de exposiciones nacionales, Pasiones mitológicas. Tiziano, Veronese, Allori, Rubens, Ribera, Poussin, Velázquez, Van Dyck (2 marzo – 4 julio) reunirá por primera vez desde el siglo XVII las seis pinturas mitológicas, llamadas Poesías, que pintó Tiziano para Felipe II. Además entre las casi 30 obras, de las que 16 son importantes préstamos, se incluirán piezas de otros autores coetáneos y posteriores que definieron la historia del arte.
La otra gran exposición será Tornaviaje. Arte iberoamericano en España (5 octubre 2021 – 13 febrero 2022). Esta propuesta representa «la apertura del Prado a «nuevas geografías»». La muestra se centrará en las piezas que viajaron desde los territorios coloniales hasta la metrópolis y en como influenciaron a la sociedad y los artistas del momento más incluso que las tendencias del resto de Europa.
Ya en un segundo plano, estarán Marinus. Pintor de Reymerswale (9 marzo – 13 junio), primera exposición dedicada a este artista que tampoco cuenta con una monografía; El Hijo Pródigo de Murillo y el arte de narrar en el Barroco andaluz (21 septiembre 2021 – 23 enero 2022), centrada en la serie del pintor sevillano que es la primera dedicada a este tema bíblico en nuestro país, y Leonardo y la copia de Mona Lisa. Nuevos planteamientos sobre las prácticas del taller vinciano (28 septiembre 2021 – 30 enero 2022), que estudiará las dinámicas dentro del taller de Da Vinci.
Esta programación la completarán iniciativas como Legado de Carmen Sánchez en mayo, que homenajea a la profesora que legó a su muerte cerca de 800.000 euros para adquisiciones del Prado; el 40 aniversario de la Fundación Amigos del Museo del Prado, que expondrá las obras compradas gracias a su contribución; La obra invitada que sucederá a La comunión de San José de Calasanz, que prolonga su estancia hasta noviembre, serán los bocetos, también del pintor zaragozano, para La predicación de san Bernardino de Siena; además, se pretenden retomar los itinerarios diseñados por profesionales ajenos al mundo del arte con Reflejos del cosmos en el Museo del Prado, comisariado por la investigadora del Centro de Astrobiología Montserrat Villa Martín.
Por otro lado, la reordenación de las colecciones continúa su curso y se prevé que antes del verano el siglo XIX ya pueda ser visitado con la nueva disposición. El cambio se ha justificado como una actualización de la actual organización que sigue la historiografía decimonónica, que acentúa la división entre escuelas nacionales. El nuevo planteamiento se apoya además en el éxito que ha tenido el enfoque más temático de Reencuentro y en la necesidad de dar cabida a las artistas que hasta ahora tenían n espacio muy limitado asignado. Aunque se ha señalado la intención de que toda la colección se vea afectada, habrá algunos impedimentos para que artistas como Goya vean reunida toda su obra. El montaje de los cartones para tapices o el volumen de su producción harán de este pintor una excepción a la regla que se ha impuesto El Prado.
También se ha hecho un apunte hacia las obras de acondicionamiento del Salón de Reinos, que entran en concurso para seleccionar a la constructora este año y que se espera que comiencen hacia noviembre. El aumento en la dotación económica por parte del Estado del que se ha beneficiado El Prado tras la aprobación de los nuevos Presupuestos Generales, ha posibilitado este paso en firme hacia delante. Se calcula que las obras se prolonguen hasta 2025.
Al ser preguntado por la delicada situación que atraviesa el país, inmerso en la tercera ola, y las acciones del museo dado un nuevo confinamiento como el de marzo, el director ha destacado que la actividad del museo no se detendría, sino que continuarían con su intensa programación online. Eso sí, se contaría con la trayectoria de este año como inigualable experiencia y una mayor planificación. Y aunque las actividades digitales hasta ahora puestas en marcha seguirán siendo gratuitas, la institución contempla la creación de productos online más elaborados que podrían ser de pago, «pero con cantidades infinitamente más reducidas que las de, por ejemplo, la National Gallery» ha concluido Miguel Falomir. Héctor San José.