La familia Genovés expone en el Centro Niemeyer de Avilés
Si alguien se encuentra en Asturias en estos días estivales, tiene la posibilidad de visitar en el centro Niemeyer de Avilés la exposición La unidad dividida por cero, que reúne a la familia Genovés en su labor artística. En ella participan cerca de medio centenar de obras entre las que se incluyen pintura y videoarte, pasando por la instalación o escultura y fotografía de Juan Genovés y sus tres hijos: Pablo, Silvia, y Ana.
El concepto de la unidad dividida por cero constituye el método utilizado por los Genovés para explicar la dinámica que les une tanto familiar como artísticamente. En la exposición se aprecia un hilo conductor entre las obras de estos, con distintos formatos y soportes.
El recorrido por las salas incluye una selección de lienzos de Juan Genovés que utiliza para contrastarlos con dos temáticas habituales en el artista: la geometría y el drama humano. Estos dos temas también están presentes en la inquietante anti-funcionalidad de la obra escultórica y las instalaciones de Ana Genovés. Aprovechando ese contexto, las obras de Pablo plantean una revolución frente a las tradiciones establecidas. Y por último las videocreaciones de Silvia aportan una visión crítica y humorística de la realidad.
En palabras del comisario de la exposición, Miguel Ángel Hernández, “lo verdaderamente importante es el modo en que sus poéticas despliegan cuatro maneras singulares de ver el arte y entender el mundo, atravesadas todas ellas por la presencia constante de la incertidumbre, de algo que no se sabe, pero que se intuye, que late debajo de aquello que se ve”.
Fruto de la colaboración entre Juan, Pablo y Ana y concebida específicamente para el centro Niemeyer nace la instalación titulada Abrazo/desabrazo (2019). Toma como punto de partida El Abrazo (1976), icónica obra de Juan Genovés considerada símbolo de la transición española.
A partir de una reproducción de este cuadro, los visitantes encontrarán la desoladora adaptación de una fotografía de Pablo Genovés. Toda una metáfora del actual panorama político y social, así como de la progresiva simplificación de los símbolos históricos.
También como continuación a la línea de trabajo de sus esculturas de multitudes, Juan ha creado Transbase, una obra pública que el artista donará a la Fundación centro Niemeyer para ser instalada de forma permanente en la plaza del complejo cultural. Versión única de la maqueta Enrejados y con unas dimensiones de 4,5 x 4 x 2 metros, la escultura plasma varias personas que corren para reunirse en un foco central silueteadas sobre la estructura de acero blanco. De este modo, gracias a la muestra, la familia rinde así homenaje a la tierra natural de la familia por parte materna. J.M. Escudero