Los remates sorpresa en Ansorena
En la cita de los días 14 y 15 de diciembre destacó la pintura antigua y los lienzos de César Manrique y Cristóbal Toral
A pesar de la interesante oferta de contemporáneo en Ansorena, comentada en nuestro artículo de previos (ver), me parece que el interés terminó recayendo en la pintura antigua, con muy gratas sorpresas.
El más fuerte de los remates recayó sobre una tabla que la especialista Isabel Mateo atribuyó a Antonio Comontes, uno de los conocidos pintores formado en el taller del prestigioso Juan de Borgoña. Esta vez se trataba de una Oración en el huerto (O/T, 66 x 46 cm; 632), con bastantes concomitancias con otra de su mano en la iglesia de San Andrés en Toledo. La tradición flamenca está presente aún muy en esta tabla de gran delicadeza en el colorido, de tal modo que tampoco fue extraño que subiese de los 14.500 euros pedidos inicialmente a los 16.500 euros finales, ofrecidos por un coleccionista en la sala.
Poco antes habíamos asistido a una puja apasionante por una tablita de Virgen con Niño de apenas 24 x 18 cm (lote 626) del alemán Hans Rottenhammer. El óleo suscitó el interés de varios coleccionistas que fueron pujando y subiendo las cifras desde los 4.200 hasta nada menos que 11.000 euros, ofrecidos finalmente por uno de los teléfonos, que con una limpieza superficial podrá disfrutar de su alta calidad pictórica.
Otra tabla, esta vez con una Adoración de los pastores (óleo y pan de oro/T, 74 x 64 cm; 631), del Maestro de Javierre, subió también de 9.000 a 11.000 euros; realizada posiblemente entre 1495 y 1505 en el ámbito aragonés o catalán, según el informe de Isabel Mateo, se relaciona formal y estilísticamente con un Nacimiento de Jesús en la iglesia parroquial de Javierre (Huesca).
Por último, debemos mencionar también la importante venta de una Virgen del Rosario (O/L, 86 x 73 cm; 628), atribuida a Bernardo López Piquer por José Luis Díez en el catálogo razonado de Vicente López (1772-1850) (Madrid, 1999, v. II, pág. 217, núm. PR-33), quien desautorizó la atribución a Vicente López que años antes había realizado José Luis Morales. Con la nueva autoría y una alta calidad pictórica no fue tampoco extraño, a pesar de la temática, que subiese de los 7.500 euros hasta los 11.500 euros finales. Y, en el cambio de siglo, no podemos olvidarnos del Paisaje de playa (O/L, 68 x 105 cm; 120) que el gallego Serafín Avendaño firmó en 1902; con los nuevos aires de la pintura catalana muy presentes, pero con un dibujo firme, muy decimonónico aún, se remató por nada menos que 11.000 euros, muy lejos de los 4.400 pedidos inicialmente.
Comentados brevemente los remates de pintura antigua, pasemos al siglo XX, donde también hubo interesantes ventas.
La más destacada fue la del pastel de María Blanchard, Mujer de negro (101 x 73 cm; 140). En diciembre de 2016 se ofreció en esta sala por 85.000 euros; al no venderse, se bajó a 65.000 euros en mayo pasado y ahora se ofrecía por 43.000 euros, el precio en el que la sala lo adjudicó a una puja previa en la mesa. Curiosamente, había sido comprado en noviembre de 2002 en Dobiaschofky por 65.606 euros, lejos de los apenas 15.000 euros pedidos; pero luego se ofreció en Sotheby’s Nueva York en mayo de 2003 con estimación de 70.000 a 90.000 dólares, en mayo de 2004 en Vanderkindere por 75.000 euros y finalmente en Ansorena en noviembre de 2004 por 100.000 euros. Las vueltas que puede llegar a dar una pieza…
Más interesantes fueron, en ese sentido, dos remates más. El primero, por los 30.000 euros pedidos por el gran Desnudo (O/L, 110 x 120 cm; 139) del malagueño Cristóbal Toral; otros importantes de su mano habían sido ofrecidos en los meses anteriores en esta sala y no habían despertado el interés de los coleccionistas. El segundo, del que ya advertimos en nuestro artículo de previos, fue el del canario César Manrique; su Burbuja roja, 1973 (Tm/L, 89 x 116 cm; 176), sorprendió al dispararse hasta los 19.000 euros, un precio que nos traslada a sus precios del inicio de los años dos mil, muy lejos de los 5.000 euros de la salida. Por último, también son dignos de mención los 12.000 euros dados por el aguafuerte Euzkadi V, 1976 (43/50; 160 x 120,5 cm; 211), de Eduardo Chillida, un seguro por el que muchos coleccionistas siguen apostando. ¡Felices fiestas y un gran 2018! Daniel Díaz @Invertirenarte