La sala catalana ofrece, en su cita del 21 de octubre, piezas de alta calidad como un Solana o un Ecce homo atribuido a Luis de Morales
Hay que reconocer sin ambages que la oferta que presenta la sala catalana –con reciente sede abierta en Madrid- es muy atractiva. No hay más que abrir el catálogo es ir desgranándolo poco a poco. Abundantes piezas de calidad y para todos los gustos, al menos en lo que a pintura se refiere.
Lo más destacado, sin duda, es la oferta de piezas de comienzos del siglo XX con autores como Rusiñol, Sorolla, Zuloaga y Solana, entre otros. Vamos por partes.
Con luz propia brilla, sin duda, una de esas mascaradas oscuras del siempre terrible José Gutiérrez Solana (1886-1945). Se trata esta vez de La murga gaditana (O/L, 100 x 81 cm; lote 1382), un grupo de músicos que, en los días previos a Carnaval, después de atracarse de vino, salían por la noche a cantar y a dar la murga a los vecinos. Aunque es una escena que pinta en varias ocasiones, ésta es la única que titula expresamente así, con esa forma tan desagarrada del autor del Madrid callejero. 130.000 euros será su precio de salida, ligeramente por encima de los 120.000 euros pagados en Segre allá por diciembre de 2001 por una versión menor pero mucho más alegre titulada Máscaras (murga). Músicos (O/L, 46 x 38 cm), lejos ya de las 85,000 GBP (104,500 GBP, 128.744 euros premium incl.) pagadas en mayo de 2014 en Sotheby’s Londres por Dostrozonas de la sartén (O/L, 89,5 x 74,5 cm).
Si retrocedemos en el tiempo, tres paisajes son especialmente atractivos. De Joaquín Sorolla, un pequeño cartón muy esquemático con uno de sus temas favoritos: Barca y redes, c. 1905 (13,5 x 18 cm; 1365), que iniciará las pujas a partir de unos atrevidos ya 45.000 euros; de hecho, pagada la comisión y los impuestos, su compra supone un dinero muy cercano a los 81,250 USD (64.138 euros, premium incl.) pagados en octubre pasado, en Christie’s Nueva York por el cartón Olas (22,8 x 33 cm). De Ignacio Zuloaga, en cambio, Paisaje castellano (O/L, 69 x 92 cm; 1366) ofrece, por apenas 22.000 euros, una visión amplia de Castilla, de sus campos casi infinitos, llenos de marrones y de tonos rojizos, con una construcción a modo de iglesia en medio casi de la nada; sin embargo, su calidad y tamaño invitan a subir el atractivo precio de salida, una oportunidad. Y de Santiago Rusiñol, un espectacular La fuente de Narciso, II (Jardines de Aranjuez), 1920 (O/L, 116 x 150 cm; 1367), expuesto en Sala Parés, Barcelona, 1921 (cat. 10), con una amplísima gama de verdes, marca de la casa. Hay que reconocer que Balclis ha fallado en los últimos tiempos en sus ventas pues ni Els xiprers de Vil·la d’Este (Tívoli), 1922 (O/L, 125 x 148 cm), ofrecido en marzo pasado por 110.000 euros, ni Estany dels desmais (Jardines de Monforte, Valencia), 1922 (O/L, 75 x 92 cm), ofrecido en mayo por 95.000 euros, encontraron comprador. Pero los 90.000 euros por los que sale a pujas son un precio atractivo a día de hoy por esa sinfonía que recuerda de alguna manera los tonos de Villa Aldobrandini, 1923 (O/L, 85 x 105 cm), adjudicada en la sala en diciembre de 2010 por 70.000 euros, la salida.
Antes de pasar a la pintura antigua, unos breves apuntes más contemporáneos de piezas que deben ver con cierto detenimiento. Un temprano lienzo de Albert Ráfols-Casamada, La casa con miradores, 1957 (80 x 35 cm; 1481) por tan sólo 3.000 euros; el buen Desnudo con flores, 1967 (O/L, 100 x 81 cm; 1483) del gran Cristino de Vera por tan sólo 6.000 euros; y un Paisaje (O/L, 60 x 73 cm; 1484), tardío pero de muy buen tamaño, de Juan Manuel Díaz Caneja, por unos ya más respetables 14.000 euros. Y de Darío de Regoyos, La Plaça Nova, Barcelona (O/L/cartón, 19 x 13,8 cm; 1352), que por salir por 6.000 euros, debe subir también.
En pintura antigua, la obra por antonomasia es la tabla de Ecce homo (46 x 33,5 cm; 1132) atribuida a Luis de Morales. Según una inscripción trasera, procede de la colección de Francisco Crespo Doblado (documentado en Badajoz en 1626), de la que pasó a la colección de Manuela Chapín y Fernando de Nestares, marqueses de la Hinojosa. No son piezas fáciles para la mentalidad actual –quizá ayude a entenderla y valorarla más la gran exposición actual en el Museo del Prado (ver)- y, quizá por eso, apenas se han vendido en los últimos tiempos este tipo de tablas; la excepción, en diciembre de 2013, cuando se pagaron 170,500 GBP (205.998 euros, premium incl. -la estimación era de 80,000-120,000 GBP) por un exquisito Ecce Homo (O/T, 32,79 x 24,5 cm); otros, por ser caros o no ser de su mano, no se vendieron. 70.000 euros será su salida.
Tres apuntes más, muy breves. Tomen nota. La pareja de Bodegones de flores (O/L, 81,8 x 57,5 cm; 1189) atribuida a Bartolomé Pérez, por 12.000 euros; santa Úrsula (O/L, 144 x 96 cm; 1190) atribuida a Jacob de Wit por 5.000 euros; y la Inmaculada (O/L, 191 x 110 cm; 1191) de Ignacio de Ries, por 12.000 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte