Otro Zóbel a la vista…, en Ansorena
Muy atractiva licitación para los días 4 y 5 de noviembre con abundantes piezas medias, entre 15.000 y 40.000 euros, de reconocidos autores
Ansorena, la sala situada en la calle Alcalá, entre Cibeles y la puerta de Alcalá, es como una maquinaria bien engrasada que acude puntual a su cita prácticamente mensual con una importante oferta. Esta vez parece que ha optado por los tonos medios, esos que junto a piezas soberbias no brillan tanto, pero a la postre terminan dando el tono a la cita porque se venden más y mejor. Y en este caso concreto, además, son de muchos autores que el mercado, en sus diversas secciones sigue demandando.
Si comenzamos por el contemporáneo, una pieza que atraerá las miradas y los euros de los coleccionistas nacionales e internacionales es la de Fernando Zóbel: El Roge, 1978 (O/L, 44 x 41 cm; lote 445). Procedente de la galería Sur de Santander, expuesta y comprada en la muestra allí realizada en julio de 1980, no se trata de un pieza magnífica, ni de una de sus buscadas Saetas, pero conociendo el interés de muchos compradores por su producción ya adivinamos que será, sin duda, uno de los puntos fuertes de la cita y que debería subir alguna que otra puja aún. Eso es lo que hasta ahora ha sucedido con los anteriores en esta sala y en otras.
Asegurada esta apuesta, Ansorena ofrece una pequeña cohorte de piezas figurativas de interés de Pancho Cossío, Ortega Muñoz, Palencia y Tarrassó, fundamentalmente. La más interesante bascula entre el paisaje desnudo y sobrio del pacense Godofredo Ortega Muñoz con su Viñas o Rioja (O/L, 73 x 92 cm; 564), fechado en 1967 y por el que se piden 39.000 euros –sin descuidar el otro de su mano, Paisaje (O/L, 34 x 41 cm; 563), procedente de Biosca, por 19.000 euros-, y el colorista y animado del catalán Casimiro Martínez Tarrassó, de nada menos que 200 x 200 cm, Finca de la calle Major de Sarria, 17 (lote 567), por 24.000 euros, un precio también verdaderamente atractivo si lo comparamos con cifras de hace apenas unos años.
Vinculado a la Escuela de Vallecas, de Benjamín Palencia no se pierdan el tardío Paisaje, 1976 (O/L, 50 x 65 cm; 568), por 11.000 euros y, sobre todo, el Campo de amapolas, 1967 (O/L, 72,5 x 92 cm; 570), por 32.000 euros. Y de Pancho Cossío, un muy etéreo y vaporoso ya Bodegón, 1967 (O/L, 118 x 98 cm; 519), por 12.000 euros. Curiosa la aparición de tres obras de 1967, donde se puede apreciar la diferentes visión figurativa de Ortega Muñoz, Palencia y Cossío.
Antes de entrar en el cambio de siglo, me parece interesante el retardatario lienzo de Gabriel Morcillo, Efebo con verduras (O/L, 134 x 108 cm; lote 161), una composición típica de su mano con un joven sonriendo y un bodegón en primer plano, y una especie de cubrepantalones realizados con una técnica deshecha, en total contraste con el resto; lo malo son los 25.000 euros de la salida, no tan interesantes ya.
Del cambio de siglo, brilla con luz propia la Salida del baile de máscaras (O/L, 66 x 80,5 cm; lote 162), del sevillano José García y Ramos. Comprada en Sotheby’s Londres en abril de 2007 por nada menos que 96,000 USD (70.630 euros; ver), es una obra que pintó con variantes varias veces, y cuya versión más conocida y mejor quizá sea la firmada en 1905 de la colección Carmen Thyssen, depositada en su museo, con más personajes y algo más de tamaño (70,5 x 104,1 cm; ver). Los 60.000 euros pedidos no dejan de ser una apuesta fuerte en estos tiempos que corren, pero hay que reconocer la indudable calidad de la pieza; como dato, quizá interese saber que incluso hoy día alguno pide por ella nada menos que 150.000 euros (ver)…
Me parece que la tabla de Vicente Palmaroli, Concierto de mandolina (O/T, 50 x 65 cm; 127), siendo una versión algo más simplificada que la del Museo del Prado (ver), realizada hacia 1875, es especialmente interesante por su calidad. Y aunque los coleccionistas de este tipo de pintura preciosista van disminuyendo y el gusto ha cambiado notablemente, no me sorprendería que subiera alguna puja desde los 18.000 euros pedidos…
Y llegamos a la pintura antigua, con varias piezas notables. La más asombrosa es el Códice Cardona, (lote 20) un magno conjunto “realizado en papel amate en formato de hoja, compuesto por 806 páginas (201 bifolios y una página suelta) con unas 300 ilustraciones, además de dos mapas desplegables”. Según la catalogación, “podría tratarse de un encargo del Capitán Cardona, Alonzo Cardona y Villaviciosa, a instancias del primer Virrey de Nueva España, don Antonio de Mendoza, para presentárselo al rey Carlos I de España” y se habría realizado “en México hacia 1550 – 1560 por escribas aztecas, artistas nahuas, bajo la supervisión y anotaciones del clero católico”, según el estudio del especialista Arnold J. Bauer en su libro The Search for the Codex Cardona. Recuerda, de alguna manera, el Códex de Trujillo (ver) que vendió al Estado, tras declararlo inexportable, en junio de 2017 Alcalá Subastas por unos asombrosamente escasos 45.000 euros, y que Mariano Rajoy cedió alegremente a la República del Perú… En este caso, la cifra que ronda, y que hay que consultar al departamento, ¡es de 650.000 euros!
De venta más sencilla parece la Inmaculada Concepción (O/L, 53 x 40 cm; 28), de Juan Carreño de Miranda, versión en reducido tamaño de sus piezas monumentales para iglesias, por 22.000 euros. O el Paisaje costero (O/T, 40 x 61 cm; 17), de Salomon van Ruysdael, por 29.000 euros. Palabras mayores ya, y con esto terminamos, serían las ventas por 68.000 euros del lienzo de Claude Joseph Vernet, Paisaje con pescadores, 1736? (O/L, 100 x 150 cm; 18) o el Cestillo de flores (O/L, 58 x 70,5 cm; 19), firmado por Juan de Arellano. Veremos qué dicen los coleccionistas al respecto los días 4 y 5, porque oferta hay, buena y variada. Daniel Díaz @Invertirenarte