Además, la casa ofrece para los días 15 y 16 de junio, junto a atractivos papeles del siglo XX, buenos lienzos de María Blanchard y de José Jiménez Aranda
En 1899 aparecía en Barcelona la España negra, un libro que recogía las impresiones del viaje por España de un extranjero llamado Émile Verhaeren, ilustradas por el joven aún Darío de Regoyos. José Gutiérrez Solana (1886-1945) había nacido en la capital poco antes; su atenta e incisiva mirada captó como pocos la miseria en la que vivieron nuestros antepasados, que campaba en un mundo donde dominaban los negros del luto, de la suciedad, del rencor y de la muerte, del trabajo en silencio y de las miradas huidizas. Ese mundo profundamente rural, en desesperado y agonizante cambio, es parte de la narración de su personal España negra, publicada en 1920. Su humanidad continúa doliendo, y su mirada nos interpela como pocas; su actualidad es parte de su secreto. Y por eso sigue siendo un autor buscado.
Ansorena ofrece en su próxima licitación Cargadores de vino (O/L, 46 x 38 cm; lote 51) de su mano. Realizada en “París en 1938”, según el catálogo, y expuesta en la galería de Beaux Arts de Faubourgh St. Honoré, de París ese mismo año, es una versión de menores dimensiones y ligeramente más alegre que la conservada en el Museo de Arte Español Enrique Larreta de Buenos Aires, La posada. Trasiego de vino (O/L, 101 x 81 cm; comprada en 1969 en el comercio, ingresa en el museo en 1972), realizada hacia 1918/20. En 75.000 euros deberán iniciarse de pujas. Recordemos, como datos del mercado de los últimos tiempos, que en octubre pasado, La murga gaditana (O/L, 100 x 80 cm) la compró en Balclis el Estado (ver) por los 130.000 euros de la salida; y que Dostrozonas de la sartén (O/L, 89,5 x 74,5 cm) se remató en Sotheby’s Londres en mayo de 2014 por 104,5000 GBP (128.744 euros).
Poco antes, en 1930, había fallecido en la ciudad del Sena la gran pintora santanderina María Blanchard; su cubismo teñido de un lirismo profundamente femenino fue absolutamente reconocido por todos los cubistas, que apreciaron su sabiduría y valentía. De ella, sale a pujas una pieza ya más tardía, Niña dormida, 1928/30 (O/L, 28 x 23 cm; 645). Con etiqueta de la galería Theo y expuesta en París en 1932 y en Madrid en 1982, según María José Salazar (Catálogo razonado, 2004, pág. 550, ref.: 254) se trata de una versión ‘mucho más suelta, un tanto inacabada, de las obras Niña dormida (nn. 252 y 253) que se encontraba en el estudio de la artista a su muerte’. En abril pasado, Ansorena adjudicó por la salida, 60.000 euros, Rostro-cabeza de mujer (O/L, 55 x 38 cm), por encima de los 22.500 euros pagados en Fernando Durán por Jeune mèlancolique, 1925 (O/L, 46 x 38 cm), por lo que parece que los 20.000 euros que se piden ahora por Niña dormida probablemente suban algunas pujas.
Y ya que estamos en París, debemos hacer mención a dos interesantes bronces. El primero, de Pablo Gargallo, Joven pastor, 1917/8 (4/7, 59 cm; lote 852); de su original en piedra, que hoy se conserva en el Museo de Arte Moderno de Barcelona (ver), el propio artista sacó un vaciado en escayola que sirvió para esta serie de siete, inacabada. 22.000 euros es su precio inicial. Y de Rembrandt Bugatti, Gallo (bronce, sin número de edición conocida, 39 x 24 x 14 cm; 851), por 20.000 euros.
Retrocedamos ya al siglo XIX, a 1894, cuando el sevillano José Jiménez Aranda pintó sobre tabla en su ciudad natal su atractiva Loca (46,5 x 37 cm; 520). Expuesta en la Nacional de 1895 y en la Corporation of London de 1901 de Pintores españoles, digamos como detalle importante de calidad que perteneció al pintor Aureliano de Beruete. Procedente de la galería Luis Carvajal, se piden 22.000 euros. De esos años, vean también el Regoyos (519; 21.000 euros) que salió ya en marzo pasado (ver), un Casanova y Estorach de 1895 (518; 22.000 euros) o un Plá muy sorollesco (511; 4.000 euros).
Por último, la interesante oferta de obras sobre papel. De la segunda mitad del siglo XX, sobresale la sencilla técnica mixta de Miquel Barceló, Pescadores en el río Gao, Mali, 1988/9 (29,5 x 41,4 cm; 644) por 18.000 euros, el grafito con San Sebastián (56,2 x 43,8 cm; 208) de Salvador Dalí por 9.000 euros, o el típico dibujo tardío de Luis Gordillo, Sin título, 1999 (75 x 53 cm; 641) por 2.000 euros. De 1939, vean con detalle los Franciscanos (92 x 72 cm; 603) de Benjamín Palencia, que salen desde 3.000 euros. Y ya anterior, el muy interesante pastel de Manuel Losada, Paseo por el Ayuntamiento de Bilbao (43 x 55 cm; 509) por 2.000 euros, que subirá de precio.
Se quedan en el tintero el San Eulogio (O/L, 105 x 84 cm; 115; 23.000 euros) de Antonio Palomino y el Colectivo en una playa, 1980 (O/L, 100 x 81 cm; 643; 12.000 euros) de Manuel Hernández Mompó. Véanlas con detalle; hay éstas y otras muchas. Daniel Díaz @Invertirenarte