Richard Learoyd, reinventor de la cámara oscura
La Fundación MAPFRE muestra en Casa Garriga Nogués medio centenar de fotografías en blanco y negro y a color del autor británico, que trabaja con una máquina construida por él mismo, creando así copias únicas y sin negativo. Tras su paso por Barcelona, la muestra podrá verse en la sede madrileña de la institución.
Tiene influencias pictóricas y cultiva géneros clásicos de la pintura, pero es fotógrafo. Richard Learoyd (Reino Unido, 1966) es uno de los autores contemporáneos más reconocidos en la actualidad, no solo por su capacidad para romper los límites difusos entre pintura y fotografía, sino también por retratar con una inmediatez casi tangible a sus modelos.
Desnudos a la manera de Ingres, retratos de 3/ 4 inspirados en el Siglo de Oro español, bodegones de flores que recuerdan a los maestros flamencos, estudios de caballos en movimiento como los de Degas… Estas y otras muchas imágenes son las que se pueden ver actualmente en la sala de exposiciones que la Fundación MAPFRE tiene en Barcelona.
Richard Learoyd reúne 51 fotografías únicas y de gran formato, tanto a color como en blanco y negro, que resumen lo mejor de su producción realizada durante la última década, periodo que coincide justo con su momento más álgido. La comisaria, Sandra S. Phillips, ha elaborado un recorrido que se organiza de manera temática en torno a los tres géneros clásicos de la historia del arte: paisajes, bodegones y retratos.
Estos últimos constituyen el apartado más numeroso, quizá porque son también los que mejor definen al artista. En la muestra vemos desnudos, retratos de frente, de espaldas o de perfil, personajes en solitario o en grupo, pero siempre con un aire melancólico.
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Entre los diversos paisajes que se muestran en las salas, destaca uno inédito tomado en España, concretamente en Lanzarote. Se trata de una imagen hecha ex profeso para la ocasión, ya que es un encargo de la propia Fundación MAPFRE que ahora se exhibe por vez primera. Asimismo, diversas naturalezas muertas, espejos nocturnos, animales y rocas lunares completan este recorrido por la singular producción de Learoyd, cuyo secreto reside en el proceso artesanal.
Lo cierto es que la manera de fotografiar del británico no tiene nada de habitual, pues trabaja con una de las técnicas precursoras de esta disciplina: la cámara oscura. En la era de las cámaras digitales y de la imagen multiplicada por 1.000, nuestro autor prefiere apostar por la instantánea única.
Para ello utiliza una cámara oscura construida por él mismo, que le permite captar cada instante a tamaño real e imprimirla directamente sobre el papel fotográfico. Creó su primera máquina en 2003, desde entonces ha ido perfeccionando su invento hasta conseguir el resultado deseado. Ahora va por su cuarto artefacto, una cámara oscura con un poder de aumento 15 veces superior al ojo humano y una lente de 750 mm, que mide perfectamente la distancia entre esta y el papel metido dentro de la habitación oscurecida. “Mi cámara, aunque en la práctica sea una gran angular, tiene una profundidad de campo y cero distorsión óptica”, afirma.
Estas imágenes sin negativo podrán verse en la Casa Garriga Nogués hasta el 8 de septiembre. Después, viajarán al Fotomuseum Den Haag de La Haya y a la sala madrileña que la Fundación MAPFRE tiene en Recoletos. Sol G. Moreno