Buena venta de las obras de Rivera, Rueda y Óscar Domínguez en su cita de Navidad
La cita navideña de Ansorena de los días 17 y 18 ha quedado marcada, como ya cometamos en nuestro artículo de previos (leer), por la venta del bello Cesto y frutero (tazza) con flores (O/L, 59 x 86 cm; lote 28) de Jan Brueghel el Joven (1601-1678) por los 130.000 euros que se pedían como inicio de las pujas. Quizá algunos, atendiendo a la atractiva composición donde se mezclaban distintos materiales y superficies, el aparentemente desordenado grupo de flores, el brillante colorido de cada una de ellas, o incluso las referencias de ventas superiores de cuadros muy cercanos, quizá algunos, decía, pensábamos que se ofrecería alguna puja más. Pero no ha sido así, y nos tenemos que contentar con la alegría de ver una pieza así y su venta por un precio que, con comisiones e impuestos, ascenderá finalmente a ya la nada despreciable cifra de 157.300 euros, que no es poco en los tiempos que corren.
Hubo además dos ventas importantes, aunque de menor cuantía, pero que muestran que el mercado responde cuando se ofrecen piezas de calidad a precio de oportunidad. Me refiero de modo especial al buen y riguroso Espejo hermético I, 1971 (Tm/T, 130 x 89 cm; 175) del aún poco valorado Manolo Rivera. Procedente de la galería Juana Mordó de Madrid y de la Dahlberg, de Estocolmo, y publicado en la monografía Catálogo razonado de pinturas 1942-1994 de Alfonso de la Torre (Fundación Azcona, Madrid, 2009, pág. 313, nº (514) P.71.3), los 22.000 euros en que se ofrecía no hacían honor a su calidad, y así no fue extraño que subiese a unos más razonables ya 36.000 euros.
La otra venta se refiere al nada complaciente y esencialmente austero Homenaje a Zurbarán III, 1965 (Tm/T, 102 x 83,5 cm; 192) de Gerardo Rueda. Procedente de la galería Leandro Navarro de Madrid, estuvo expuesta en la muestra Rueda, Torner, Zóbel. El grupo de Cuenca (Burgos y Pamplona, 1998 (pág. 30) y pasó también rápidamente de 25.000 a 30.000 euros. Buenas compras ambas, sin duda, que hace dos o tres años muy probablemente no se hubieran vendido. Cercana en su planteamiento por El Paso, de Manuel Viola, su Escorial, 1961 (O/L, 130 x 190 cm; 580) subió también de 7.000 a 9.000 euros. De Enrique Gran, Composición (O/L, 162 x 129 cm; 188), de 8.000 a 9.500 euros, y de Carlos Nadal, Bodegón, 1975 (A/cartón/L, 45 x 32 cm; 80), subió de 3.000 a 5.500 euros.
Más lógicas y esperadas fueron las subidas por los pequeños pero muy atractivos gouaches del canario Óscar Domínguez. Y así, el colorista Mujer recostada, c. 1946 (20,6 x 27,7 cm; 190), que se ofrecían por 11.000, se adjudicó en 16.000 euros, mientras el un poco más complejo Mujeres en el balcón, c. 1948 (28 x 20,5 cm; 191), pasó de la misma cifra inicial hasta los 17.000 euros.
Ligeramente anteriores eran las piezas de Ismael González de la Serna, formado también en París; por la salida, dos buenas compras dada su calidad pues Bodegón del libro, 1927 (O/cartón, 52,5 x 74 cm; 574), publicado por Rodríguez-Aguilera (Polígrafa, 1977, págs. 24 y 25, nº 27), se vendió a un teléfono por 3.000 euros, y su pequeño pero delicado Figuras a la orilla del mar (O/T, 27 x 22 cm; 214), por 1.800 euros. Y Bodegón cubista (O/L, 38 x 47 cm; 82), de Joaquín Peinado, pasó de 5.500 a 7.000 euros.
En la pintura regionalista, cierta sorpresa causó la subida de 800 a 2.400 euros por el Desnudo femenino (O/L, 22 x 30 cm; 488) del vallisoletano Anselmo Miguel Nieto, pero es que la salida era muy atractiva. Interesante fue también la venta de la buena acuarela del gallego Francisco Llorens, Madrid en guerra, 1937 (30 x 24 cm; 409); expuesta en la muestra de Francisco Llorens en Caixa Galicia, A Coruña, 1991 (repr. págs. 160/1), entre los teléfonos pasó de 950 a 1.500 euros, que bien los merece.
Ya en el siglo XIX, otra importante subida, esta vez del mexicano José María Velasco, cuya sencilla acuarela Flores del Valle de México (26 x 19,5 cm; 545) pasó de 600 a 1.600 euros. No hubo interesados, en cambio, en el buen Retrato de María de Hahn y Echenagusia, 1890 (O/L, 81,5 x 65,5 cm; 29), de Raimundo de Madrazo, que se ofrecía por 24.000 euros.
Y el resto de la pintura antigua. El cobre de Frans Francken II con la Predicación de Juan el Bautista (52 x 60 cm; 440) se adjudicó a una puja en mesa por la salida, 20.000 euros, lo mismo que Jarrón con flores (O/L, 108,5 x 82 cm; 27) de Abraham Brueghel, por 15.000 euros esta vez. De Rosa da Tivoli se ofrecían tres lienzos: Pastores con ganado (72 x 106 cm; 1) se remató por la salida, 3.000 euros, pero la pareja de otros Pastores con ganado (76 x 102 cm; 2 y 3) subieron cada uno de 3.000 a 4.200 euros. Por último, dos importantes subidas (por ser piezas de calidad) merecen ser citadas: la primera, un Trampantojo (O/L, 85,5 x 62 cm; 444) del círculo de Antonio Puga, de 3.500 a 9.000 euros; y la segunda, el buen lienzo con la Visión mística de santa Teresa, con la Virgen y san José (O/L, 57 x 44 cm; 425), de Escuela de Murillo o incluso Juan de Tobar, que pasó de 1.200 a unos ya respetables 2.800 euros. Feliz Navidad y muy buen 2016. Daniel Díaz @Invertirenarte