Las artes decorativas y los coches alcanzan remates de récord en el mercado internacional
Un cuenco esmaltado chino de la dinastía Qing se adjudicó el pasado mes de abril en Sotheby’s Hong Kong por 30,4 millones de dólares. En esa misma subasta, un Sutra de la Perfección de la dinastía Ming alcanzó una cifra similar, convirtiéndose en el precio más alto jamás pagado por un manuscrito budista. Bonhams, por su parte, cierra 2018 con otro lote de récord: un Aston Martin de 12,7 millones de dólares que ostenta el título de coche inglés más caro de una subasta europea.
Hace unos días hacíamos repaso de los lotes más destacados de 2018 en el mercado internacional. Entonces nos hacíamos eco de remates millonarios de hasta tres cifras alcanzados en Sotheby’s y Christie’s, donde la pintura se alzaba como protagonista indiscutible.
Es cierto que los grandes maestros contemporáneos como Modigliani, Picasso o Monet lideran el ranking de lo más caro del año pasado; tal vez por el deseo de los coleccionistas de poseer obras de arte únicas. Una exclusividad que también se puede encontrar en las artes decorativas, las joyas o incluso los coches, por ejemplo. Por eso, más allá de la pintura, las casas de subastas ofrecen todo un repertorio de lotes cuyos remates han conseguido también precios dignos de mención.
En este artículo repasamos algunas de las obras más destacadas del pasado 2018.
Un raro y excepcional cuenco de la dinastía Qing ostenta el primer puesto de la lista gracias al remate que alcanzó en la sede china de Sotheby’s: el equivalente a 30,4 millones de dólares. La pieza, de unos 14 centímetros de diámetro, es una obra única decorada con esmaltes pintados que combina técnicas chinas y occidentales, además de poseer motivos decorativos florales ajenos a la cultura oriental. Este rarísimo cuenco fue utilizado por el emperador Kangxi a principios del siglo XVIII y se adjudicó a un teléfono –presumiblemente chino– en apenas cinco minutos.
Un comprador asiático pudo ser también el que se hizo con el Sutra de la Sabiduría Perdida ese mismo 3 de abril. Este remate y el anterior dejan constancia del creciente interés de los coleccionistas orientales por la cerámica y los objetos antiguos, superando a menudo los records mundiales alcanzados hasta la fecha (como en el caso de este manuscrito budista, adquirido por el equivalente a 30,4 millones de dólares).
Los dos juegos de álbumes que componían este Prajnaparamita Sutra de la escritura Mahayana estaban en perfecto estado de conservación, hecho que sin duda influyó a la hora de establecer el precio del conjunto. Dichos manuscritos miniados datan de la Edad de Oro Xuande (1398-1435), quinto emperador de la dinastía Ming; quien encargó al monje Huijing que supervisara la copia de los cuatro principales sutras buditas. Tienen la particularidad de estar hechos con oro líquido sobre un papel ritual.
En el otro extremo del charco, Bonhams conseguía otra cifra récord para un coche inglés. El pasado mes de diciembre vendía un Aston Martin MP209 DB4GT Zagato de 1961 por más de 10 millones de libras (12,7 millones de dólares). El vehículo es un biplaza de color verde con más potencia que un Ferrari y se adjudicó en la subasta de Goodwood Festival of Speed.
Ese mismo día un BMW 507 Roadster de 1957 superaba su récord en subasta tras alcanzar 3,8 millones de libras (4,8 millones de dólares). Tercer récord para Bonhams en vehículos: una moto Vincent 998cc Black Lighting de 1951, que se adjudicó en las Vegas por 929.000 dólares.
El campo de la numismática también merece un comentario especial, puesto que las cifras relativas a monedas y billetes subastados en 2018 han sido millonarias. El mejor remate correspondió a una moneda de cinco centavos de dólar de 1913 que alcanzó los 4,5 millones de dólares en la casa Stacks & Bowers. Tras este, destacan los cinco dólares de 1854 por los que se pagaron 2,16 millones de dólares en Heritage Auctions y un billete de 1.000 dólares de 1890 que superó ligeramente los dos millones de dólares. Asimismo, merece especial mención el rarísimo medallón de 4 sólidos y medio de Constantino II (hacia 324-327) que se remató en 750.000 francos suizos.