Además, hay otras oportunidades de pintura del siglo XX en la cita para el día 16
Nacido en Almagro (Ciudad Real), en 1605, Pedro de Camprobín se forma con Luis Tristán en Toledo, pero ya aparece documentado en la ciudad de Sevilla en 1628 pintando floreros para distintos conventos, género en el que pronto sobresale como verdadero experto por su calidad, toque refinado, y un cierto ambiente de calma verdaderamente atractivo.
A pesar de la capa de suciedad que absorbe y mitiga su color, brilla con luz propia en esta cita su Bodegón de manzanas y copa de vino (O/L, 33 x 42,7 cm; lote 768); su dibujo un tanto titubeante y su color quizá ligeramente menos preciso de su habitual habilidad, le aleja de sus mejores composiciones pero no por ello deja de ser lienzo muy interesante por los 20.000 euros pedidos.
En enero de 2003, Sotheby’s Nueva York vendió Still Life of Pears, Plums, and Apples in a Basket (O/L, 24,1 x 32,4 cm) por 153,600 USD (143.155 euros, premium incl.), de composición muy cercana a actual; en diciembre de 2005, en Christie’s Londres esta vez, una pareja de peor calidad como de Peaches, Cherries and Plums in a Platter y Peonies, Roses and Daisies (O/L, 23,7 x 31,5 cm) se adjudicó por 66,000 GBP (97.528 euros, premium incl.).
En pintura antigua, merece nuestra atención también la pareja de lienzos de Francisco Antolínez con la Anunciación y la Huida a Egipto (O/L, 70 x 103 cm c/u; 784), aunque su pretensión de 20.000 euros puede ser excesiva para su mercado actual.
En este sentido, los últimos tiempos han demostrado con creces que, dada la situación nacional, si las buenas obras de autores conocidos no están en precio, no se compran. Y me temo que con el ya veterano y casi decano Luis Gordillo (1934) ha pasado con cierta frecuencia. Artista de referencia para más de una generación de pintores posteriores, los precios en que se ha vendido su obra son de muy amplia variación –especialmente antes de la crisis- por lo que no es fácil acertar a la hora de proponer una cifra concreta. Sin embargo, podemos pensar que su atractiva técnica mixta sobre cartón de 66 x 100 cm, Sin título, fechada en 1973 (lote 623) y con etiqueta de la galería Vandrés de Barcelona, podría subir algunas pujas desde los 6.000 euros iniciales. No es una obra que anuncie aspectos esenciales posteriores, pero sí permite observar un lenguaje verdaderamente primitivo e ingenuo que ya por entonces comenzaba a explorar, en un interesante juego de tonos casi pastel.
De unos años cercanos deber ser el gouache de Eusebio Sempere, Punto círculo (62 x 48 cm; 618), procedente de la galería Rayuela de Madrid; pieza delicada y típica de su mano, los 5.000 euros iniciales son un precio ya bastante ajustado. Lo mismo sucede con el collage de maderas pintadas sobre papel del uruguayo Washington Barcala, Composición con pinza (34 x 34 cm; 621); trabajo sencillo donde apenas se intuyen las sutilezas de las que habla en otras composiciones, iniciará las pujas en los 4.000 euros. Son más razonables los 1.200 euros pedidos para Diagonal rota, 2003 (Tm/malla, 66 x 56 cm; 608) de Enrique Brinkmann, que los otros dos que se ofrecen también suyos, por 5.500 euros cada uno: Sobre línea gris, 2001 (146 x 95 cm; 615) y 1-2, 2001 (100 x 152 cm; 616).
En pintura figurativa del siglo XX destacan dos lienzos. Uno de buen tamaño y calidad de Godofredo Ortega Muñoz: Viñas y olivos, 1973 (O/L, 73 x 92 cm), con etiqueta de Biosca y presente en varias publicaciones; lo único malo son los 60.000 euros que se piden, precio de antes de la crisis con la excepción de su mejor venta, Bodegón de las puertas, 1945 (O/L, 81 x 100 cm), adjudicado por 60.000 euros en Segre en noviembre de 2010. En esta misma línea, de Julio Romero de Torres se ofrece un temprano Mujer ante una puerta, h. 1896-1897 O/L, 41 x 30 cm; 715), con el visto buen de Mercedes Valverde, por 25.000 euros. Quizá sea este pequeño lienzo un boceto, cambiado posteriormente, de Mujer asomada a la puerta del jardín, 1902 (O/L, 73,5 x 48 cm), vendido en octubre de 2005 en Christie’s Madrid por 549.600 euros; no sólo eran otros tiempos, sino otra calidad y otro tamaño, claro.
Viendo las obras de pintores latinoamericanos que Retiro ha ofrecido en sus últimas citas, parece evidente que trata de hacerse un hueco en este mercado. Sobresalen esta vez las dos obras del cubano Loló Soldevilla, aunque su venta no será fácil como quedó de manifiesto en ediciones anteriores con las de los autores del grupo Diez Pintores Concretos. La primera, una tabla de 1957 Sin título (Tm/T, 44,2 x 73,2 cm; 624) por 10.000 euros; en mayo pasado, en Christie’s Nueva York, Untitled, 1956 (tempera/papel, 32,1 x 24,1 cm) se vendió por 16.075 euros la mitad casi de los 32.150 euros pagados por Untitled, 1956 (témpera/cartón, 64,8 x 99,7 cm). Y un hierro, Sin título, hacia 1955 (49 x 60 x 37 cm; 627) por 30.000 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte