En su cita del día 24 de febrero destacan además los lienzos de Mariano Andreu y de Goubau
Nada menos que 600 lotes de pintura y escultura saldrán a pujas en la casa catalana en una jornada que cabe imaginar simplemente agotadora pues antes hay piezas de antigüedades y diseño. Y puesto que Balclis siempre ofrece alguna que otra sorpresa interesante, apliquen aquello de A río revuelto, ganancia de pescadores, y revisen con detalle la amplísima oferta.
Del pleno siglo XX, sobresalen dos obras. La primera, En las eras, 1931/3 (O/L, 91 x 79 cm; 1470) de José Gutiérrez Solana. Expuesto en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1959 y en el Centro Cultural Conde Duque en 1985, a pesar del título y de las tareas agrícolas del fondo, es un sólido retrato del anticuario Luis Siravegne, con sus característicos negros y blancos y su pincelada gruesa y empastada. Los 50.000 euros que se piden son ya una cantidad importante para un retrato tan marcado, pero están lejos de los 130.000 euros pagados por el Estado en Balclis en octubre (ver) pasado por La murga gaditana (O/L, 100 x 80 cm)… Más poético es, sin duda, el Concierto campestre (O/cartón, 84 x 98,2 cm; 1471), firmado en enero de 1924 por el siempre fino Mariano Andreu, que ofrece un interesante juego de tonos verdes de calidad; comenzará las pujas en unos más que razonables 12.000 euros. Recordemos que su mejor venta reciente fueron los 22,500 USD (16.538 euros) pagados en Sotheby’s Nueva York en mayo de 2014 por un cercano en planteamiento Les Cavaliers, 1926 (O/T, 45,7 x 54,6 cm).
En obra sobre papel, destacan varios. Quizá el más llamativo y mejor sea esta vez la Figura fantástica (tinta, 18,5 x 24 cm –Agustí, 183-; 1570) de Antoni Tàpies, fechado en noviembre de 1950, por 7.000 euros; de julio de ese mismo 1950 es el sencillo y atípico pero interesante dibujo a lápiz de Antonio Saura, Sin título (31 x 21 cm; 1639), por 3.000 euros. Y ya de 1990, una técnica mixta de Jaume Plensa, Cap gris IV (106 x 90 cm; 1638) por apenas 6.000 euros, que debe subir.
Y en escultura: de Moisés Villèlia, un espectacular móvil en bambú policromado, Molló nº 12, 1976 (235 x 110 x 110 cm; 1678) por unos no baratos 25.000 euros, en la línea de los 31.000 euros pagados en Christie’s Madrid en octubre de 2008 por Tótem, 1986 (270 x 60 x 60 cm), su pieza más cara hasta el momento. Más clásicas, las de José Clará, Estática (bronce, 132 cm; 1399) por 12.000 euros, y de Enric Casanovas, Flora (piedra, 180 x 73 x 44 cm; 1396) por 30.000 euros.
Retrocedamos ligeramente, al inicio de la modernidad en Cataluña. De Ramón Casas, destaca su Retrato de Joaquín Casas i Carbó, primo del artista (O/L, 1883, 51,5 x 40 cm; 1265) por 8.000 euros, un precio asequible por ser un retrato, de venta complicada normalmente. Y de Francisco Gimeno, Pastor en el bosque, 1889 (O/L, 95 x 79 cm; 1266), que trasciende el motivo puramente natural para ser un interesante estudio lumínico, por 5.000 euros. De esta misma época, resultan especialmente atractivos dos papeles: Vista rural, 1898 (lápices de colores y pastel, 25 x 29,5 cm; 1289) de Joaquín Sunyer por 6.000 euros, y la acuarela con Vista de Capri (24,5 x 40,5 cm; 1293) de Baldomero Galofre.
Para terminar, la pintura antigua, con uno de los lienzos destacados de la cita. Vean con detalle la Vista rural con mercado y paseantes (O/L, 145 x 233 cm; 1148) firmada en 1651 por Antoon Goubau, con su típica disposición en diagonal, horizonte bajo que muestra un amplio celaje y un atardecer al fondo que baña de luz tibia a la multitud de personajes que recorren la escena. 35.000 euros se piden por el lienzo; en abril pasado, sin ir más lejos, An Italianate classical landscape with figures resting near a fountain, 1654 (O/L, 100,3 x 134,6 cm) subió en Christie’s Londres hasta las 47,500 GBP (66.252 euros), cerca de las 49,250 GBP (59.331 euros) pagadas en la misma sala en julio de 2010 por A capriccio of a mediterranean port with Roman ruins, 1664 (O/L, 134,5 x 176,5 cm).
De algo más de un siglo anterior, sobresale la tabla de San Pedro (165 x 87 cm; 1122), atribuida a Alonso Gallego y realizada hacia 1525. Es claro que no estamos ante uno de los más grandes maestros del XVI español, pero sí hay calidad en el espacio, el volumen y las texturas que justifican los 18.000 euros iniciales de la puja. Busquen su oportunidad, porque hay unas cuantas. Daniel Díaz @Invertirenarte