Jean Laurent, una mirada por la España de la segunda mitad del siglo XIX
La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (RABASF) acoge desde hoy la exposición La España de Laurent (1856-1886). Un paseo fotográfico por la historia, que incluye más de 200 imágenes tomadas por el fotógrafo francés y algunos coétaneos durante tres décadas de la segunda mitad del siglo XX, permitiendo ver un panorama del patrimonio cultural español de ese período, desde el desarrollo urbanístico e industrial al patrimonio inmaterial, las artes escénicas, la vida cotidiana y las personalidades más notables de un tiempo pretérito muy relevante en el devenir histórico de nuestro país. La muestra, que permanecerá abierta hasta el 3 de marzo, ha sido promovida por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, y se enmarca dentro de los actos del Año Europeo del Patrimonio Cultural.
Ayer inauguraron la exposición el director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte, Román Fernández-Baca Casares, y el director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Fernando Terán, que fueron recorriendo esa serie de imágenes captadas por Laurent con su cámara y trípode por gran parte de la geografía española. La mayor parte de los fondos proceden de la Fototeca del Patrimonio Histórico, gestionada por el IPCE, así como de la Biblioteca Nacional de España, Patrimonio Nacional, el Museo Nacional del Prado y de varios coleccionistas particulares. Por ello algunas de las fotos expuestas se podrían calificar de inéditas para los aficionados a la fotografía y a la historia.
A través de su cámara fue captando la imagen de un país, que como en otros períodos históricos, se debatía entre el impulso de la modernidad y el apego a sus tradiciones, ya fueran los trenes y caminos o los toros, por citar algunos ejemplos, que recorrió España de norte a sur y de este a oeste, para ir fijando algunas instantáneas que nos han acompañado en el imaginario colectivo durante generaciones.
No hay que olvidar que este fotógrafo francés, procedente de la Borgoña, adquirió su pericia técnica de una disciplina nueva como la fotografía en la capital francesa, para luego establecerse en Madrid hacia 1844, ciudad en la que instaló su estudio en el mismo lugar que lo había tenido otro ilustre fotógrafo, Charles Clifford. Laurent no sólo captó los cambios urbanísticos del proceso de transformación de las ciudades españolas, sino también el devenir político, social y cultural, desde el fin de una de las guerras carlistas, los alzamientos de la Revolución Gloriosa, la Primera República, y por supuesto todo lo que supuso la industrialización y expansión económica de España en esas décadas del siglo XIX.
A lo largo de una exitosa carrera, Jean Laurent, cultivó el retrato como los famosos del general Espartero, del general Prim, entre otros; las reproducciones de obras de arte ya fueran en el Prado, en los museos de Bellas Artes de Sevilla o en la propia de San Fernando; las grandes obras de ingeniería; las series taurinas; el panorama arquitectónico de ciudades como Sevilla, Santander, entre otras capitales de provincia; y los homenajes públicos o privados a destacadas figuras como Calderón de la Barca con motivo del segundo centenario de la muerte del dramaturgo español. En resumen, un notario muy creativo, que supo detallar el panorama humano, cultural y artístico de un país que se estaba transformando.