Aunque también encontraron comprador las obras de Méziam, Barjola, Redondela y Úbeda, las buenas ventas de los extranjeros fueron las que marcaron la diferencia.
Mucha expectación se había creado en torno a la tabla con el Cristo con la cruz a cuestas (O/T, 118 x 92 cm; lote 78) atribuido a Sebastiano del Piombo (Venecia, 1485-Roma, 1547). Desde distintas instituciones fueron a verlo de cerca, a estudiar su estado de conservación y su atractivo colorido porque sorprendía el precio tan bajo de 12.000 euros en que salía al mercado (ir al artículo). En una magnífica lucha entre un teléfono y un pujador en sala con otro teléfono en la mano fueron escalando las cifras poco a poco, con dudas y titubeos lógicos ante el asombro del público, quizá por no conocer la calidad de la obra, quizá por dejarse llevar por el prejuicio del escaso precio de salida… Y aunque las pujas parecían lentas, en poco tiempo se terminó rematando por 170.000 euros, dados finalmente por el teléfono que, con comisiones e impuestos ya incluidos, deberá abonar la cifra de 207.400 euros. Gran compra, sin duda.
Otra buena fue, claramente, la de los 8.000 euros ofrecidos por otro teléfono, la salida, por el inmenso San Pablo primer ermitaño (O/L, 210 x 158 cm; 86), atribuido a la mano de Antonio de Pereda por la casa; calidad evidente, precisamente por la temática un tanto complicada y un tamaño ya grande, el coleccionista se lleva otro un buen lienzo, esta vez a precio de lujo.
La otra pieza estrella de la licitación también dio la talla. Se trataba del lienzo Femmes ait atta du Sahara (O/L, 122,5 x 145 cm; 194) de Mériem Méziam que se ofrecía por 35.000 euros. Esta sala había vendido muy bien dos piezas suyas -20.000 euros en octubre de 2013 y 55.000 euros en enero pasado-, y esta vez sucedió lo mismo, adjudicándose por 42.500 euros, que con comisiones e impuestos sube a los 51.850 euros.
Las otras piezas, ya menores. De Juan Barjola, su pequeña pero atractiva tabla Figura (O/T, 33 x 24 cm; 111), con su típico espejo y fondo rojizo, plano, subió algunas pujas y de 5.000 se remató finalmente por 7.000 euros. Agustín Redondela siguió sus pasos, y su Pastrana (O/L, 54 x 65 cm; 118), colorista y bien trabajado, se adjudicó a un teléfono que ofreció 6.000 euros, a cierta distancia ya de los 3.500 en que se iniciaron las pujas. Decepción, en cambio, con las Manzanas, 1976 (O/L, 46 x 55 cm; 117) de Cristóbal Toral: a pesar de la puja que se ofreció cubriendo la salida de 5.500 euros, la reserva era superior y no se vendió.
Dos pequeñas sorpresas. La primera de la mano de Álvaro Delgado, un autor claramente infravalorado; tras salir por 2.500 euros, su Paisaje de Ortiguera (O/L, 81 x 100 cm; 121) se remató por 4.750 euros, que ya comienza a hacer justicia. Y la segunda, del jienense Jesús Villar: sus dibujadas figuras, sonrientes, de Lavanderas (90 x 120 cm; 119) debieron gustar y de 1.800 se remató por 3.250 euros.
Los dos lienzos de Agustín Úbeda también se vendieron por un precio superior: Urgente la diana (O/L, 54 x 65 cm; 103) pasó de 900 hasta los 2.000 euros ofrecidos desde la mesa, y Sin olvido noche blanca (O/L, 81 x 100 cm; 104) de 1.200 a otros 2.000 euros, defendidos de nuevo por la mesa. En menor medida, pero también los óleos de Antonio Guijarro fueron adjudicados por encima de su precio inicial; y así Perdices en el campo (O/L, 73 x 92 cm; 112) pasó de 750 a 900 euros, mientras su más abstracto Bodegón (O/L, 60 x 92 cm; 113) llegaba a los 1.500 euros desde unos conservadores 750 euros.
Como era de esperar, Barrio (dibujo a lápiz, 32 x 23 cm; 23) de Gerardo Pita, que salía por apenas 150 euros, subió hasta los 600, y lo mismo sucedió con Yo yo ya ya ye ye y su hada madrina (A/L, 81 x 60 cm; 58) de Patricia Gadea, adjudicado también por 600 euros, aunque se esperaba algo más.
Sólo queda dar la enhorabuena al comprador del Cristo de Sebastiano del Piombo por la calidad de la pieza comprada y por el precio pagado. Y desear que la sala ofrezca pronto piezas similares. Daniel Díaz. @Invertirenarte